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Así funciona el impuesto nacional al carbono

En Colombia avanzan las reglamentaciones para cobrar por quemar combustibles fósiles. Entérese en menos de un minuto cuánto vale, quiénes tendrán que pagar y para qué se va a usar esa plata.

31 de agosto de 2017

El impuesto nacional al carbono

Hace cerca de dos años, el presidente Juan Manuel Santos anunció ante los asistentes a la COP 21 de París que el aporte de Colombia frente al Cambio Climático sería reducir el 20% de sus emisiones contaminantes hacia 2030. Para cumplir esa promesa, el gobierno está desarrollando varias estrategias. Las principales son aumentar la extensión de las áreas protegidas y reducir la deforestación, pues la mayor parte de los gases de efecto invernadero provienen de la transformación de bosques en potreros.

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Sin embargo, existen otras medidas complementarias que no reciben tanta atención pública, pero cuya aplicación tendrá un impacto mucho más visible en la vida cotidiana de los colombianos. Una de ellas es el impuesto nacional al carbono que se incluyó en la reforma tributaria de finales del año pasado y que se ha venido reglamentando a lo largo del presente. Esta es una breve guía para entender de qué se trata y cómo se aplicará en el país.

¿Qué es?

El impuesto consiste en el pago de una tarifa relacionada con la producción de carbono, que es un elemento químico presente en los combustibles fósiles y que se libera en forma de gases efecto invernadero a la atmósfera cuando estos son quemados. En palabras más simples, es un pago que se debe realizar por contaminar el ambiente con los gases provenientes de la combustión de gasolina, ACPM, kerosene, Jet Fuel, Fuel Oil y Gas Natural. (Lea también: Conozca el nuevo impuesto a los combustibles)

¿Por qué?

El impuesto  responde a la necesidad del país de contar con instrumentos económicos para lograr el cumplimiento de las metas de reducción de la cantidad de gases de efecto invernadero que genera el país. El objetivo del impuesto es desestimular el uso de combustibles fósiles y promover la implementación de tecnologías energéticas más eficientes y más limpias. La importancia de este tributo radica en que la quema de combustibles genera el 27% de las emisiones contaminantes en Colombia, es decir, 51 millones de toneladas de CO2 equivalente. Por tanto, si el impuesto logra su objetivo, esta proporción tenderá a reducirse en los próximos años.

¿Cómo?

El impuesto nacional al carbono se debe pagar desde el 1 de enero de 2017 y tiene un valor para este año de 15.000 pesos por cada tonelada de CO2 generada por la quema de los combustibles, según los factores de emisión de CO2 que cada uno de estos tiene: por cada galón de gasolina se deben pagar 135 pesos adicionales, de Kerosene y Jet Fuel, 149, de ACPM 152 y Fuel Oil, 177. El gas natural también está gravado, pero solo para su uso en la industria de la refinación de hidrocarburos y la petroquímica y el precio adicional por metro cúbico es de 29 pesos. Estas tarifas se ajustarán cada año de acuerdo con la inflación del año anterior.

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Todos los usuarios de combustibles líquidos deben pagar el tributo. Los distribuidores, es decir, las empresas que le compran a Ecopetrol el combustible, le deben pagar a esta compañía el impuesto y esta, a su vez, debe transferirla a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). Los demás ciudadanos, es decir, quienes le compran los hidrocarburos a los distribuidores, lo pagan como un valor adicional en el precio. Es decir, desde el 1 de enero los consumidores están pagando 135 pesos adicionales por cada galón de gasolina, 152 por cada galón de ACPM y así sucesivamente. Este aumento solo se hace una vez por año.

Según el Ministerio de Ambiente, en este primer año de implementación se esperan recaudar entre 600.000 y 700.000 millones de pesos. Este dinero, según la ley, se deberá invertir el manejo de la erosión costera, la conservación de fuentes hídricas y la protección de ecosistemas. Sin embargo, hasta el momento no se ha definido cuál será la entidad encargada de administrar esos recursos ni los parámetros bajo los cuales debe hacerlo. Ese tema está pendiente de una reglamentación que deberá elaborar el MinAmbiente en los próximos meses. (Vea: “El impuesto al carbono evitará costos ambientales y riesgos sobre la salud humana”)