MUNDO

La mitad del Patrimonio Mundial sufre de caza furtiva o tráfico ilegal

Cerca del 45% de los 200 sitios naturales clasificados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad enfrentan estas problemáticas.

18 de abril de 2017

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) publicó este martes un informe en el que se asegura que cerca de la mitad de los 200 sitios naturales clasificados como Patrimonio mundial de la Unesco son víctimas de la caza furtiva o de la explotación forestal ilegal.

Lo preocupante del informe es que gran parte de las especies vulnerables y amenazadas como elefantes, los rinocerontes y tigres; son perseguidos en 43 sitios del Patrimonio mundial. Pero la persecución no solo se da para los animales ya que la explotación forestal ilegal de especies vegetales preciosas, como el palo rosa o el ébano, se presenta en 26 sitios.

“Las especies clasificadas en la CITES (Convención de la ONU sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas y Fauna y Flora Salvaje) son víctimas de la extracción ilegal en el 45% de los sitios naturales inscritos en el Patrimonio mundial”, asegura el informe.

La ong afirma que esto es aún más preocupante porque estos sitios constituyen los últimos hábitats para especies amenazadas. Casi un tercio de los tigres en estado salvaje y el 40% de todos los elefantes de África viven en sitios de la Unesco, mientras que especies al borde de la extinción como el rinoceronte de Java o la marsopa de California, esperan encontrar la supervivencia en santuarios de la Unesco en Indonesia y México.

WWF hace énfasis en que la estimación del tamaño de las actividades implicadas ha sido difícil debido a su naturaleza ilícita. Por ejemplo, se sospecha que hay pesca ilegal en 18 de los 39 sitios marinos y costeros actualmente definidos.

Un problema también económico

La caza furtiva en los sitios de la Unesco pone en peligro a las especies pero también la economía local, principalmente al disminuir el atractivo de estos sitios para los turistas, que desean admirar a los animales en su medio natural. WWF calcula que la caza furtiva de elefantes priva cada año al continente africano de 25 millones de dólares en ingresos turísticos.

Asimismo, con un valor anual comprendido de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, el mercado del comercio ilegal de especies salvajes ocupa el cuarto puesto en la escala de mundial de comercios ilegales, por detrás de la droga, las falsificaciones y el tráfico de seres humanos.

En lo que respecta al comercio ilegal de madera de construcción (madera destinada a cualquier uso excepto la climatización), responsable del 90% de la deforestación registrada en los grandes países tropicales, el WWF la valora en entre 30.000 y 100.000 millones de dólares al año.

El documento subraya que poblaciones locales y criminales extranjeras participan en la caza furtiva de especies clasificadas en la CITES. “Aun así, queda espacio para distinguir el fenómeno practicado a pequeña escala por los locales para aprovisionarse de carne de caza y el ejercido a gran escala por las redes criminales”, concluye WWF.

Con información de Agencia AFP.