Ciudadano de Quibdó. (Foto: León Darío Peláez / SEMANA)

REGIÓN

Quibdó: Conexión y confianza

La diversidad del Pacífico y su diferencia con el resto del país obliga a las autoridades a desarrollar de la mano de su gente los programas y proyectos que proponen.

15 de diciembre de 2016

A los habitantes del Pacífico les sobran los motivos para sentir desconfianza, pero los participantes en Detonante 2016 tuvieron muchos para remediar esa situación. El primero y más evidente es que cada una de las partes se dedique a cumplir su palabra.

Sin embargo, eso no es suficiente. Asegurar que la oferta institucional se construya de la mano con los chocoanos, garantizar la estabilidad de la inversión tanto pública como privada, priorizar conjuntamente las intervenciones en la región y fortalecer los mecanismos de consulta previa para garantizar el derecho a la propiedad colectiva de la tierra, fueron algunos de los llamados más frecuentes.

Para Josefina Klinger, del Proyecto Mano Cambiada en Nuquí, un componente esencial que hace falta es la unidad de visión sobre el territorio: “Para unos, la oferta de servicios ambientales y el ecoturismo son lo más importante. Para otros, hay que construir puertos a donde lleguen las ballenas. Mientras tanto, las empresas se aprovechan de las fisuras para imponer visiones externas”.  Abrir espacios para la construcción de esa visión es el más firme compromiso del Festival Detonante y sus aliados. Cada uno de ellos ofrece a los chocoanos el alcance y el poder de la música para cultivar su emprendimiento individual y colectivo. (Vea: El cambio climático en Chocó no es un cuento)

María Andrea Nieto, directora de Empleo y Emprendimiento del Sena, asegura que la relación de los ciudadanos con el Estado mejora  cuando se identifican  y se arreglan los desacuerdos o ineficiencias entre las instituciones. Para ella, el Sena está en una posición excepcional para hacer el diagnóstico. “Es el que tiene mayor presencia en el territorio. Ese conocimiento de las regiones es el que permite muchas veces llegar a acuerdos y arreglar conflictos”, comenta.

El papel de Detonante es clave para Harold Vergara, de la Cámara de Comercio de Chocó. “Las particularidades del departamento hacen que el éxito dependa de variables distintas a las de otras regiones. Por eso, que regrese Detonante es clave para encontrar aliados y para, año tras año, presentar casos de éxito, ideas que hayan detonado para inspirar y aprender de los demás”.

La diversidad del Pacífico y su diferencia con el resto del país obliga a las autoridades a desarrollar de la mano de su gente los programas y proyectos que proponen. Ese es otro mensaje clave y repetido.  Por eso Detonante reiteró su compromiso de permanecer en Quibdó por lo menos cinco años más, para asegurar que sean los chocoanos quienes definan las prioridades de los programas y proyectos que llegan a la región.

Al igual que el año pasado, un gran concierto cerró la segunda versión del Festival Detonante con lleno total. El festival empezó con Alex Pichi, el rey del Bunde, un artista local que calentó al público, que había empezado a llegar al malecón desde poco antes de las seis de la tarde. Siguió Puerto Candelaria, el grupo paisa dirigido por Juancho Valencia, quien solo dos noches atrás se había llevado un Grammy Latino por los arreglos musicales en el álbum de Cuarteto Latinoamericano & Janmar. (Vea: La terrible situación de la salud en Chocó)

Luego, Rancho Aparte prendió la fiesta, confirmando el fervor de los quibdoseños por los artistas locales.  Dirigidos por Edwin Manuel Reyes, conocido en Quibdó como Dino, la sacaron del estadio con chirimía local. El aplauso que recibieron fue uno de los más estridentes de la noche.

Después el turno fue para Konono No. 1, un grupo de la República Democrática del Congo que hace música tradicional con instrumentos reciclados y que ganó un premio Grammy en 2010. El cierre estuvo a cargo de Willie Colón, quien volvía a Quibdó luego de 20 años de su último concierto en la ciudad. Cuando el rey del Trombón salió al escenario sobre la una de la mañana con las notas de Che Che Colé de fondo, el éxtasis fue total y el festival cerró con broche de oro.

Para el próximo año ya hay algo claro. Detonante volverá a Quibdó en su esfuerzo por ser cada vez  una mejor plataforma de generación de confianza que tanto pide el Chocó. Ese es su compromiso: procurar que el arte, el emprendimiento y los encuentros de líderes se traduzcan en más y mejores oportunidades para el Pacífico colombiano.