Foto del 16 de diciembre de 2009, que muestra a Fatu (Izq.) y Nabire en el zoológico Dvur Kralove. Nabire murió este lunes en la República Checa. | Foto: AFP

MUNDO

Casi extintos: solo quedan 4 rinocerontes blancos en el mundo

La codicia humana por cazar a este animal lo llevó a su inminente extinción, las posibilidades de que nazca un nuevo ejemplar de la especie son casi nulas.

28 de julio de 2015

Luego de que en diciembre pasado la muerte de Angalifu, de 44 años, en el zoológico Safari Park ubicado en San Diego (Estados Unidos), prendiera las alarmas sobre la inminente extinción del rinoceronte blanco. Este martes el mundo despertó con la noticia del deceso de Nabire, una hembra de rinoceronte blanco del norte, que dejó al mundo con solo 4 rinocerontes blancos y con mínimas posibilidades de que la especie pueda recuperarse de su fatídico destino: la extinción.

Nabire murió el lunes en el zoo de Dvur Kralove (centro de la República Checa). Su deceso se produjo después de una serie de rupturas de un quiste que tuvieron al animal con importantes problemas de salud en los últimos años. "Sin su proporción líquida, el quiste patológico pesaba 40 kg. No ha habido ninguna posibilidad de curarla", constató el veterinario del zoólogo Jiri Hruby.

"Es una pérdida difícil de describir", resumió en un comunicado Premysl Rabas, director de este parque zoológico, el único del mundo que consiguió la reproducción en cautividad de esta extraña subespecie ("Ceratotherium simum cottoni")."La muerte de Nabire simboliza una disminución catastrófica del número de rinocerontes debido a una delirante codicia humana. Una vez más esto ha hecho acercarse a una especie animal a su total extinción", añadió Rabas. (Vea: Rinocerontes renuncian a sus cuernos para salvar su vida)

De esta manera, solo quedan cuatro rinocerontes blancos del norte en el mundo. Una hembra anciana llamada Nola en el zoo de San Diego (Estados Unidos), y un macho también anciano, Sudan, que vive con dos hembras, Najin y su hija Fatu, en la reserva de Ol Pejeta en Kenia.

Estos tres últimos ejemplares fueron transferidos a Kenia desde el zoo de Dvur Kralove en 2009, en el marco del proyecto bautizado "La última oportunidad de supervivencia", con la esperanza de que el nivel de hormonas hembras volverían a ser normales en su medio natural, lo que permitiría la reproducción biológica. Esta esperanza no se realizó.

Originarios de África Central y de África Oriental, el número de estos ejemplares herbívoros disminuyó al igual que la población de elefantes y rinocerontes negros por el tráfico ilegal de marfil y de cuernos desde el este de África a China, Tailandia y Vietnam lugares donde se le atribuye virtudes afrodisíacas a su cuerno. Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el 2013 se comerciaron cerca de 50 toneladas de marfil, un antirécord que tiene a los rinocerontes a un paso de ser borrados del planeta.

Todos los demás intentos, incluida la reproducción asistida, han fracasado hasta el momento. El esperma de rinocerontes macho de Dvur Kralove se conserva en el Instituto berlinés de Investigación sobre animales salvajes (IZW).

Desde los años 90 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó como casi amenazado al rinoceronte negro (Diceros bicornis), del que quedan cerca de 2.000 ejemplares; y en peligro crítico al rinoceronte blanco (Ceratotherium simum).

El futuro tampoco es alentador dado que la tasa de natalidad del rinoceronte blanco es precaria. Luego de un periodo de gestación de año y medio solo nace una cría que por lo general es amamantada cerca de dos años más. Y solo después de este periodo es posible que la cría pueda llegar a aparearse.

Uno de los ovarios de Nabire, así como diferentes tipos de tejido fueron extraídos inmediatamente después de su muerte y enviados a un laboratorio especializado en Italia, indicó el comunicado.

"Sentimos el deber de hacer todo por su salvamento. Nosotros somos, junto con San Diego, los únicos que podemos hacerlo, a través del material biológico reunido, incluso si la esperanza de éxito es mínima", declaró el director del zoo checo.