El calentamiento de los océanos se ha acelerado de forma importante en los últimos años. Foto: Getty Images

CLIMA

El cambio climático ya está calentando el fondo del mar

Una nueva investigación publicada en Geophysical Research Letters indica que la temperatura ha comenzado a subir de forma paulatina en las profundidades del océano. El análisis se realizó en la cuenca argentina del océano Atlántico entre 2009 y 2019.

19 de octubre de 2020

Los efectos del cambio climático no dan tregua. Desde hace un tiempo se viene hablando de su impacto en el calentamiento de las aguas superficiales de los océanos. Sin embargo, un nuevo estudio científico determina que este impacto ya llega a las profundidades de los mismos. 

Una investigación publicada en Geophysical Research Letters indica que el cambio climático está afectando de una forma especialmente fuerte a los ecosistemas acuáticos, pero ya no solo en lo que respecta a las especies marinas y al riesgo de desaparición que puedan tener algunas de estas, sino que la preocupación se ha extendido a las profundidades del mar, en donde comienza a observarse un aumento de las temperaturas. 

Para analizar y medir esta situación, los científicos han recurrido a un método original, que aprovecha las ondas sísmicas y que ha servido para revelar una serie de datos bastante preocupantes incluso por debajo de los 5.000 metros de profundidad.

Los datos recolectados a partir del análisis realizado en el Océano Atlántico, específicamente en la Cuenca Argentina, mostraron que de 2009 a 2019 la temperatura aumentó en promedio entre 0,02° y 0,04°C dependiendo de la profundidad, información que se pudo obtener en uno de los sensores ubicado a 4.757 metros bajo el nivel del mar. Las profundidades evaluadas representan un rango promedio de 3.682 metros, siendo la más superficial a 1.360 metros y la más profunda a 4.757 metros.

Variaciones al alza

Si bien pueden parecer números pequeños, para los científicos son preocupantes, pues anteriormente las variaciones eran mínimas e insignificantes, pero ahora comienzan a ser números cada vez más relevantes. Lo más grave, según dicen los investigadores, es que las estadísticas van aumentando gradualmente año tras año, según los resultados obtenidos a lo largo de la década.  

Si bien aún se desconoce cuál será el impacto real en los ecosistemas marinos de todo el mundo, lo cierto es que la investigación marca una tendencia de lo que está sucediendo con el sistema climático global y esto no es precisamente una buena noticia. 

"Hay varios estudios en los que se ha recopilado este tipo de datos, pero nunca se han examinado", dijo Meinen, quien espera que esto conduzca a un nuevo análisis para tratar de ver qué más se puede encontrar en la variabilidad de la temperatura en las profundidades del océano.

Para los autores del estudio, este aumento es consistente con las tendencias de calentamiento en el océano poco profundo asociadas con el cambio climático antropogénico, pero, a su juicio, se requiere más investigación para comprender qué es lo que está impulsando el aumento de las temperaturas en las aguas profundas. 

Las aguas superficiales del océano han aumentado su temperatura. 

"En años pasados, todo el mundo solía asumir que el océano profundo estaba inactivo. No había movimiento. No hubo cambios", dijo Meinen."Cada vez que miramos, encontramos que el océano es más complejo de lo que pensamos", manifestó en una comunicación oficial. 

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A profundidades por debajo de los 4.500 metros, las fluctuaciones de temperatura fueron más pequeñas, pero los cambios siguieron un patrón anual, lo que indica que las estaciones aún tienen un impacto medible muy por debajo de la superficie del océano, precisó.

Según los autores, estos resultados demuestran que los científicos deben tomar la temperatura de las profundidades del océano al menos una vez al año para tener en cuenta estas fluctuaciones y detectar tendencias significativas a largo plazo. Mientras tanto, otras personas de todo el mundo que hayan utilizado los mismos amarres para estudiar las corrientes oceánicas profundas podrían analizar sus propios datos y comparar las tendencias de temperatura de otras cuencas oceánicas, concluyeron.