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La motosierra sigue gobernando en la Amazonia colombiana. Foto: Rodrigo Botero | Trágico: Deforestación aumentó 83% en Meta, Guaviare y Caquetá | Noticias hoy | Foto: Deforestación Meta

BOSQUES

Trágico: Deforestación aumentó 83 por ciento en Meta, Guaviare y Caquetá

En los tres primeros meses de este año, estos departamentos amazónicos perdieron 64.000 hectáreas de bosque, panorama que en el mismo periodo de 2019 fue de 35.000 hectáreas. La Amazonia concentró 68,3 por ciento de las alertas tempranas de deforestación del Ideam.

30 de septiembre de 2020

Todo apunta a que 2020 será uno de los años más críticos para los bosques colombianos, en especial los de la Amazonia. Así lo demuestran las constantes alertas de varias entidades, que revelan un alarmante incremento del accionar de la motosierra del acaparamiento y los motores de la deforestación en la región más biodiversa del planeta.

A través de mapas satelitales y sobrevuelos a ras de selva, la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) ya había advertido desde hace 5 meses que, entre enero y abril de este año, la Amazonia había perdido 75.031 hectáreas boscosas, cantidad que en todo 2019 fue de 73.000 hectáreas sólo en los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta.

“Este panorama está ligado a la fuerte sequía, fenómeno que las mafias aprovechan para prenderle fuego a los bosques previamente deforestado y dar marcha a los principales agentes deforestadores: el acaparamiento de tierras, ganadería extensiva, construcción de vías ilegales y frentes de minería ilegal”, dijo Rodrigo Botero, director de la FCDS.

Los cementerios de árboles son cada vez más grandes y frecuentes en la Amazonia colombiana. Foto: FCDS.

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonia) corroboró por ese entonces que la quema de la selva aumentó durante los primeros meses de la cuarentena por el coronavirus. “Personas inescrupulosas están duplicando los daños ambientales sobre las áreas de importancia ecológica, como San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá en Caquetá”.

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Por su parte, Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, denunció que el grupo armado organizado residual operado por Miguel Botache Santanilla, alias Gentil Duarte, le ordenó a 5.000 familias campesinas que habitan en los tres Parques Naturales del departamento, tumbar monte para sembrar como mínimo dos hectáreas de coca.

“Por cada hectárea de bosque tumbada y quemada, las mafias pagan hasta cinco millones de pesos. En los primeros seis meses de este año fueron deforestadas más de 22.000 hectáreas de bosque en Meta, cifra que en todo 2019 no superó las 23.000 hectáreas”, reveló el mandatario.

El hato ganadero en la Amazonia es cada vez más imponente. Foto: Rodrigo Botero.

Primeros datos oficiales

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) es la entidad encargada de revelar las cifras de la deforestación en el territorio nacional, informes que tradicionalmente son publicados de forma posterior.

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Ad portas del mes de octubre, el reporte de alertas tempranas de deforestación durante el primer trimestre de este año acaba de ver la luz pública. Sin embargo, el Ideam no lo ha publicado en el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono, portal donde reposan todos estos insumos para que la ciudadanía pueda consultarlos.

El reporte indica que entre enero y marzo de este año, la Amazonia concentró 68,3 por ciento de las alertas tempranas de deforestación en el país, panorama que en el mismo periodo de 2019 fue de 57,7 por ciento.

Tres departamentos amazónicos concentran la mayor pérdida de bosque en todo el país. Foto: Rodrigo Botero.

Meta, Guaviare y Caquetá fueron los departamentos más críticos. Según los datos del Ideam, la deforestación tuvo un incremento del 82,8 por ciento en estos territorios amazónicos, al pasar de aproximadamente 35.000 hectáreas deforestadas durante el primer trimestre de 2019 a 64.000 hectáreas este año (29.000 hectáreas más).

Caquetá perdió 25.064 hectáreas entre enero y marzo de 2020, departamento donde fueron identificados 1.166 polígonos sin bosque con áreas que oscilaron entre las 10 y 100 hectáreas. Meta sumó 24.288 hectáreas deforestadas (1.022 polígonos) y Guaviare 14.417 hectáreas (670 polígonos). El ranking departamental lo complementan Norte de Santander, Putumayo, Antioquia, Chocó, Bolívar, Vichada y Magdalena. 

