CONSERVACIÓN

La reserva Thomas Van der Hammen, un pulmón para Bogotá

En vísperas de que el alcalde Enrique Peñalosa le pida a la CAR Cundinamarca que autorice reducir el tamaño de la Reserva, Semana Sostenible habló con dos expertos sobre su importancia.

10 de febrero de 2016

Mucho se ha dicho sobre la Reserva Thomas Van der Hammen. La Reserva del norte, que toma su nombre de Thomas Van der Hammen, ecologista que llegó a Bogotá en 1951 con 27 años y se dio a la tarea de reconstruir la historia natural de Colombia y ayudó a fundar la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Nacional. Otro gran logro de este pionero de la investigación ambiental en Colombia fue observar la sabana y descubrir cómo se alimenta su flora y fauna nativas de los humedales y zonas inundables. Esto permitió revivir estos lugares, atrofiados por siglos de mal manejo de los ecosistemas. Por su trabajo incansable para conservar los terrenos al norte de la ciudad, la reserva del norte recibió su nombre y fue pensada como el segundo pulmón de Bogotá después de los Cerros orientales. 

Sin tener en cuenta esto Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá, quiere reducir la reserva para poder construir viviendas en 92,2% de su superficie total. Semana Sostenible le muestra la posición de dos de los más reconocidos expertos ambientales del país— Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Ambiente y Julio Carrizosa, exdirector del Inderena—, sobre el tema.