Desde mediados de 1960 se realizan exploraciones submarinas, que en su mayoría, no han arrojado resultados satisfactorios. | Foto: .

MUNDO

Nueva Zelanda rechaza explotación minera submarina para proteger corales

El país oceánico prefirió la conservación de los corales pétreos, únicos en el mundo, a la debatida forma de minería.

17 de febrero de 2015

A pesar del elevado costo de la tecnología y la ignorancia existente acerca de las consecuencias de la explotación minera en el fondo marino. Son cientos las empresas que intentan realizar exploraciones, más que todo, en varios de los países de Oceanía y el sudeste asiático.

La presunción de grandes yacimientos de oro, cobre, plata y zinc en la profundidades submarinas ha llevado a países como Papúa Nueva Guinea ha arobar polémicos proyectos como el llamado Solwara I que iniciará en 2017 y que ha sido ampliamente criticado por las consecuencias que tendrá para el archipiélago indonesio. 

Sin embargo, Nueva Zelanda es uno de los ejemplos para el resto del mundo que enseña que la conservación puede llegar a ser mucho más importante que las ganancias económicas. La Autoridad de Protección Ambiental (EPA) rechazó la propuesta de la minera Chatham Rock Phosphate debido a que el impacto del proyecto en el fondo marino de la costa de Canterbury podría llegar a ser catastrófico. (Vea: El drama de la minería ilegal y criminal en Colombia)

Asimismo, la conservación de los corales pétreos (escleractineos) o corales duros fue otro de los argumentos de la autoridad ambiental ya que estas formaciones son los bloques básicos de construcción de los arrecifes coralinos tropicales.

La firma Chatham Rock Phosphate buscaba explotar 30 kilómetros cuadrados de nódulos de fosforita en profundidades entre 250 y 450 metros. Allí presumiblemente se obtendrían 1,5 millones de toneladas de fosforita al año. Sin embargo, la compañía tiene una alternativa que es apelar la decisión en los próximos 15 días.

Por su parte la organización más grande dedicada a la conservación de los oceános, Oceana, celebró el fallo y declaró que "la decisión de las autoridades de Nueva Zelanda es sin duda un ejemplo positivo a seguir en otras partes del mundo". Esto debido a que la mayoría de exploraciones submarinas mineras no han tenido mayor éxito hasta la fecha.