Home

Impacto

Artículo

Annie Leonard, creadora de The History of Stuff. | Foto: .

ENTREVISTA

Una conversación con la creadora de 'The Story of Stuff'

Annie Leonard, creadora de la serie de videos 'The Story of Stuff', habla sobre el camino hacia una comunidad saludable, una democracia diversa y sobre las tres cosas que hacen que la gente sea feliz.

Andrea Newell*
28 de septiembre de 2015

Annie Leonard ha pasado 20 años investigando de dónde vienen nuestras cosas, cómo las usamos y a dónde van a parar. Es la creadora del Proyecto The Story of Stuff, una serie de videos que discuten temas como la democracia, las botellas de agua, los esquemas de impuestos y comercio, los cosméticos y aparatos electrónicos. Ha viajado a más de 40 países y visitado cientos de fábricas y vertederos de basura. Ha visto de primera mano los efectos del consumo en bajas y grandes cantidades y está dedicada a construir comunidades verdes, limpias y seguras. (Vea: Las cifras del consumo responsable en Colombia)

Esta es una charla con Leonard sobre qué cosas y experiencias sirvieron de combustible para crear la pasión que hoy es su carrera.

Semana Sostenible: ¿Qué la hizo comenzar a hacer parte del mundo del activismo? ¿Qué la influenció y cómo?

Annie Leonard: Crecí en el nordeste pacífico e iba mucho a acampar de niña. Amaba lo que sentía al estar en el bosque. Algo de estar ahí se sentía real, me hacía creer que tenía los pies en la tierra. Por eso, al ver la tala de árboles indiscriminada, decidí ser una activista forestal cuando creciera. Fuí a la universidad en Nueva York, que es un lugar curioso para ser una activista forestal, pero todo salió bien.

Caminaba a la universidad cada día y veía unas montañas enormes de basura. Comencé a preguntarme por el contenido de las bolsas. Eso me llevó a investigar y a sorprenderme de que casi todo fuera papel. Mis amados bosques estaban siendo talados para hacer ese papel que luego terminaba en la basura pero, ¿a dónde iba la basura? Hacerme esa pregunta hizo que viajara a Staten Island, que es donde termina la basura de Nueva York. Fue fascinante ver el último engranaje, el lugar en el que todas nuestras cosas terminan. (Vea: 10 tips para vivir con menos plástico)

Nunca olvidaré ese momento. Ahí parada, en mi primer año de universidad, mirando pilas y pilas de basura. Hasta donde alcanzaba a ver había zapatos, electrodomésticos, libros, comida y muchas otras cosas. Pensé, “Por dios, tenemos un problema real. Hemos construido nuestra economía sobre un flujo insostenible de materiales que vienen de recursos finitos que terminan en la basura”.

Quise descifrar este problema. Para eso estudié manejo de basura y desperdicios en la universidad. Me fui a Washington D.C, trabajé con grupos ambientalistas y pasé 20 años viajando por el mundo visitando fábricas, y haciendo entrevistas sobre toxinas, químicos, polución, basura, consumo y pensando cómo unir todas estas piezas para entender la problemática. Todo eso fue lo que resumí en el libro y el video La historia de las cosas.

S.S.: ¿Cuándo creó ‘La historia de las cosas’ y cuál era su objetivo?

A.L.:
Durante casi diez años he hablado acerca de dónde vienen las cosas y hacia dónde van. Entre más sabía del tema menos lograba comunicar lo que quería decir de una forma entendible y relevante.

Intenté pensar en una manera de hablar de temas ambientales que fuera divertida, fácil, y que no fuera solo ciencia, gráficas y que no creara en el lector un sentimiento de culpa y miedo. Porque el miedo y la culpa no son poderosos y, sin embargo, muchos ambientalistas usan esos sentimientos para bombardear al público.

Por eso creé una charla que se trasformó en el video La historia de las cosas. Lo hice porque cada vez que daba la charla alguien me preguntaba por qué no la volvía un filme y después de tres años de resistir dejé que un amigo me filmara mientras hablaba. Llevamos esa filmación a Free Range Studios, que son unos genios para mostrar problemáticas y cómo cambiarlas. (Vea: Estos son los 6 tipos de consumidores de Colombia)

Subimos el video a la web para que fuera gratuito en diciembre de 2007. Nuestro sueño era que 50.000 personas lo vieran. Pensamos que si lográbamos alcanzar ese número, podríamos hacer que la gente hablara de la problemática. Para nuestro asombro el video fue visto por 50.000 personas en un día. Hoy, tiene más de 12 millones de vistas y hemos hecho varios videos adicionales que tienen más de 20 millones de vistas.

Me siento feliz por la reacción que tuvo la gente al video porque estos temas no son fáciles de comunicar y encontramos una manera divertida de hacerlo y de tener conversaciones con personas del mundo entero. Los videos han sido vistos en más de 200 países, en colegios, festivales y conferencias y es bueno saber que la gente que los vé busca tener conversaciones necesarias que antes no tenía.

S.S.: Si pudiera pedirles a las personas del mundo que hicieran un cambio en sus vidas, ¿cuál sería?

A.L.:
Si tuviera que escoger uno sería desarrollar la infraestructura y cultura de compartir. Hay muchas soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos que son muy complejos y técnicos, pero hay otras que son simples. Traer de vuelta el concepto de compartir es una de las últimas.
Vivimos en una realidad económica difícil y estamos traspasando los límites planetarios. Por eso debemos aprender a vivir con menos cosas. Si compartimos, podemos hacer menos minería, cortar menos árboles y lograr que los recursos que existen se prolonguen. (Vea: ¿Reservar y ahorrar energía?: la Powerwall de Tesla puede ser la solución)

Quizás lo más importante de compartir es que nos da más felicidad. Porque cuando compartimos hablamos con otras personas, nos relacionamos, creamos comunidades. Y entre más desarrollemos nuestras comunidades y salgamos del aislamiento en el que muchas veces vivimos, menos necesitaremos ir y comprar más cosas para llenar vacíos.

S.S.: ¿Cuál es su idea de la felicidad?

A.L.:
Hay tres cosas que hacen felices a las personas. La primera es la calidad de nuestras relaciones sociales. La segunda es tener tiempo libre y no trabajar todo el día. La tercera es que nuestra vida tenga propósito. Tengo esas tres cosas grabadas en mi cabeza. Para mí la felicidad real es que cualquier persona en el planeta pueda tener esas tres cosas. Una comunidad feliz y saludable, tiempo para pasarlo como quiera con quien quiera y una vida lleva de propósito.


*Periodista y colaboradora de The Story of Stuff