MUNDO

Contaminación del aire causó 275.000 muertes prematuras en China

La impactante cifra fue publicada por Greenpeace y la Universidad de Pekín.

5 de febrero de 2015

Durante el 2013 la contaminación del aire provocó 275.000 muertes prematuras en las 31 principales ciudades de China, esto según un estudio de Greenpeace en colaboración con la Universidad de Pekín. (Vea: Así se ve la contaminación mundial de un año)

El documento es pionero en el país asiático porque es el primero que analiza la concentración de las partículas contaminantes PM 2,5 - las más dañinas para la salud porque penetran directamente en los pulmones- y relaciona estos índices con los efectos en la salud.

La publicación conjunta señala que en Pekín 79 de cada 100.000 personas fallecen prematuramente como resultado de la grave contaminación del aire. Y que en 12 de las 31 ciudades estudiadas los niveles de PM 2,5 provocaron la muerte de 100 de cada 100.000 habitantes. 

Además, 21 de las 31 ciudades estudiadas están en una peor situación por el gran número de fábricas de carbón existentes, pero estas pequeñas localidades no reciben la atención suficiente. “Aunque la capital tenga mucha fama de mal aire, hay otras zonas del país que están peor”, asegura Greenpeace.

El objetivo de varios gobiernos locales es reducir la polución de aquí al 2017, pero el informe señala que con estas acciones solo se evitarían 26.000 muertes de las 275.000. "El estudio pone en evidencia la paradoja de que el corazón del sistema de desarrollo de China se basa en la energía sucia. La prosperidad y la calidad de vida siguen aumentando, mientras millones de personas ven acortadas sus vidas", aseguró Fang Yuan, representante de Greenpeace. (Vea: ¿Qué pasará con el tratado de EE. UU. y China contra cambio climático?)

A pesar del impacto del informe el optimismo es poco ya que el gobierno central continua haciendo hincapié en que el desarrollo económico no debe disminuir. Por esta razón Greenpeace lanzó una petición para que el gobierno atienda un problema crucial que puede desencadenar una verdadera crisis en las próximas décadas.

Además, Greenpeace y la Universidad de Pekín dicen que las cifras podrían ser aún más alarmantes porque el estudio no recoge datos de algunas de zonas más contaminadas en China, como Hebei.