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Foto: Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) | Foto: Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR)

IMPACTO

Alimentados con agua del río Bogotá

La dieta de los habitantes de 47 municipios cercanos a la ribera del río Bogotá podría no ser muy saludable. Muchas verduras, leche y pescado se producen con sus aguas contaminadas, que contienen metales pesados y bacterias que ponen en riesgo la salud.

5 de enero de 2017

En septiembre se supo que campesinos de una vereda en la localidad de Suba, al norte de Bogotá, regaban sus cultivos de hortalizas con aguas extraídas directamente del río Bogotá. Este hallazgo puso en evidencia que la calidad de algunos alimentos que se consumen en la capital y en general en toda la sabana no es la mejor pues, como es bien sabido, el río Bogotá está altamente contaminado.

Semana Sostenible recorrió en lancha y por tierra la ribera del río Bogotá en su cuenca media, desde la calle 80 en la capital hasta el municipio de Soacha. En el trayecto logró constatar que el riego de cultivos con agua de este afluente también sucede en localidades como Fontibón, Bosa y Kennedy y que incluso el ganado toma agua directamente del afluente. Este medio indagó con expertos que concluyeron que la estela de contaminación de verduras, hortalizas, leche y pescado, se extiende mucho más allá de la capital y sus vecinos, pues afecta a los 47 municipios cercanos a la ribera del río.  

A pesar de esto, los cultivos en las orillas y las vacas que toman agua en la cuenca más contaminada del río no son un tema nuevo. En 2009 un estudio de la Universidad Nacional con apoyo de Colciencias encontró concentraciones excesivas de metales como mercurio, cadmio, arsénico y plomo en el apio, brócoli, repollo y lechuga de la sabana. Otra investigación de 2014 del departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad de los Andes, también confirmó la presencia de metales pesados en las legumbres cultivadas en Bogotá y además concluyó que Bosa es la localidad de la ciudad en la que hay más personas con presencia de metales pesados en sus cuerpos.

Este año el grupo Resiliencia y Saneamiento de la Universidad Nacional encontró que hasta en el distrito de riego La Ramada, que es el agua que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca permite utilizar para regar cultivos, hay presencia de coliformes, enterobacterias, protozoos y residuos de medicamentos.

La ingesta de estos metales y patógenos tiene consecuencias graves en la salud. Según el profesor Luis Jorge Hernández, de la Universidad de los Andes, “el mercurio y el plomo son tóxicos para el cuerpo humano así se ingieran en concentraciones mínimas”.El contacto con estos metales está asociado a problemas neurológicos”, añade. Igualmente el estudio de la Universidad Nacional en 2009 aseguraba que los metales pesados se acumulan en el hígado, riñones y pulmones, al punto de generar problemas respiratorios y cáncer. Por su parte, las coliformes (bacterias que suelen encontrarse en la materia fecal) se asocian con enfermedades como gastroenteritis y diarrea.

La magistrada del Consejo de Estado Nelly Yolanda Villamizar, encargada de velar por el cumplimiento del fallo para descontaminar el río Bogotá, también está al tanto de esta situación. “El tema es muy grave en materia de salud pública. En toda la sabana se está regando cultivos con agua sucia y de pozos profundos que no sabemos si está contaminada o no. En los pueblos cercanos al río Magdalena - Ricaurte y Girardot - el agua está muy infectada para la pesca y de allá sacan bagre y bocachico, peces que en esas condiciones pueden producir fiebre tifoidea”.

Ante el incumplimiento de las normas ambientales, la magistrada Villamizar ya decidió que si siguen encontrando vacas en la ribera del río, estás serán decomisadas y rematadas. Con respecto a los cultivos, lo más importante, comenta, es ampliar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) del Salitre, construir la planta de Canoas e implementar los planes maestros de acueducto y alcantarillado en los 47 municipios ribereños para que las aguas residuales lleguen a las plantas de tratamiento.