Las branquias de raya y mantarrayas secas son un componente de un jarabe pseudomedicinal llamado Peng Yu Sai. | Foto: .

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¿Es mantarraya lo que lleva la sopa?

En ciertos lugares del mundo la gente utiliza las branquias de rayas y mantarrayas como medicina.

Alianza DW
19 de marzo de 2015

Recuerdo haber tomado medicina tradicional china. Por aquel entonces yo todavía era un adolescente. Recuerdo que tenía un sabor terroso, similar a un jarabe para la tos. Era un líquido marrón y amargo contenido en botellas de plástico transparente, etiquetadas con caracteres chinos. Yo no tenía ni idea de qué era exactamente lo que contenían aquellos frascos. Cuando le preguntaba a mi madre, ella me miraba con cara igualmente insegura. "Es algo muy bueno," respondía siempre, "muy sano", mientras me daba el jarabe. Así cada día, durante meses.

Mi madre esperaba que aquel caldo rancio favoreciera mi crecimiento. Pero aquel brebaje, al menos conmigo, no consiguió ningún milagro. Sólo he crecido 1,55 cm (5'11"). Mi madre todavía lo atribuye a no haber tomado suficiente cantidad de aquella medicina.

Sin tener en cuenta que se trataba de un medicamento desagradable de tomar para los afectados; podría, inconscientemente, haber causado una tragedia mundial. Sin saber lo que ingerían, los consumidores podrían haber estado respaldando una industria que se dedica a la caza de especies en peligro de extinción como la raya y su pariente cercano, la manta raya o mantarraya.

Ambas se pescan por sus branquias, que a su vez se utilizan para producir jarabes pseudomedicinales y tónicos para la salud, conocidos con el nombre de Peng Yu Sai. Son especies con una tasa de reproducción muy baja – desovan entre 5 a 15 crías en su vida – de modo que las poblaciones disminuidas tardan mucho tiempo en recuperarse, haciéndolas particularmente vulnerables. (Vea: Naciones Unidas augura conflictos por escasez de agua en el futuro)

Se estima que el 99 por ciento del consumo mundial de branquias de raya tiene lugar en Guangzhou, China. La organización estadounidense WildAid considera que aproximadamente 138.000 kg de branquias de raya y mantarraya se retiran anualmente provenientes de cerca de 150.000 ejemplares en la ciudad. Este género tiene un valor de mercado de 30 millones de dólares americanos. La organización pretende proceder contra ello. Su objetivo es poner fin al comercio ilegal de especies salvajes. Para ello apoya programas de conservación marina e intenta frenar la demanda a través de diversas campañas.

Un vendedor del mercado vende branquias de raya y mantarraya en Guangzhou, un importante centro de distribución en el comercio de branquias de raya.

Aunque las branquias secas no están consideradas oficialmente como medicina tradicional china, los vendedores recomiendan Peng Yu Sai como un remedio "muy sano". Según ellos, es capaz de aliviar o curar una amplia serie de dolencias. Entre ellas la tos crónica, la varicela y hasta algún tipo de cáncer. Incluso se aconseja a las madres primerizas beber una sopa hecha con branquias, ya que supuestamente promueve el flujo de leche.

Cualquier cosa menos saludable

Sin embargo, todas esas promesas parecen ser un disparate, según May Mei, representante de WildAid en China. "La sopa es vista como una especie de panacea, como una medicina mágica que puede curar casi todo", critica Mei a Global Ideas. "La gente la toma como remedio tradicional chino a pesar de no estar reconocido como tal."

Y eso no es todo, según un informe de WildAid, de junio de 2014, tanto las branquias de raya como las de mantarraya están altamente contaminadas con arsénico, cadmio y mercurio. Otro estudio realizado por la cadena de televisión china meridional de Guangdong lo ha confirmado.

El grado de contaminación con arsénico, que ha determinado WildAid es cuatro veces superior al que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como inofensivo. El contenido de cadmio era incluso cinco veces mayor que el valor máximo permitido. Según la OMS, existe un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, si se toman alimentos contaminados con arsénico durante un largo período de tiempo. Sobre todo, el cáncer de piel, de vejiga y de pulmón podrían ser el resultado. También podría causar trastornos del desarrollo, enfermedades cardiovasculares o diabetes. El cadmio, a su vez, ataca a los riñones, donde puede causar daños irreparables.

Un informe publicado en la revista científica American Journal of Epidemiology muestra que las mujeres embarazadas que están expuestas al arsénico, presentan un mayor riesgo de aborto involuntario e incluso muerte fetal. Asimismo, los bebés que llegan a nacer presentan un mayor riesgo de muerte prematura en la infancia.

Conseguir concienciación

Los metales pesados, que se encuentran en las branquias de las rayas, son comunes en especies situadas en niveles superiores de la cadena trófica, según explica Severin Bühlmann. El doctor ha fundado Phytax, un laboratorio que investiga la pureza de los medicamentos, incluidos los de la medicina tradicional china. Asimismo añade que el arsénico y el cadmio también se han encontrado en plantas y hongos.

"En realidad, nadie sabe nada acerca de los efectos a largo plazo de los metales pesados", cuenta Bühlmann. Y aclara que los consumidores tendrían que ingerir sopa de branquias de forma regular durante un período largo de tiempo hasta llegar a los niveles de toxicidad citados en el informe de WildAid. No obstante, la organización puso en marcha una campaña de medios sociales en junio pasado para ayudar al público a estar mejor informado sobre Peng Yu Sai. La campaña abarca tanto información sobre el número de rayas y mantarrayas, así como sobre la salud pública. La operación se centró en Guangzhou, donde la organización colgó carteles en el metro y pidió a actores conocidos como Wu Xiubo, un ídolo en China, grabar spots publicitarios para la televisión.

El actor chino Wu Xiubo pide poner fin a la matanza de mantarrayas y rayas en la campaña social multimedia de WildAid.

Antes de la campaña, las personas no parecían estar al tanto de las dimensiones del problema, según cuenta Mei de WildAid. "La mayoría desconocía qué ingredientes contenía la sopa, qué eran las mantarrayas y qué aspecto tenía el pez”, cuenta. "Tras el lanzamiento, la gente comenzó a ser consciente de lo que estaba comiendo."

Al grano

La organización para la conservación pretende consolidar su cooperación con el gobierno chino con el objetivo de prohibir definitivamente el comercio y la importación de branquias de raya. De momento, no ha habido cambios en la regulación pero un estudio de mercado informal de WildAid, realizado en octubre, ha registrado al menos un descenso en la oferta y demanda de branquias en Guangzhou.

Como a todos nos gusta saber qué es lo que estamos comiendo, llamé a mi madre, mientras investigaba para esta historia, y le pregunté si tenía alguna idea de cómo podía averiguar lo que contenía aquel líquido marrón, que tuve que tomar de adolescente.

"Por supuesto", dijo ella y buscó en Google el término "medicina china para fomentar el crecimiento" en coreano. Al final resultó que los suplementos de crecimiento siempre parecen contener sal de cuerno de ciervo, es decir, el cuerno de un ciervo macho. Además, hay semillas de cardo. Pero sobre el resto de ingredientes exactos, sólo puedo especular.