La región Andina también registró un incremento en la cantidad de alertas tempranas por deforestación, al pasar del 15,5 por ciento en 2019 al 17,2 por ciento en 2020, al igual que la Orinoquia (de 1,1 por ciento a 2,3 por ciento). El Caribe y Pacífico disminuyeron sus porcentajes.

El acaparamiento de tierras es el principal motor de la deforestación en la Amazonia. Foto: Rodrigo Botero.

Municipios y áreas protegidas

Según el Ideam, 32 municipios fueron las principales víctimas de la deforestación entre enero y marzo de este año, siendo San José del Guaviare, Tibú, La Macarena, San Vicente del Caguán, Mapiripán, El Retorno, Puerto Rico, Calamar, Cartagena del Chairá y Cumaribo, los 10 más críticos.

El listado lo complementan Vistahermosa, Riosucio, Puerto Guzmán, Solano, Miraflores, Puerto Leguízamo, Cantagallo, San Pablo, Santa Marta, Sardinata, El Bagre, Anorá, Santa Rosa del Sur, Segovia, Amalfi, Uribe, Zaragoza, Puerto Asís, Remedios, Orito, Teorama y Puerto Caicedo.

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La motosierra estuvo concentrada en ocho Parques Nacionales Naturales: Sierra de La Macarena (47,1 por ciento de las alertas tempranas en áreas protegidas), Tinigua (25,7 por ciento), Chiribiquete (7,2 por ciento), Sierra Nevada de Santa Marta (6,9 por ciento), La Paya (4,3 por ciento), Catatumbo- Barí (4,1 por ciento), Cordillera de los Picachos (1,4 por ciento) y Paramillo (1,2 por ciento).

Las vías aparecen con mayor frecuencia en los territorios amazónicos. Foto: Rodrigo Botero.

Epicentros de la motosierra

En los primeros tres meses de este año, el Ideam identificó que la deforestación estuvo concentrada en 12 núcleos (10 en la Amazonia), dos más que en el mismo periodo de 2019.

1. San José del Guaviare y El Retorno

Concentra las mayores detecciones tempranas de deforestación del primer trimestre de 2020. Está localizado en límites de los municipios de San José del Guaviare y El Retorno, afectando una gran extensión del resguardo indígena Nukak-Maku y la zona occidental de la Reserva Nacional Natural Nukak.

La ampliación o apertura de vías no planificadas promueve la deforestación en esta zona. Persiste la conversión de bosques en pastizales con fines de acaparamiento de tierras y desarrollo de malas prácticas en ganadería extensiva. Hay una expansión de cultivos ilícitos”, dijo el Ideam.

Los parches deforestados son cada vez más grandes en la Amazonia. Foto: Jhon Barros.

2. Marginal de la Selva (Guaviare)

Límites entre Meta y Guaviare, en San José del Guaviare, Calamar y La Macarena. Entre los territorios más afectados están el resguardo indígena Llanos del Yarí-Yaragua II y la parte norte del Parque Chiribiquete.

La infraestructura vial es el principal factor de la deforestación. Hay carreteables no planificados en el extremo noroccidental del Chiribiquete, proceso que facilita la transformación de extensas áreas de bosque en pastizales para la ganadería extensiva”, revela el reporte del Ideam.

3. Parque Serranía de La Macarena (Meta)

Este núcleo, que abarca los municipios de Vistahermosa y Puerto Rico, registró cerca del 50 por ciento de los puntos de alertas de deforestación. Los principales motores de la pérdida de bosque son la praderización y ampliación de la frontera agropecuaria con malas prácticas de ganadería extensiva, al igual que vías no planificadas. Padece por cultivos ilícitos y extracción de madera ilegal.

Chiribiquete está entre las principales víctimas de la deforestación en Colombia. Foto: Jhon Barros.

4. Tibú (Norte de Santander) 

Serias afectaciones sobre los ríos Oro, Tomás y Tibú, resguardo indígena Motilón-Barí y sector oriental del Parque Nacional Catatumbo-Barí. “Los cultivos ilícitos continúan en aumento, presionando la expansión de la frontera agropecuaria sobre las áreas de bosque natural. A esto se suma la extracción informal de carbón y la demanda de madera para las actividades agropecuaria y minera”, indicó el Ideam.

