Protestas en topless

Mientras que en el mundo occidental llevar el pecho desnudo se penaliza jurídica (cárcel, fianzas) y socialmente como acciones “indecentes” o “inmorales”, en el oriente se considera algo impensable.  De hecho, una de las activistas de este movimiento, llamada Feely, ha tenido que pagar cerca de US$20.000 por mostrar su pecho desnudo en los últimos 8 años, sin embargo, gracias a estas acciones consiguió que en el estado de Nueva York desde el 2005, no se pueda detener a alguien por mostrar su pecho, sea hombre o mujer.

La justificación legal, es un poco purista en varios países. De acuerdo con la posición de Go Topless, muchas naciones se excusan en que llevar el pecho descubierto, en el caso femenino, puede provocar agresiones físicas y emocionales como una violación. Bajo esta premisa, la organización denuncia que se sigue viendo a la mujer como un objeto sexual y que no se están tomando los correctivos que se necesitan, particularmente, en términos educativos.

Los defensores de la igualdad en topless afirman que las leyes de este tipo están perpetuando efectivamente, una norma cultural degradante hacia la sexualización del cuerpo de la mujer sin su consentimiento.  De esta manera, la pregunta va más allá de si es estar en topless en público es permitido o no. La cuestión se convierte en un asunto de mujeres que son capaces de existir y ser vistas como algo más que criaturas sexuales.

No obstante, hay quienes piensan que para llamar la atención sobre los derechos femeninos, no es necesario dejar el pecho desnudo. La feminista y bloguera canadiense Meghan Murphy afirma que las mujeres que hacen esto “se contradicen a sí mismas. Quitarte la camisa para que los medios sexistas te tomen fotos juega a favor de la imagen del cuerpo femenino como objeto”.

Por su parte Florence Thomas, reconocida feminista y quien ha realizado varios estudios de género, señala que muchas veces este tipo de acciones llaman más la atención que cualquier tipo de discurso u política. Las formas de protestar se transforman y las pancartas y marchas ya no son suficientes, señala Thomas.

Más allá del debate, las manifestaciones de las mujeres en topless se ha convertido en una fuerte herramienta de protesta social por parte de las mujeres. Si cumple su función o no, esa es otra discusión.
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