MEDIO AMBIENTE

Río Bogotá, contaminación sin tregua

Cadáveres de animales y basura de todas las formas y tamaños es el desolador panorama que deja el río Bogotá.

28 de abril de 2015

Sanitarios, botellas, basuras de diferentes formas y tamaños así como el deterioro de la fauna y la flora, un aumento de vertimientos de desechos industriales y animales alimentados por las aguas oscuras del río Bogotá es la radiografía que deja la cuarta navegación que realizó la Fundación al Verde Vivo con el apoyo de La Corporación Autónoma Regional-CAR.  (Fotografías de Carlos Bernate/SEMANA)


Desde el municipio de Suesca hasta la localidad de Soacha, la Fundación realizó una navegación con el fin de proveer a la CAR un sistema de información geográfica con distintas capas de información de los puntos exactos donde hay vertimiento de aguas residuales y tomas de agua que son usadas en la agricultura para regar los cultivos. 


De acuerdo a Fernando Vásquez, director de la Fundación Al Verde Vivo, “hay una afectación general en toda la cuenca del río. Se detectaron más de 100 vertimientos. Vimos problemas graves de urbanizaciones nuevas, cuyos desechos van a parar directamente al río. También campos de golf que tienen invasión de la ronda”.


Dentro de los problemas que se detectaron también se hizo visible la cantidad de basura que llega directamente de las viviendas ubicadas alrededor de la cuenca. Así como las aguas lluvia que bajan cargadas de los desperdicios que recogen en el asfalto antes de terminar en el río. 


Pero la fuente de contaminación más peligrosa, que es constante y permanente, es el vertimiento de las aguas residuales por parte de la empresa de acueducto y alcantarillado. “La personas en su casa vierten detergentes, químicos, pelos, grasas y toda clase de desperdicios, lo hacen todos los días, todo el tiempo y no tienen en sus cuentas que lo mismo hacen 8 millones de habitantes de Bogotá  y que lo vienen realizando por más de 60 años”, explica Vásquez. 


Lo que resulta sorprendente es que algunas especies como la tingua del pico rojo se han adaptado y se alimentan del agua contaminada. De la misma manera, lo hacen vacas y otros animales que viven en las inmediaciones de la cuenca. 

Aunque uno de los resultados de la navegación es que se han reducido las tomas de agua, no son pocas las fuentes que se encuentran y se usan en el riego de cultivos. 


La Corporación Autónoma Regional-CAR por su parte ha venido adelantando un programa de adecuación hidráulica y tratamiento ambiental del río Bogotá, en 68 kilómetros, específicamente en la cuenca media que es la que abarca la ciudad. El programa realiza manejo de jarillones y sistemas de siembra. 

Descontaminar o dejar de contaminar


La solución visible parece ser la descontaminación del río. Sin embargo, una solución a corto plazo según la Fundación Al Verde Vivo es la de iniciar campañas de no contaminación. En la que se conozcan los vertimientos y se regulen los parámetros del mismo, en términos de temperatura, claridad y alcalinidad.   

También se hace prioritario generar mayor conciencia en la ciudadanía para que aprenda a reciclar.

La reforestación y naturalización del río



Desarrollar el tema forestal resulta clave para la preservación de las especies pues el bosque, que está asociado al río, es un hospedero de pájaros. Y resulta ser una de las soluciones que están más a la mano pues está basado en la siembra adecuada de árboles. 

La oxigenación del río 


El río Bogotá tiene un proceso complejo de oxigenación porque es meandrico, tiene muchas curvas. Tiene muy poca pendiente, no tiene piedras, entonces no es productor de oxígeno. Sólo el salto del Tequendama produce oxígeno. Este es el motivo por el que no hay posibilidad de que habiten peces. Aquí la clave es no contaminar más aunque no garantiza la oxigenación. 

Reubicar los asentamientos


Los asentamientos humanos deben ser reubicados porque el rio tarde o temprano se inundará y se puede llevar los jarillones.


Especies invasoras


En la cuenca del río también han aparecido especies propias de otros ecosistemas como  el buchón y cola de zorro que es una especie amazónica y se usa en los acuarios. También hay pinos y sauces que pertenecen a otro ecosistemas


Siga las impactantes imágenes de la navegación del río