5. Mapiripán (Meta)

Las detecciones tempranas de deforestación estuvieron concentradas en las cuencas de los ríos Siare e Iteviare. Según el Ideam, las principales causas son la ganadería extensiva y praderización con fines de acaparamiento, las cuales se dinamizan mediante quemas. “Los cultivos ilícitos tienen una tendencia a la reducción”.

6. Sabanas del Yarí (Caquetá)

Serias afectaciones en los municipios de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, los ríos Yarí y Cuenamiy y el sector suroccidental del Parque Nacional Chiribiquete.

Hay una creciente demanda de tierras en la zona a través de mercados informales que llevan al establecimiento de nuevos asentamientos desde las sabanas del Yarí hacia el límite occidental de Chiribiquete. La tala ilegal y quemas transforman las tierras en pastizales para la ganadería extensiva, incremento de hatos ganaderos o acaparamiento de tierras”, expresó el Ideam.

Las vías son catalogadas como uno de los principales motores de la deforestación. Foto: Jhon Barros.

7. Pacífico norte (Riosucio - Chocó)

Único núcleo para la región del Pacífico, en límites entre Chocó y Panamá. Afectaciones en los ríos Salaqui, Truando y Atrato, los resguardos indígenas de La Raya, Perancho, Peranchito, Yarumal y Río Quiparadó, y los consejos de comunidades negras de la cuenca Salaquí y La Nueva.

La principal causa de la deforestación está relacionada con la ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas. Hay presencia de cultivos ilícitos, tala, comercio ilegal de madera y vías no planificadas.

8. Parque Nacional Tinigua (Meta)

Concentra cerca del 30 por ciento de las alertas detectadas en las áreas protegidas del país. Está localizado en Meta, en sectores de los ríos Guayabero y Duda de La Macarena.

El Ideam indicó que la praderización a gran escala para la ganadería extensiva y el acaparamiento de tierras es la mayor causa de deforestación. “Al interior del área protegida se realizan quemas y extracción ilegal de madera de especies de gran valor comercial”.

Los bosques amazónicos sucumben cada vez más por la motosierra. Foto: Jhon Barros.

9. El Camuya (Caquetá)

Núcleo localizado al suroriente de San Vicente del Caguán, en parte del sector occidental del Parque Nacional Chiribiquete. Presenta una creciente demanda de tierras que ha promovido el acaparamiento ilegal y la expansión de la ganadería extensiva. 

“Estas actividades causan presiones en áreas del Yarí y el límite suroccidental del resguardo Llanos del Yarí-Yaguará II. El proceso informal de expansión vial no planificada afecta al Chiribiquete”, mencionó el Ideam.

10. Puerto Guzmán (Putumayo)

Afectación en varios sectores de las cuencas de los ríos Yurilla, Sabilla, Mandar y Fragua y el resguardo indígena Villa Catalina. La conversión de bosques en pastos con fines de acaparamiento de tierras y ganadería extensiva y cultivos ilícitos, son las principales causas de la deforestación.

La extracción ilícita de minerales y la extracción informal de madera para uso doméstico y comercio, también generan impactos sobre el bosque y los resguardos indígenas”.

Panorama de los bosques amazónicos debido al incremento de la deforestación. Foto: Jhon Barros.

11. Río Suncilla (Caquetá)

Localizado en límites de los municipios de Cartagena de Chairá y Solano, en el interfluvio del río Suncilla y la quebrada La Carrizal. Acaparamiento de tierras y ganadería extensiva agotan la capacidad productiva de los suelos. “Hay presencia de tala de bosques para la extracción ilegal de madera”.

12. Paraíso del Yarí (Caquetá)

Localizado en el municipio de San Vicente del Caguán. Las principales causas de la pérdida de bosque corresponden al acaparamiento de tierras y la ganadería extensiva, motores que tienen su raíz en el reciente incremento del hato ganadero y las vías no planificadas.

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El Ideam también prende las alarmas en la Sierra Nevada de Santa Marta, debido a detecciones tempranas en los corregimientos de Guachaca y Minca, resguardo indígena Kogui-Malayo y la vereda Palomino en Dibulla.

“En la serranía de San Lucas hay pérdida de bosque en los límites de los departamentos de Antioquia y Bolívar. Las áreas más afectadas están en los municipios de Cantagallo, San Pablo, Anorí y Segovia”.