El lanzamiento del satélite construido entre China y Francia se llevó a cabo en la base de lanzamientos de Jiuquan. Foto: STR/AFP | Foto: STR / AFP

MEDIO AMBIENTE

Desde el espacio estudiarán el clima y prevendrán tormentas y ciclones

China y Francia decidieron unirse para construir un satélite que fue lanzado este lunes. Con esta herramienta podrán observar el comportamiento de los océanos y los vientos.

29 de octubre de 2018

Fenómenos como los huracanes y tsunamis cada vez son más violentos. El cambio climático ha generado que esta clase de eventos naturales extremos se produzcan no solo con más fuerza, sino también con frecuencia. 

Para intentar contrarrestar sus efectos un cohete Larga Marcha-2C despegó este lunes desde la base de lanzamientos de Jiuquan (noroeste), con el CFOSAT ("China-France Oceanography SATellite") a bordo. Así lo indicó la Administración del Estado para la Ciencia, Tecnología e Industria de la Defensa Nacional. 

El satélite, de unos 650 kilogramos, se ocupará de estudiar el viento y las olas en la superficie marina las 24 horas, para contribuir a mejorar las previsiones meteorológicas marinas. 

Además, servirá para prever con más precisión tormentas fuertes o ciclones y permitirá a los climatólogos entender mejor las interacciones entre los océanos y la atmósfera, que juegan un papel fundamental en el clima. 

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Concebido por las agencias espaciales francesa (Cnes, siglas en francés de Centro nacional de estudios espaciales) y China (CNSA -- China National Space Administration), lleva consigo dos radares: el SWIM francés (que mide la direccion y la longitud de las olas) y el SCAT chino (que analiza la fuerza y la dirección de los vientos)

"Es histórico. Es la primera vez que hay un satélite chino realizado en cooperación internacional. Y el hecho de que sea con Francia demuestra la intensidad de los vínculos que tenemos con China", declaró Jean-Yves Le Gall, presidente del Cnes.

"Este satélite va a permitir avanzar considerablemente en la comprensión del cambio climático", agregó.

Símbolo político

El satélite, que pesa cerca de 650 kilogramos, lleva consigo dos radares. Foto: JIJI PRESS/AFP.

Colocado en órbita a una distancia de 520 kilómetros de la tierra, el satélite tendrá una vida de tres años.

Es el primero que Francia y China construyen en común y los datos que emita serán recogidos y analizados en estaciones terrestres ubicadas en ambos países. 

"Es verdaderamente un proyecto en el que salimos ganando todos, tanto Francia como China. Y, al mismo tiempo, es un bello símbolo político", subrayó Le Gall.

El presidente francés Emmanuel Macron y su homólogo chino Xi Jinping se congratularon por el exitoso lanzamiento durante una conversación telefónica, indicó la agencia China Nueva.

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El proyecto fue lanzado en 2007. También se lleva a cabo con el Centro Nacional de Investigación científica francés (CNRS, por sus siglas en francés), el Instituto francés de investigación para la explotación del mar (Ifremer) y el instituto francés de meteorología Météo-France.

"Este lanzamiento muestra que la comunidad internacional está cada vez más dispuesta a considerar a China como un socio de pleno derecho", opina Jacqueline Myrrhe, analista de Go-Taikonauts.com, un sitio internet especializado en el programa espacial chino.

China ha invertido en su programa espacial miles de millones de euros. Pekín espera tener una estación espacial habitada hacia 2022, y enviar a medio plazo a un hombre a la luna.