La deforestación es una de las mayores generadoras de las emisiones de gases efecto invernadero. Foto: Cortesía TFA | Foto: Cortesía TFA

MEDIOAMBIENTE

“Solo las acciones colectivas ayudarán a frenar la deforestación”: Justin Adams

Bogotá será sede de la cuarta reunión anual del Tropical Forests Alliance (TFA), encuentro en el que se busca avanzar en la agenda de deforestación cero y catalizar acciones concretas para combatir este flagelo. Semana Sostenible habló con su director ejecutivo, Justin Adams.

25 de abril de 2019

El control de la deforestación no es responsabilidad de unos pocos. Esta problemática generó entre 1990 y el 2015 la pérdida de un área de bosques equivalente al tamaño de Sudáfrica y por ello se hace necesario aunar esfuerzos que permitan ponerle freno.

Se requieren acuerdos conjuntos de las empresas, el gobierno y la sociedad civil para erradicar este problema, uno de los de mayor injerencia en el cambio climático, pues la destrucción de los bosques genera un volumen importante de emisiones de gases de efecto invernadero.

Para analizar estos y otros temas se lleva a cabo en Bogotá la cuarta reunión anual del Tropical Forests Alliance (TFA), asociación adscrita al Foro Económico Mundial, que lucha contra la deforestación y que reunirá a 150 líderes mundiales y regionales del sector de gobierno, empresas privadas y organizaciones civiles que buscarán acelerar los esfuerzos para reducir este flagelo en zonas de alto riesgo ecológico.

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Bajo el lema “Un futuro positivo para los bosques: Acelerando la década de entrega”, la reunión, que se llevará a cabo del 6 al 8 de mayo, busca catalizar acciones concretas y avanzar en la agenda de deforestación cero, así como ayudar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), relacionados con la preservación de la naturaleza.

En el Tropical Forest Alliance se analizará el papel de los bosques en la agenda de los ODS, se explorarán las sinergias entre los esfuerzos que impulsan la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y los bosques y la seguridad alimentaria. Además trabajará para identificar formas que las comunidades pueden trabajarde manera más eficiente e impactante. 

Justin Adams, su director ejecutivo, habló de estos temas y de los proyectos que desarrollan en Colombia para ayudar a reducir los niveles de deforestación que se han incrementado en los últimos años.

Semana Sostenible: ¿Cómo están las cifras de deforestación en el mundo?
Justin Adams:
Las cifras que nosotros manejamos son las del Instituto Mundial de Recursos, pero de acuerdo con una publicación de la Revista Science, se explica que más del 50 por ciento de la deforestación global se debe a los cultivos de productos básicos y se basa en imágenes satelitales que muestran lo que ha sido la transición de bosque a otras formas de usos del suelo.

SS: ¿Qué papel juega el sector privado en la búsqueda de frenar esta problemática?
JA: El papel del sector privado es clave porque hay que entender que para todos estos commodities hay un comercio. El sector privado participa como uno de los principales actores dentro de la cadena de suministro y abastecimiento, además de tener un papel de agenciamiento en la demanda que constituye el motor de la deforestación. Sin embargo, hay que tener claro que las empresas pueden hacer mucho, pero no lo pueden hacer solas. Los gobiernos están llamados a crear planes contundentes en los que se establezca claramente en dónde se pueden continuar realizando estos cultivos y plantaciones y en dónde se deben conservar los bosques. En esto la sociedad también juega un papel fundamental manifestando sus voluntades.

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SS: ¿Cómo trabaja la TFA en estos procesos?
JA: La TFA reúne a todos los actores, porque se entiende que el esfuerzo colectivo es el que lleva a lograr algún progreso. En los últimos 10 años, las empresas privadas han establecido compromisos y se han visto muchas acciones y por ello uno de los aspectos clave del encuentro en Bogotá será resaltar esos planes colectivos que se hacen necesarios en diferentes lugares del planeta, porque si bien se han hecho cosas no han sido suficientes, pues en el año 2016 y 2017 se registraron los niveles más altos de deforestación en el mundo, lo que indica que algo anda mal.

SS: ¿Esto quiere decir que no se han logrado avances?
JA:
Sí se han obtenido resultados. Se han logrado determinar los avances alcanzados, en dónde radican los desafíos y cuáles son las amenazas para la propia supervivencia del planeta tierra. Por ejemplo, se tiene mayor claridad en torno a cuáles son los lugares en los que más se produce la palma de aceite. En dónde es motivo de deforestación y en dónde no. Los pequeños cultivadores de palma son las fuentes más importantes de deforestación porque es una actividad que viene del pequeño agricultor y muchas veces movida por la pobreza. La deforestación no necesariamente viene del trabajo de grandes empresas que han hecho esfuerzos para controlarla. Por ejemplo, en Indonesia las tasas de deforestación han descendido significativamente debido al trabajo conjunto del gobierno y las compañías y de la experiencia de este país es mucho lo que se puede aprender y construir. Otro gran desafío que prevalece, principalmente en América Latina, es el de la ganadería, un tema sobre el cual se tiene que trabajar.

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SS: ¿Cuáles son los retos que en esta materia tiene Colombia?
JA: Cada país tiene sus propios retos y es solo a través del trabajo mancomunado del gobierno, la sociedad civil y el sector privado que se pueden lograr objetivos en torno al control de la deforestación. La TFA con el auspicio del Ministerio de Ambiente está trabajando con las empresas, las ONG y el gobierno en esta materia. Sin embargo, hay que entender que buena parte de las dificultades que enfrenta Colombia en el tema de la deforestación están relacionadas con el posconflicto, pues se registran actividades ilegales como el corte de árboles, ganadería ilegal y minería ilegal y esos son los retos que deben asumir como país.

SS: ¿Qué proyectos específicos trabaja la TFA en el país?
JA:
En lo que hace referencia a palma de aceite, Colombia ocupa el quinto lugar como mayor productor en el mundo y se está trabajando con los empresarios para poder determinar cómo debe ser a futuro el desarrollo de esta industria. También se desarrollan proyectos con los ganaderos para la producción de cárnicos y productos lácteos con la idea de que estas industrias legales no se conviertan en motores de la deforestación. De igual forma, trabajamos con los cacaoteros, para que esta sea una fuente alternativa de ingresos y contribuya con el desarrollo económico rural colombiano. Esto lo estamos haciendo para contribuir al desarrollo global del país y tratar de contrarrestar lo que está sucediendo como parte del posconflicto a nivel de estas industrias ilegales.