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ACADEMIA

Ciclorrutas en calzada aumentarían uso de la bicicleta

Con una nueva metodología que propone ubicar y construir vías para ciclas en las calzadas de los carros, se mejoraría la cobertura de este medio de transporte en Bogotá.

20 de septiembre de 2016

Por: Agencia de noticias Universidad Nacional

Así lo explica Luis Eduardo González Sanguino, magíster en Ingeniería de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien adelantó un estudio en la capital y planteó una infraestructura para dos zonas (Kennedy y Teusaquillo) que beneficien la movilidad y aumenten la comodidad de los ciclistas.

Para esto, propuso la planeación de ciclorrutas en calzada, es decir, adecuar un carril para las bicicletas en la vía de los automotores, en zonas donde la Secretaría de Movilidad busca implementar el Sistema de Bicicletas Públicas (SBP), que consta de una red de estaciones de alquiler, distribuidas en puntos estratégicos de la ciudad.

“Tenemos la cultura de subir al ciclista al andén porque creemos que así estará más protegido, pero lo cierto es que le estamos dando menos confort y generando mayores conflictos en las intersecciones y cruces que él debe hacer, a lo que se suman los problemas por cambios de niveles. Tales aspectos conllevan a desincentivar el uso de la bicicleta”, comentó el ingeniero González.

Para la localidad de Kennedy, el investigador propuso dos tramos de ciclorrutas en calzada, en la calle 26 sur y la carrera 78K, las cuales tendrían una calzada unidireccional junto al separador, sumado a modificaciones en las intersecciones semaforizadas existentes.

En Teusaquillo se propone evaluar los tramos de la calle 45, la carrera 24 y la calle 36, determinando ciclorrutas unidireccionales o bidireccionales (según sea el caso), y modificar las intersecciones de los semáforos.

“Con esto mejora en más de un 22 % la cobertura en las dos zonas y la infraestructura beneficia las condiciones del ciclista; finalmente, se traduce en un proyecto y un sistema de Desarrollo Orientado al Transporte Sustentable (DOTS)”, agregó.

Para desarrollar la metodología, el investigador analizó variables como el transporte público, los paraderos, los centros de atracción y generación de viajes como instituciones educativas, oficinas, CADE, alcaldías, universidades y puntos de accidentalidad.

Uno de los principios fundamentales de un sistema de transporte sustentable es que todas las personas tengan un medio para movilizarse a menos de 200 metros. Por ejemplo, un cicloparqueadero o un paradero de buses.

Sin embargo, se encontró que en Kennedy alrededor del 50 % no tiene cobertura de infraestructura y en Teusaquillo el porcentaje alcanza hasta el 70 %. En esta última localidad el caso es más crítico, puesto que es de menor tamaño.

Por tanto, la mayor parte de los habitantes no realizan ningún tipo de transbordo en sus trayectorias. Del total de viajes en bicicleta, tan solo el 0,24 % realiza un intercambio a un vehículo motorizado y un 0,17 % luego utiliza el sistema de transporte masivo de la ciudad (datos obtenidos de la encuesta del 2011).

Proyectos de movilidad inconclusos

El investigador también revisó los proyectos de movilidad que están en curso para transporte no motorizado, como la construcción de ciclo estaciones, ciclo puentes y RAPS (Redes Ambientales Peatonales Seguras), que buscan generar corredores para caminar y circular en vehículos sin motor; además de iniciativas como “Al Colegio en Bici” para incentivar el uso de este vehículo en los niños.

Asimismo, la creación de kilómetros que plantearon en el Plan de Desarrollo no fueron ejecutados. Y si bien los demás proyectos se pusieron en marcha, estos no están integrados.

“En la misma zona donde se tiene “Al Proyecto en Bici” deberían generar nuevos kilómetros para que sea seguro; nuevos ciclo puentes para que los niños tengan cómo cruzar y zonas de RAPS, donde puedan pasar”, agregó el magíster.

En Kennedy no hay ciclo puentes y se lleva a cabo “Al Colegio en Bici”, pero los cicloparqueaderos están asociados a TransMilenio y no superan tres estaciones.

Además de implementar nueva infraestructura, el estudio propone una revisión del marco normativo a nivel distrital para conocer las deficiencias y fortalecer los proyectos que se estén ejecutando.