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MUNDO

Gallinazos con GPS luchan contra contaminación ambiental en Perú

Las aves se han convertido en radares volantes en una ingeniosa campaña que busca interactuar con la población para acabar con los basureros informales de Lima.

12 de enero de 2016

‘Gallinazo Avisa‘ es la campaña interactiva que el ministerio del Ambiente de Perú ha puesto en marcha y que durante tres meses, hasta fines de marzo, tendrá a una decena de gallinazos sobrevolando los cielos limeños equipados con sistema de posicionamiento global (GPS) y cámaras GoPro para ubicar y fotografiar basurales informales.

"El objetivo es sensibilizar a la gente y a las autoridades locales en que el tema de la basura no está aún resuelto. Para ello recurrimos a 10 gallinazos con GPS que se transforman en radares y permiten ubicar focos de contaminación ambiental", dijo a la AFP Javier Hernández, uno de los responsables del proyecto y coordinador de Residuos Sólidos en el ministerio del Ambiente.

La campaña arrancó el 22 de diciembre, seguirá hasta el final del verano en Lima y se financia con fondos de la agencia de cooperación de Estados Unidos (USAID), precisa Hernández sin detallar montos.

"Necesitamos crear conciencia sobre lo que nos toca hacer como ciudadanos para dejar de contaminar la ciudad. Este es un problema que genera la población", agrega.

"En Lima, en promedio, cada habitante genera 610 gramos por día de basura, si lo multiplicamos por los casi diez millones de habitantes de la capital estamos hablando de 6.000 toneladas diarias de residuos", advierte el funcionario. Según esas cifras, Lima produce al mes unas 180.000 toneladas de basura y anualmente 2,1 millones de toneladas. 

Las autoridades señalan que 80% de la basura limeña acaba en los cuatro rellenos sanitarios de Lima y el restante 20% en basurales informales cercanos al mar y a tres ríos capitalinos, que contaminan las aguas.

Un sondeo de Ipsos en julio evidenció que el tema no es ajeno: 57% de limeños cree que la contaminación del aire es el principal problema ambiental de Lima, 47% la falta de áreas verdes y el 37% la generación de residuos sólidos.

Tecnología+aves vs basura

La campaña está en la página www.gallinazoavisa.pe, donde se acumula la información que transmiten los gallinazos desde los GPS. Ahí empieza la aventura con los internautas, cual juego del ciberespacio con gallinazos a los cuales uno debe seguir en esta suerte de cacería a la basura.

La participación desde las redes sociales Facebook y Twitter es clave para el éxito de la campaña. La idea es que los internautas denuncien la presencia de focos de basura en sus barrios y que envíen fotos de los basurales a la web. En otras palabras, ser soldados en una larga y sostenida guerra contra la contaminación.

"Los gallinazos son nuestros aliados en la reducción de materia orgánica" desde hace décadas", indica Hernández evocando la presencia de esas aves negras de tenebroso aspecto como parte del paisaje urbano de Lima desde hace centurias.

Los 10 gallinazos participantes son identificados con supuestos nombres mitológicos asignados por los creadores de esta suerte de juego virtual: las agencias FCB Mayo y su socio digital SrBurns.

Del zoo al cielo limeño

Los gallinazos elegidos son adiestrados en un zoo por un entrenador de aves rapaces, que les enseña a regresar a su punto de salida a cambio de una porción de carne de codorniz.

"Han pasado un chequeo médico para determinar que están completamente sanos. A ellos se les ha instalado el GPS y liberado", indicó a la AFP Alfredo Correa, entrenador de aves de presa en el zoo de Huachipa, al este de Lima.

El proyecto se encuentra en fase de GPS, pues las aves no han sido equipadas aun con cámaras GoPro. Un cintillo amarillo de plástico con un número de tres dígitos atado a una de las patas, identifica a los gallinazos con GPS.

"En realidad ellos, en su propia búsqueda de alimentos, lo que hacen es ir identificando lugares donde hay materia orgánica, restos de basura, esta característica la estamos utilizando primero entrenándolos para que puedan llevar GPS y puedan ser monitoreados", replica Hernández.

"Los gallinazos seleccionados pesan entre 1,3 y 1,7 kilos cada uno. No hay maltrato ni abuso de las aves", acota el preparador que cubre su mano con un grueso guante de cuero para no ser herido por las garras aunque un picotazo es capaz de abrir piel humana, advierte.

Según la historiadora Roxane Cheesman, el gallinazo o Coragyps atratus, que en latín significa "cuervo-buitre vestido de negro", es el ave característica de Lima desde antes de la llegada de los españoles, en 1532. Fueron -anotó en el diario El Comercio- los primeros basureros de la ciudad engullendo restos de mercados y los residuos de desagües y acequias de Lima.

En el siglo XIX se multaba a quien los matara. Y en la Lima de 2015 es común verlos en torres de iglesias o barrios residenciales como Miraflores y Barranco donde descansan en los techos de viviendas sin que su presencia se asocie a la existencia de basura.