La “ambulancia” de los árboles está equipada con un tomógrafo y un resistógrafo, dispositivos de medición especializada que permiten establecer el estado interior de los árboles a través de sensores. | Foto: Cortesía: Secretaría de Ambiente de Bogotá

Protección

Árboles bogotanos serán atendidos por una “ambulancia” híbrida

Desde esta semana, los árboles bogotanos serán atendidos por la Unidad Móvil de Silvicultura, una “ambulancia” híbrida que servirá como complemento para la evaluación técnica de los individuos arbóreos de la capital.

18 de febrero de 2013

La unidad móvil es una camioneta que funciona con un sistema de propulsión eléctrico, integrado a un motor de combustión interno avanzado; esto reduce la afectación sobre el ambiente. La “ambulancia” de los árboles está equipada con un tomógrafo y un resistógrafo, dispositivos de medición especializada que permiten establecer el estado interior de los árboles a través de sensores, y que reconocen los daños o fracturas en la madera.

“Esta tecnología le servirá a la Secretaría de Ambiente como una herramienta para determinar las actividades más adecuadas, y así reducir el número de talas de los árboles cuando esto no sea absolutamente necesario, al poder determinar con mayor exactitud las afectaciones”, apuntó Susana Muhamad, Secretaria Distrital de Ambiente.

El tomógrafo y el resistógrafo detectan la presencia de enfermedades en el tronco de los árboles, información que le permite a la SDA determinar la mejor alternativa para su tratamiento.

Primero, los técnicos de la Secretaría de Ambiente conectan los ocho sensores del tomógrafo alrededor del tronco, una imagen digna de un examen cardiaco. A través de impulsos de sonido emitidos por los sensores, el tomógrafo grafica la información. Los expertos la analizan, y determinan si el árbol se encuentra sano, o tiene alguna pudrición en el interior de su tronco.

Si no pasa el examen, es decir, si tiene evidencia de pudrición, el árbol es sometido al resistógrafo, un aparato de 30 centímetros que tiene una pequeña broca que taladra la corteza del tronco y llega al centro del árbol. El resistógrafo también mide la resistencia de la madera a la perforación.

Al atravesar el árbol, el resistógrafo envía sondas que se ilustran en varias gráficas, detectando si la pudrición está en proceso, si está completamente podrido por dentro, o si el árbol detuvo su proceso.