El potencial ambiental de la zona rural de Bitaco es amplia debido a su diversidad de especies tanto de flora como de fauna. Foto: Agrícola Himalaya. | Foto: AGRÍCOLA HIMALAYA

MEDIOAMBIENTE

Así se cultiva y produce té protegiendo los ecosistemas en el Valle

En la parte montañosa del corregimiento de Bitaco, lugar considerado una joya ambiental, están los únicos cultivos de té del país. Allí se desarrolla un programa que busca conservar las fuentes hídricas, los ecosistemas naturales y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

9 de agosto de 2020

Colombia es un país de joyas ambientales y en el corregimiento de Bitaco, en la parte más alta del municipio de La Cumbre, en el Valle del Cauca, está una de ellas. En este lugar se encuentra una inmensa reserva natural y de biodiversidad única en la región, que convive con los únicos cultivos de té existentes en el país. 

Es un espacio con miles de hectáreas de vegetación y bosques nativos, que se han convertido en corredor estratégico para el paso de diversas especies. Dada su gran riqueza, en el lugar se desarrollan una serie de proyectos tendientes a proteger la naturaleza, empezando por las fuentes hídricas, pero también a apoyar a las comunidades, pues se trata de una zona que enfrenta dificultades económicas. 

"Todos los días hay quemas y talas en Bitaco y esta es una joya ambiental a la que todos debemos cuidar", dice Carlota Llano, gerente de la Fundación Agrícola Himalaya, firma que maneja los temas se sostenibilidad y ambientales de Agrícola Himalaya, productora de las marcas de té Hindú y Bitaco. 

Se trata de un área muy importante, pues allí nacen las aguas que surten al municipio de La Cumbre y parte de las poblaciones de Dagua, Yumbo y Cali. Llano, dice que el trabajo se ha centrado en contagiar a los demás de la necesidad de cuidar y proteger los ecosistemas y más en momentos en que el cambio climático es una realidad y se deben tomar acciones tendientes a mitigarlo.

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Los cultivos de té se encuentran ubicados en un área de bosque de niebla que pertenece a la Reserva Forestal Protectora del Río Bitaco y allí también está la Reserva Natural Himalaya. Esta zona hace parte del Registro Nacional de Áreas Protegidas y de acuerdo con los registros de la empresa allí habitan 256 especies de aves, 28 de anfibios, 23 de reptiles, 28 de mamíferos y 772 especies de flora, entre ellas, más de 150 de orquídeas. En este punto también nace el río Bitaco -principal fuente de agua del corregimiento-, donde empieza la cuenca del pacífico.

Desarrollo rural sostenible

Agrícola Himalaya cuenta con 200 hectáreas de terreno, de las cuales 100 corresponden a bosque nativo y 71 están sembradas con plantas de té. Para Llano, la generación de valor de una empresa debe estar ligada con un concepto de sostenibilidad. “Si tú no cuidas el planeta, no cuidas a la gente, no trabajas por un desarrollo rural sostenible, generar valor económico solamente no tiene sentido y tampoco es ético”, manifiesta.  

En los cultivos de té, Agrícola Himalaya emplea a 100 personas del corregimiento de Bitaco. Foto: Agrícola Himalaya.

Con esta premisa clara, la Fundación se ha dedicado al empoderamiento de la comunidad para que los proyectos ambientales sean sostenibles. En 2016, con el apoyo de la fundación alemana Misereor, inició el proyecto: "Gestión ambiental del territorio para una vida saludable en familia y en comunidad en el corregimiento de Bitaco", cuya esencia es la protección del agua.

Se trata de un recurso de gran importancia para las comunidades y para los ecosistemas que hay en la región. "Estamos trabajando en el Valle del Cauca montañoso, que es la otra cara del departamento, con necesidades económicas y en donde hay grandes cosas por hacer", manifiesta Llano.  

Son varios los aspectos abordados en torno al agua: Trabajar con las comunidades para que no se realicen vertimientos a las fuentes hídricas, hacer siembras y establecer un plan integral del manejo de residuos sólidos. Uno de los principales objetivos trazados fue la descontaminación de la cuenca alta y media del río Bitaco. 

