CONSERVACIÓN

COP13, una reunón llena de pesimismo para la biodiversidad

A cuatro años de que se venza el plazo para mejorar las condiciones de los bosques, los océanos, el agua dulce y de las especies silvestres, solo 5% de los países podrán cumplir con los objetivos.

2 de diciembre de 2016

La 13ª conferencia de la ONU sobre biodiversidad comenzó este viernes con un trasfondo de pesimismo y con escaso tiempo para alcanzar sus apremiantes metas, mientras México, el anfitrión, propone dar un golpe de timón al invitar a sectores como el turismo y la agricultura.

“Ante los informes poco alentadores” se pedirá a los tomadores de decisiones de las más de 190 naciones que forman el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) que “intensifiquen sus esfuerzos” para proteger los ecosistemas, “en los que se basa la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la salud de miles de millones de personas”, indica un comunicado difundido por la ONU.

Durante las reuniones, que se celebrarán en el balneario de Cancún hasta el 17 de diciembre, se evaluarán estudios que demuestran que alrededor de dos tercios de las metas establecidas en 2010 -llamadas metas de Aichi- no serán alcanzadas en el plazo estimado de 2020.

Esto “tendrá graves repercusiones para el bienestar humano”, añade el parte.

A cuatro años de que se venza el plazo para mejorar las condiciones de los bosques, los océanos, el agua dulce y de las especies silvestres, solo 5% de los países podrán cumplir con los objetivos, coincidió la ONG ambientalista World Wildlife Fund (WWF).

Para 2020 “es posible que el mundo haya sido testigo de una disminución de dos tercios en la población de la fauna mundial en solo medio siglo”, según WWF.

Sir Robert Watson, presidente de la plataforma intergubernamental científico-política, apuntó que la continua pérdida de biodiversidad socavará la capacidad para mitigar la pobreza y mejorar la salud humana.

“Humanizando” la biodiversidad

Y ahora, “¿qué nos hará creer que podemos acelerar el paso y alcanzar las metas de Aichi? Porque el enfoque habitual de las empresas no nos llevarán a ello”, dijo a la AFP Deon Nel, director global de conservación en WWF.

Ante este panorama, México -como anfitrión- sentará en la mesa a líderes de los sectores agrícola, forestal, pesquero y turístico, que tienen un impacto negativo sobre la biodiversidad para que incorporen en sus políticas criterios de conservación y uso sostenible de las especies y recursos.

“Estamos humanizando la biodiversidad, no solo es bonita y exótica e intocable, sino que tenemos que manejarla de manera responsable”, comentó el biólogo Hesiquio Benítez, de la mexicana Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

Si esto funciona, en las próximas reuniones se invitará a representantes de otros sectores, como el energético, minero y de transporte.

Pero para Nel, esto no será suficiente.

La inclusión de la biodiversidad “debe partir del corazón de los planes económicos y financieros (...) en un nivel más fundamental”, para luego ir hacia los sectores más específicas, explicó.

Estados Unidos solo observador

El Convenio sobre la Diversidad Biológica ha sido ratificado por todos los Estados miembro de la ONU excepto Estados Unidos. Sin embargo, asistirá a la reunión en Cancún como país observador.

Hace unos días, culminó en Marrakech la 22ª Conferencia sobre el Clima de la ONU con los ánimos ensombrecidos por la llegada a la presidencia estadounidense de Donald Trump, quien llegó a calificar de "patraña" el cambio climático.

“Estados Unidos es un país muy influyente” y el actual cambio de administración trae “mucha incertidumbre en temas ambientales”, comentó Nel.

Los ambientalistas temen que bajo el mandato de Trump, Estados Unidos -uno de los mayores emisores de CO2- se retire de la convención sobre el clima de la ONU, renuncie a limitar las emisiones de efecto invernadero procedentes esencialmente del carbón, gas y petróleo, y deje de financiar energías limpias en los países en desarrollo.