Los elefantes son una especie cdiciada por el marfil de sus cuernos.

Medio Ambiente

Las especies protegidas se extinguen hasta 1.000 veces más rápido

El tráfico ilegal de fauna y flora es el cuarto delito más lucrativo del mundo. Este crimen genera ganancias de casi 20.000 millones de dólares cada año.

5 de marzo de 2014

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Fauna Silvestre, el pasado tres de marzo,  el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) declaró que la tasa de extinción de las especies protegidas es hasta 1.000 veces superior a los niveles esperados de forma natural.

La destrucción de algunos ecosistemas, las condiciones de pobreza y explotación en ciertas partes del mundo y el comercio ilegal de la fauna y flora silvestres son las principales causas de esta problemática medio ambiental y social. 

El caso de los elefantes es uno especialmente preocupante. La caza de estos animales en África se ha duplicado en la última década y el comercio de marfil, por lo que son altamente apetecidos, se ha triplicado, alcanzando un máximo histórico de 41,6 toneladas de acuerdo al Pnuma.

En el caso de las especies de grandes simios, como los chimpancés y los orangutanes, estos son hurtados de sus hábitats naturales, en los bosques africanos y del Sudeste asiático para ser utilizados en la industria del ocio turístico. La organización estimó que son alrededor de 3000 simios las víctimas de esta tragedia.

El transporte ilegal de madera, que contribuye a la deforestación y por ende a la destrucción de los ecosistemas entre lo cual se incluye las especies de animales que viven en estos, está vinculado a la pobreza y podría ser reducido potenciando el desarrollo sostenible. 

Investigaciones realizadas por el Pnuma y la Interpol calculan que entre el 50 y el 90 por ciento de la tala en los países tropicales de la cuenca del Amazonas, África Central y del Sureste de África se está llevando a cabo a través del crimen organizado, según informó  la agencia de noticias Efe.

El comercio ilegal de especies de fauna y flora es está catalogado como el cuarto delito más lucrativo del mundo, después del narcotráfico, el tráfico de armas y el de personas.

Este crimen genera, de acuerdo a cifras del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF  por sus siglas en inglés) ganancias anuales de alrededor de 19.000 millones de dólares.

Con información de EFE.