El Bisbita arbóreo. Foto: Frank Vassen | Foto: .

CIENCIA

Salvando la biodiversidad con binoculares y guías de campo

La observación de aves es un pasatiempo muy popular. Tres apasionados hablan sobre su afición a los plumíferos.

Alianza DW
18 de marzo de 2015

Son las 4:30 de la mañana, está a punto de amanecer. Un viento cálido sopla desde el sureste hasta el extremo norte de la isla holandesa de Texel. Junto a la tienda de campaña, se oye cantar a un ruiseñor a todo pulmón. Es hora de levantarse. Frente a la tienda, silban y gimen diversas especies de aves paseriformes allí donde se mire: papamoscas cerrojillos, colirrojos reales, tarabillas norteñas y bisbitas arbóreos. Están por todas partes.

Así es como se imagina Arjan Dwarshuis un perfecto comienzo del día. Desde su más tierna infancia, el joven estudiante de arqueología de Ámsterdam es un apasionado observador de aves. "Cuando era niño me causaba profundo respeto observar a estas maravillas emplumadas cuando se acercaban al comedero de nuestro jardín", recuerda Arjan.

Poco después, su primer libro de identificación de aves y un viejo par de binoculares de su abuelo fueron una gran revelación para él. Gracias a estas herramientas, ya no solo se limitaba a observar las bonitas aves de colores vivos en su jardín, sino que podía identificarlas y, además, las aves tenían nombres: herrerillos, tordos y picos picapinos, conocidos popularmente como pájaros carpinteros. Desde entonces apenas pasa un minuto libre sin dedicarlo a la observación de aves.

En los últimos 20 años ha visto casi la mitad de las aproximadamente 10.000 especies conocidas en todo el mundo y está seguro de que quiere seguir con este hobby para el resto de su vida. El aficionado espera incluso algún día poder ganar dinero con su pasión. Su mayor aventura hasta la fecha podría allanarle ese camino.

5.000 especies, 22 países, 1 registro

Actualmente Arjan se prepara para la competición “Big Year", el sueño de todo observador de aves. El objetivo consiste en avistar el mayor número de especies de aves durante todo un año. La prueba será en 2016. A lo largo de ese año, Arjan se ha propuesto atravesar 22 países de todo el mundo para observar 5000 especies de aves. De este modo pretende arrebatarles el récord mundial a los británicos Alan Davies y Ruth Miller, quienes en 2008 avistaron 4341 especies diferentes. Ellos también son fanáticos de las aves desde que recuerdan e incluso han podido desarrollar profesionalmente esta afición. Ambos han trabajado para la Sociedad Real para la Protección de las Aves (Royal Society for the Protection of Birds, RSPB, en inglés).

Como su nombre indica, el objetivo de esta organización consiste en la protección de las aves y a su vez de sus hábitats, incluyendo ríos, lagos, bosques, pantanos y acantilados costeros. "La RSPB protege estos paisajes de la destrucción o la explotación. De este modo, no solo se protege a los pájaros, sino a toda la biodiversidad, que acogen estos hábitats", explican Ruth y Alan.

Aunque ambos trabajaban con gusto para la RSPB, pronto se dieron cuenta de que pasaban más tiempo asistiendo a reuniones que avistando aves. Decidieron por ello tomar un año sabático para recorrer el mundo tranquilamente y observar aves. "Fue un amigo quien nos dio la idea de realizar un “Big Year” y establecer un nuevo récord mundial. Nos sugirió que si planeábamos tan bien el viaje, podíamos sacar algo de provecho de él”, explican Alan y Ruth. Ambos renunciaron a sus puestos de trabajo y vendieron todos sus bienes. Desde la idea inicial hasta la ejecución, necesitaron un total de 18 meses para preparar el viaje, que les condujo por 27 países y les brindó aventuras increíbles. Según cuentan, está confundido quién cree que la observación de aves es una actividad aburrida. Por lo contrario, puede incluso llegar a ser muy peligrosa.

La alegría y la desgracia pueden ir muy unidas

"En Sudáfrica nos vimos rodeados de un incendio en la selva. El viento empujaba las llamas con tanta fuerza hacia delante que no pudimos escapar. Buscamos protección en un edificio, rodeado por las llamas. En el interior el aire estaba lleno de humo y nos resultaba difícil respirar. Creímos realmente que nos moríamos", cuentan Alan y Ruth. "Nos salvamos porque el viento cambió de dirección. Sin embargo, otras catorce personas murieron en las llamas." Fue la peor experiencia que sufrieron ambos durante su intento de batir el récord mundial. Como compensación, nada mejor que el recuerdo de los momentos felices. Arjan Dwarshuis también es consciente de las dificultades: "cuando por fin pude observar la enorme belleza del chortilejo cordillerano, golpeado por el mal de altura a 4500 metros de altitud sobre el nivel del mar en los Andes peruanos, lloré de alegría. Fue una experiencia increíble".

Observación de aves como meditación

Al igual que Ruth, Alan y Arjan millones de personas en todo el mundo tienen como afición la observación de aves. Solo en los EE.UU. en 2011 se contaron 47 millones de personas y cada vez son más. Para Arjan es bastante plausible: "es el hobby más “cool” en general. Te conduce a los lugares más increíbles de la Tierra y nunca sabes qué es lo que te espera realmente. Te enseña a centrarte más en ti mismo y en el medio ambiente. Para mí es una especie de meditación, un descanso de la agitada vida en la ciudad", dice entusiasmado. Alan y Ruth también ven muchas ventajas en su afición. Ambos creen contribuir a la protección del medio ambiente con su actividad. Están convencidos de que para proteger un hábitat, es importante que la gente se interese por él. Sin embargo, solo se interesarán aquellos que lo conozcan y para ello es necesario aprender a ver. "Una vez que se ha experimentado el avistamiento de una hermosa ave en su entorno natural, se presta mayor atención a la protección de ese entorno" afirman ambos.

“Será más caro de lo que piensas”

Arjan también se ha propuesto contribuir a la protección del medio ambiente en su próximo viaje. Durante su gran año visitará 50 proyectos diferentes, que se ocupan de las especies de aves y ecosistemas más amenazados del planeta. En su blog pretende informar sobre estos proyectos, así como sobre su propia experiencia. De este modo, todas las partes interesadas podrán participar en su aventura y ayudar. "Voy a mostrar a la gente que la naturaleza necesita su apoyo y dinero para su conservación", cuenta Arjan con determinación. Ante él se avecina un año de preparación y planificación del viaje. Alan y Ruth le aconsejan especialmente que calcule más dinero de lo previsto inicialmente. A ellos mismos se les acabó el dinero y tuvieron que suprimir algunos países de su viaje, que les hubiera gustado visitar. Lo más importante, sin embargo, es que Arjan disfrute de su viaje y de las maravillosas aves.