Indígenas kankuamos recurren al trueque para sobrevivir en cuarentena

El periodo de curentena no ha sido fácil para los indígenas. La posibilidad de generar ingresos es cada vez menor y por ello han comenzado a diseñar estrategias tendientes a buscar alternativas que les permitan generar su sustento diario en medio del confinamiento. 

Esto es precisamente lo que hacen las comunidades del pueblo kankuamo que habitan en el departamento del Cesar, quienes ya comienzan a evidenciar cómo se agotan sus propios alimentos debido a la cuarentena y trabajan en alternativas que les permiten obtener su sustento diario.

El resguardo kuankuamo está conformado por 12 comunidades que residen en las zonas rurales de Valledupar, las cuales albergan unas 3.500 familias, quienes sobreviven de la venta de productos artesanales como mochilas de fique y lana, cinturones de fique, manillas, collares elaborados con semillas y bolsos que fabrican con lana de ovejo y cuero.

Adicionalmente, en Valledupar habitan otras 2.000 familias que fueron desplazadas, pero que también destinan su tiempo a la elaboración de este tipo de productos que son su medio de subsistencia. Ante la difícil realidad que les ha planteado la cuarentena por la falta de compradores, las autoridades de pueblo kankuamo, la Comisión de Mujer y Familia Kankuama y la Asociación de Artesanas Kankuamas decidieron lanzar una campaña de apoyo para ayudar a las mujeres artesanas que derivan su sustento de la venta de estos productos artesanales, especialmente mochilas. 

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La campaña llamada Trueque tiene como objetivo intercambiar productos artesanales kankuamos (mochilas de fique y lana) por alimentos no perecederos y útiles básicos de aseo a un precio justo.

La idea es que estas familias puedan cumplir a cabalidad las medidas de aislamiento establecidas y de esta forma protegerse de posibles contagios, pero contando con los productos necesarios para superar la cuarentena. 

Alberto José Gutiérrez, asistente técnico del Consejo de Cabildos de Sierra Nevada de Santa Marta, explicó que la estrategia establece que el valor de las mochilas seguirá siendo el precio justo de comercialización que se ha venido desarrollando. Dijo que el costo mínimo de algunas de ellas es de 40.000 pesos; sin embargo, hay otras de 50.000 ó 60.000 pesos. 

De igual forma, manejan el tema de donaciones en productos alimenticios, útiles de aseo y también donaciones económicas. Los alimentos son recepcionados en la casa indígena, ubicada en la ciudad de Valledupar y las donaciones económicas pueden ser consignadas por el donante a una cuenta corriente de Bancolombia a nombre del Cabildo Indígena del Resguardo Kankuamo.

Gutiérrez precisó que el objetivo de la campaña es que las personas se vinculen desde cualquier parte del país comprando los mercados por un valor determinado en cadenas de comercio minorista como D1, Justo & Bueno, Olímpica o Éxito, para que éste pueda ser reclamado en Valledupar. Una vez la persona tiene el comprobante de pago puede enviar la foto a los organizadores de la campaña quienes le envirán el catálogo para que pueda seleccionar la mochila, la cual será enviada por correo certificado. 

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Gutiérrez manifestó que el apoyo que puedan recibir es muy importante debido a que no se sabe cuánto pueda tardar el confinamiento y los productos agrícolas propios como yuca, ahuyama, plátano, panela y malanga ya empiezan a escasear, con el agravente de que en la región el tiempo está muy seco y no han podido empezar a sembrar, un proceso que normalmente realizan en abril cuando llegan las lluvias. 

A esto se adiciona que las comunidades que antes ocasionalmente cazaban ya no lo hacen debido a normas establecidas internamente en las que se determinó proteger la fauna silvestre del lugar. Ante esta realidad, el "trueque" es ahora su apuesta para hacerle frente a la actual coyuntura.

¿Por qué la mochila kankuama es importante?

La mochila se ha convertido en un elemento fundamental de la práctica cultural del kankuamo, que ha permitido la recuperación y conservación de saberes ancestrales y ha contribuido al fortalecimiento de la identidad de dicho pueblo.

Se trata de productos que  son elaborados con fibra de fique, a mano donde las mujeres a través del hilado y el tejido establecen relación espiritual con el territorio protegiendo de esta manera a la madre naturaleza y cada uno de sus elementos que fundamentan la vida: tierra , agua, aire y fuego.

Los diseños son representaciones del territorio las cuales son determinadas desde la cosmovisión propia. Para la elaboración de las mochilas con variedad de colores realizan tinturados naturales con plantas, frutos, maderas y vegetales, entre otros.