Los monos aulladores son importantes dispersadores de semillas en los lugares en los que habitan. Foto: Corantioquia

ANIMALES

Catorce monos aulladores fueron liberados en su hábitat natural

Luego de haber sido rehabilitados durante tres años y seis meses en el Zoológico Santa Fe de Medellín, en donde les enseñaron a valerse por sí mismos en vida silvestre, estos animales fueron liberados en el Magdalena Medio antioqueño.

16 de diciembre de 2019

Un grupo de 14 monos aulladores rojos, una de las especies más traficada de forma ilegal en el país, fue liberado en bosques de una zona rural del Magdalena Medio antioqueño. Este fin de semana volvieron a la libertad tres hembras y cuatro machos, incluida una cría nacida en el zoológico Santa Fe de Medellín, el pasado mes de junio.

El proceso de liberación se realizó en la Reserva Huella Salvaje y se sumó a otro en el que siete ejemplares de la misma especie habían sido dejados en una zona distinta con el objetivo de que consoliden grupos separados.

El procedimiento, que se dio como producto de la coordinación entre el Parque Zoológico Santa Fe, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES, consistió en una liberación blanda, en la que los animales tuvieron la oportunidad de adaptarse al nuevo entorno ubicados dentro un encierro instalado en el punto que, a partir de ahora, es su lugar de residencia.

A estos ejemplares se les suministrará un sumplemento alimentario durante algunos días, mientras deciden desplazarse a otros puntos del bosque y comienzan a alimentarse de manera autónoma con los productos del bosque. Estos animales comen principalmente hojas, aunque también se alimentan de frutos cuando están disponibles, lo que los hace importantes dispersores de sus semillas en los bosques que habitan.

Biólogos y otros expertos en campo se encargarán de monitorearlos a través de seguimiento satelital, con el fin de establecer el comportamiento de cada uno de los ejemplares en este nuevo hogar, en el que hay disponibilidad de alimento, refugio y condiciones óptimas para que continúen su ciclo de vida.

Este predio en el Magdalena Medio es conservado por la organización Huella Salvaje, que busca conciliar las actividades productivas con la preservación de la biodiversidad, a partir de procesos de educación y conocimiento de los recursos naturales de su zona.

Las autoridades encargadas de realizar este proceso dijeron que tanto la rehabilitación como el monitoreo son el resultado de un trabajo coordinado en el que el Zoológico Santa Fe invirtió alrededor de 190 millones de pesos durante los 3 años y medio que tomó la conformación de los grupos y la readaptación. Por su parte, el convenio entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES ha aportado cerca de 40 millones de pesos al proceso de liberación blanda y monitoreo. Lo anterior con el fin de garantizar el bienestar de los animales durante su estadía en el Zoológico y en el bosque que fue elegido para que sea su hogar. 

Monos como mascotas

Esta es una de las especies de monos más traficada en Colombia. Cada año decenas de ellos, por lo general crías, son arrancadas de sus grupos familiares, muchas veces atentando contra la vida de la madre y los demás monos que las protegen, y vendidos por traficantes a los viajeros, en un proceso de compra que suele presentarse especialmente durante los períodos de vacaciones.

En estos procesos muchos de ellos mueren; otros llegan a centros poblados y a hogares, donde reciben alimentos inadecuados que los enferman. Adicionalmente, en este secuestro pierden su identidad con la especie al crecer solos y lejos de sus grupos, lo que altera su comportamiento: se deprimen, se ponen agresivos y se humanizan a niveles irreversibles, lo que en muchos casos no permite su recuperación.

También pueden transmitir y recibir enfermedades de los animales domésticos y las personas, además de que son sometidos a maltrato animal. La situación es tan grave, que muchos fallecen antes de que sus compradores decidan entregarlos o sean incautados por la autoridad ambiental.

En los últimos 5 años, Corantioquia ha recuperado 14 individuos de Alouatta seniculus y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá 42 monos. Muchos de estos terminan en colecciones como las del Parque Zoológico Santa Fe, que además de ofrecer un espacio para individuos que no pueden retornar a la libertad, cuenta con un programa de rehabilitación de monos aulladores rojos.

La primera rehabilitación exitosa de este tipo de ejemplares se desarrolló en el año 2000, en el municipio de La Pintada, donde actualmente grupos de aulladores se desplazan libremente entre las ramas de los árboles que, además, fueron sembrados por el Zoológico en una zona anteriormente destinada a la ganadería.

A esta experiencia le han seguido otras, en diversos bosques de Antioquia. El número de monos aulladores rojos rehabilitados y liberados suma 154.