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En lo referente a vertimentos, el trabajo realizado ha contado con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), que realizó la entrega de 120 pozos sépticos que ayudan a la mitad de los hogares que viven en esa zona rural y que vierten las aguas negras a las fuentes hídricas. También con la ayuda de la autoridad ambiental, lograron erradicar 200 vertimentos.

Agrícola Himalaya desarrolla programas encaminados a cuidar el ambiente y ayudar a las comunidades. Foto: Agrícola Himalaya

En siembra de árboles también se han registrado grandes avances. En tres años de la primera fase del proyecto fueron sembrados 37.000 en zonas estratégicas de producción de agua, manifiesta la directiva. El propósito de la Fundación es plantar alrededor de 15.000 árboles anuales. 
De igual forma, la empresa cuenta con un vivero de 100 especies nativas, con el que buscan crear un corredor biológico para descontaminar la cuenca alta y media del río Bitaco. 

Carlota Llano, asegura que el objetivo es convertirse en proveedores del cien por ciento de los árboles que se necesite sembrar en Bitaco para crear su corredor biológico. "El bosque regula el agua, así que si se cuida habrá vida para todos. Trabajamos con las juntas de acción comunal para que haya un apropiamiento de la comunidad sobre su territorio”.

Manejo de residuos sólidos

Un segundo aspecto es el manejo del plan integral de residuos sólidos, pues la gente quema y bota a la cañada. Aquí se ha realizado un proceso educativo en cada uno de los hogares para que aprendan a hacer el manejo en la fuente, la separación de residuos y que tengan claro qué pueden reciclar. Hay 357 familias inscritasen el programa. Con el apoyo de la CVC crearon los Espacios de Clasificación y Almacenamiento (ECA), para disponer de mejor forma los residuos, a la vez que trabajan en cómo fomentar el negocio del reciclaje. 

Ahora también realizan un diagnóstico del agua potable, con el fin de que este recurso le llegue en mejores condiciones a un mayor importante de habitantes de la región. 

Este gran proyecto, que inició con una base de recursos de 569 millones de pesos, aportados por partes iguales entre la Fundación Agrícola Himalaya y la Fundación Misereor y que al final sumó una inversión total de 1.700 millones de pesos, gracias al aporte de la CVC, la Fundación Corona y empresarios locales, fue galardonado este año en los Premios Latinoamérica Verde, que reconocen la labor de las organizaciones en la región con el objetivo de propiciar un mejor hábitat para el mundo.

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La iniciativa compitió en la categoría Agua, en la que obtuvo la séptima ubicación. En total se postularon 2.540 trabajos en 10 categorías, ubicándose en el lugar 42. El premio reconoce los mejores 500 proyectos socio-ambientales de Latinoamérica, España y las comunidades hispanas de Estados Unidos y Canadá.

Carlota Llano asegura que el trabajo se centra en un modelo de desarrollo rural sostenible, pues estas zonas rurales no se logran sacar adelante sino produciendo y elaborando productos de valor agregado, los cuales se deben hacer con buenas prácticas porque es la forma de cuidar no solo el medio ambiente sino a los humanos.

Tejiendo futuro

Terminada la primera fase, la cual seguirán fortaleciendo, la Fundación Agrícola Himalaya ya inició un segundo proyecto demoninado “Tejiendo futuro”, en alianza con la misma fundación alemana y la Federación Nacional de Cafeteros, el cual busca contribuir a la mejora de calidad de vida de las comunidades campesinas de Bitaco, a través de asociatividad, el emprendimiento y la gestión ambiental.

En instituciones educativas se enseña la importancia de cuidar la naturaleza emprendiendo. Foto: Agrícola Himalaya. 

Llano dice que es importante que las familias emprendan y por ello comenzarán a apoyar 150 emprendimientos en los que se priorizarán jóvenes y mujeres, con la idea de generar mayores ingresos en la región y que las nuevas generaciones se queden en la población y no migren a otros lugares y ciudades del país. El objetivo es dinamizar la economía local.

Los recursos base con los que cuenta esta segunda parte del proyecto suman 800 millones de pesos, pero la apuesta de Llano es trabajar para conseguir un monto mayor que permita un desarrollo más amplio de la iniciativa.