El derrame de petróleo ya alcanzó el río Catatumbo, lo que ha generado una grave emergencia ambiental. Foto: Ecopetrol. | Foto: Ecopetrol

MEDIO AMBIENTE

Una mancha de petróleo invade el río Catatumbo

Con el paso de las horas la situación en Norte de Santander empeora. El agua, el suelo, la flora y la fauna se ven amenazados por el derrame de crudo que produjo un atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas. Comunidades están en alerta. Ejército responsabilizó de la emergencia al ELN.

13 de febrero de 2019

La llegada de petróleo al río Catatumbo, tras la voladura del oleducto Caño Limón-Coveñas en la vereda Llana Baja del municipio de Teorama (Norte de Santander), además del grave impacto ambiental, genera preocupación entre las comunidades aledañas al afluente. 

Es el caso de los habitantes de los corregimientos de San Pablo y El Aserrío que toman de esa fuente hídrica el agua para su consumo, el de los animales y el regadío de cultivos.


Ante la emergencia ocasionada por el derrame de crudo, Ecopetrol instó a las comunidades a no tomar agua de la quebrada La Llana, afluente al que cayó inicialmente el crudo, así como del río Catatumbo. Además solicitó no utilizar elementos que puedan generar chispas y hacer fogatas.

"Este es un atentado más que se suma a los registrados este año. Son 11 en total: siete contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, tres contra el Trasandino y uno contra el Mansoyá-Orito. Ecopetrol hace un llamado enérgico frente a estos atentados que ponen en riesgo la integridad y seguridad de las personas y afectan gravemente a las comunidades, el medio amebiente y el entorno", indicó Aníbal Fernández de Soto, vicepresidente de Desarrollo de Ecopetrol en Blu Radio.

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El funcionario agregó que desde la empresa existe una gran preocupación porque estas voladuras se están empezando a ver cada vez más cerca a los centros poblados y a zonas donde habitan comunidades rurales. "Es un momento para hacer un gran llamado de rechazo nacional, ya que esto nos afecta a todos los colombianos", recalcó.

Luego de haber sido asegurada la zona por parte del Ejército, la empresa petrolera activó toda su capacidad técnica y logística para intentar contener la mancha de crudo que generó esta voladura, ocurrida el 12 de febrero, hacia las 4:45 p.m., y dispuso de un punto de control permanente en el corregimiento de La Gabarra, en Tibú, a 80 kilómetros de donde sucedió el hecho.

"Instalamos 16 líneas de barreras mecánicas para controlar presencia de crudo en río Catatumbo y punto de control alternativo en quebrada La Llana, luego de atentado a Caño Limón-Coveñas. Trabajamos con el Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Norte de Santander, la Secretaría de Salud de Teorama, Corponor y ANLA en la atención de la emergencia", informó Ecopetrol a través de su cuenta de Twitter.

Las Fuerzas Militares en Norte de Santander responsabilizan al ELN del atentado, mientras que la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) afirmó que por razones de orden público ha sido difícil controlar la emergencia, debido a que personal de Ecopetrol no ha podido ingresar a la zona.

Entre tanto, habitantes de la zona manifiestan que ya se pueden observar peces muertos bajando por el río.