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Todas las personas con las que he trabajado en lugares con conflictos armados intensos tienen grandes sentimientos de compasión y amor… solo necesitaban un catalizador. | Foto: SEMANA

ENTREVISTA

“La lucha por el agua podría desatar la Tercera guerra mundial”

Sri Sri Ravi Shankar es un líder espiritual, humanitario y ambientalista nominado cinco veces al Nobel de paz. En su visita a Colombia habló con SEMANA sobre la importancia de encontrar la paz interior, preservar la naturaleza y ser solidarios.

26 de junio de 2015

En 1981 Sri Sri Ravi Shankar creó la Fundación el Arte de Vivir que con sus 152 sedes en diferentes países del mundo ha participado en actividades relacionadas con desarrollo sostenible, educación, resolución de conflictos y ayuda en catástrofes. Ravi Shankar ha sido asesor en conflictos como el de Israel y Palestina y con su equipo ha sido el primero en llegar a lugares golpeados por catástrofes como la del terremoto de Haití en 2010. En su paso por Colombia dejó un mensaje claro para los empresarios, los políticos y la sociedad colombiana en general: “deben terminar con la guerra. Cincuenta años son demasiados años en guerra”. 

SEMANA: Usted estudió ciencia moderna y religión y en su juventud dio muchas conferencias sobre estos dos temas. ¿Cómo logra unirlos sin que haya discrepancias? 

SRI SRI RAVI SHANKAR.: Nunca sentí que fueran temas opuestos porque uno estudia la naturaleza y el otro la consciencia, el ser.  En el este, el oriente, nunca ha existido el conflicto entre la ciencia y la espiritualidad porque siempre han estado juntos. Por eso en el oriente se dice que primero hay experimentar para luego creer; la ciencia dice lo mismo: primero hay que experimentar algo para creer en eso. En la cultura occidental, sin embargo, el paradigma es diferente: primero creen y luego lo pasan por la experiencia y por eso la relación entre la ciencia y la religión en occidente siempre será de amor y odio. 

S.: En sus viajes por el mundo ha visitado varios países que tienen conflictos armados. ¿Cómo ha sido el trabajo con las víctimas? 

S.S.R.S.: Todas las personas con las que he trabajado en lugares con conflictos armados intensos tienen grandes sentimientos de compasión y amor…solo necesitaban un catalizador y ese fue el papel que cumplí. Lo que le llevo a las personas es un cambio que los inspire a servir, porque solo alguien realmente feliz puede servir a los demás. Para lograr ese estado buscamos deshacernos del estrés para encontrar la paz interior. Cuando se encuentra esa paz es cuando quieres compartirla con otras personas y cuando se logra construir sociedades mejores, más resilientes y en paz.

S.: Aparte de los Proyectos sobre paz y buen vivir ha participado en varios Proyectos de conservación. ¿Es cierto que ha recuperado 14 ríos en India? 

S.S.R.S.: Un día un ingeniero retirado del departamento de irrigación de mi país vino a mí y me habló de un río que no había tenido agua en los últimos 14 años. Yo le dije que si el río era recuperado, la ciudad se vería beneficiada. Cuando lo dije mi imaginación voló y me pregunté ‘¿Por qué no hacerlo?’ El gobierno, sin embargo, no quería ni hablar del tema porque era demasiado costoso. Junto con mi equipo les dijimos que nos dejaran intentar recuperar el río. Lo hice porque siempre he amado hacer lo que otros creen imposible. Comencé a trabajar con algunos voluntarios y poco después logramos convencer a varios habitantes del pueblo para que nos ayudaran. En cuestión de meses el agua volvió a llegar y nos costó 250.000 dólares que es una suma muy por debajo de los mil millones que había calculado el gobierno. Así, con este mismo modelo de unión entre mi equipo, los voluntarios y los pobladores hemos recuperado varios ríos en los lugares donde la sequía es más intensa en India. La meta el año pasado fueron 14 ríos y lo logramos. 


S.: ¿Por qué hacer algo como recuperar un río? 

 S.S.R.S.: Porque el mundo lo necesita. La lucha por el agua podría desatar la Tercera guerra mundial. Es un recurso que falta en el mundo entero: en China, en Vietnam, en Corea, en India, en Rusia, en todas partes. Si hay algo cierto es que tenemos que cuidar la naturaleza para que ella pueda cuidarnos a nosotros.  

SEMANA: En varias ocasiones ha dicho que el amor puede cambiar el mundo. ¿Cómo es eso posible? 

SRI SRI RAVI SHANKAR.: El amor mueve el mundo; lo transforma. Todos aspiramos a encontrarlo y vivimos para eso. Un buen ejemplo de esto es nuestra relación con la naturaleza. Si la amas la vas a proteger. De la misma manera todos crecimos porque nuestros padres nos protegían y nos protegían porque nos amaban. No importa qué amemos, lo vamos a proteger, lo vamos a querer ver crecer. En el mundo de hoy es absolutamente necesario, entonces, amar la naturaleza. El que no lo hace es porque está estresado, tenso, porque es egoísta y carece de una visión más amplia del mundo. 

S.: Háblenos sobre la mente humana. 

S.S.R.S.: Lo más fascinante que tenemos todos es nuestra mente y, sin embargo, casi nunca pensamos en ella. Estamos tan atrapados en nuestra vida cotidiana que no nos miramos a nosotros mismos que es el primer paso para convertirnos en maestros. 

S.: Usted permaneció en silencio durante diez días. Luego comenzó a enseñar la importancia de la respiración. ¿Puede contarnos sobre esa experiencia? 

S.S.R.S.: Comencé a enseñar yoga antes de eso, pero antes de vivir esa experiencia sentía que había algo que sentía, que quería comunicar y no podía. Después de esos diez días de silencio logré comunicarlo y comenzar a enseñar todo lo que hoy es el Arte de Vivir. 

S.: Parte de sus estudios los ha dedicado a las diferentes etapas del desasosiego de la mente y el cuerpo. Ha dicho que el único desasosiego que no debemos cambiar es el del alma. ¿Por qué? 

S.S.R.S.: Ese desasosiego genera un deseo por algo más grande. Hace que veamos más allá de lo mundano, que veamos lo místico en el día a día. 

S.: Cómo definiría ese ver más allá… 

S.S.R.S.: Todos tenemos cinco sentidos entonces es algo que va más allá de esos cinco sentidos. Algo que mejora la intuición, algo que permite discernir mejor la realidad.