Deforestación en el Parque Nacional Catatumbo Barí. Foto cortesía: Ejército Nacional. | Foto: Ejército Nacional

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Catatumbo, el más deforestado en Colombia entre abril y junio de este año

Norte de Santander, Chocó y Bolívar fueron los departamentos más afectados por la motosierra durante dicho periodo, al igual que los parques Catatumbo Barí y Sierra Nevada de Santa Marta. Debido a la temporada de lluvias, los bosques amazónicos no se vieron tan damnificados como en los primeros meses de 2019.

29 de octubre de 2019

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) acaba de publicar el reporte de alertas tempranas por deforestación durante el segundo trimestre de este año, informe que arroja como principales víctimas a tres departamentos de las zonas Andina, Pacífico y Caribe.

La motosierra estuvo concentrada principalmente en Norte de Santander, territorio andino que albergó 41,8 por ciento de las alertas tempranas en todo el país. En el mismo periodo de 2018, este panorama no superó el 5 por ciento, cifras que indican que los bosques de este departamento están siendo afectados aceleradamente por las mafias deforestadoras.

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“El mayor núcleo de deforestación en el país estuvo al noroccidente de Norte de Santander, específicamente en los municipios de Tibú, Sardinata y Teorama. Los bordes de los ríos San Miguel y Catatumbo también se vieron afectados, al igual que los bosques del resguardo indígena Motilón-Barí”, informó el Ideam.


El Parque Nacional Catatumbo Barí fue uno de los más deforestados entre abril y junio de este año. Foto cortesía: Ejército Nacional. 

Según el informe, las alertas por deforestación en Norte de Santander están asociadas a pequeñas porciones de bosque tumbado menores a una hectárea y zonas de expansión de polígonos deforestados previamente. La principal causa de este flagelo es la persistencia de los cultivos ilícitos, al igual que la presencia de grupos armados al margen de la ley y la consolidación de economías ilegales. 

“La expansión no autorizada de la frontera agropecuaria, representada en ganadería y cultivos agroindustriales, sigue desarrollándose en áreas ya deforestadas en el pasado. Los bosques también son intervenidos para la extracción ilegal de madera, destinada para la infraestructura de las minas de carbón y los cultivos que requieren tutores para su crecimiento”, apunta el documento.

Respiro en Chocó

El segundo departamento con mayor cantidad de alertas por deforestación fue Chocó, al concentrar 14,5 por ciento. 

El accionar de la motosierra estuvo concentrado en la zona norte, donde el Ideam identificó pequeños focos de deforestación en los municipios de Acandí, Unguía, Carmen del Darién y Riosucio, incluidas zonas de los resguardos Peranchito y Jaikerazavi y de los consejos de comunidades negras del río Curvaradó, Pedeguita y Mancilla. 

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“La mayoría de los puntos de alertas por deforestación se distribuyen a lo largo de un tramo de los ríos Atrato, Curvaradó, Sucio y Salaqui. Estas zonas están asociadas a incendios forestales ocurridos durante mayo de este año”, anotó la entidad.


Los incendios forestales ocurridos durante mayo fueron una de la principales causas de la deforestación en Chocó. Foto: archivo/Semana. 

El parte positivo es que en el segundo trimestre de este año, Chocó disminuyó su pérdida de bosque. En el mismo periodo de 2018, este territorio biodiverso concentró 43,7 por ciento de las alertas tempranas, época en la que fue el departamento más impactado del país.

Sube en Bolívar

Este departamento de la región Caribe fue catalogado por el Ideam como el tercer departamento más deforestado, con el 6,4 por ciento de las alertas. El área más perjudicada fue la Serranía de San Lucas, ubicada en la parte sur, en inmediaciones de los municipios de Cantagallo y San Pablo, por terrenos donde pasan el río Cimitarra y la quebrada Yanacué. 

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El establecimiento de pastos para prácticas de ganadería extensiva y los cultivos ilícitos que suelen establecerse a costa de los bosques, fueron los principales motores de la deforestación.


Uno de las principales motores de la deforestación en Bolívar es el acaparamiento de tierras para la ganadería y los cultivos ilícitos. Foto: archivo/Semana. 

“También hay cultivos tradicionales que resultan en impactos menores sobre los bosques, aunque siguen consolidando su expansión. Hay una importante explotación ilícita de minerales, en especial la extracción de oro de aluvión, la cual genera la remoción de la cobertura de bosque”, cita el análisis.

Igualmente, esta zona cuenta con extracción ilegal de madera con fines comerciales y de uso local, y presencia de grupos armados que fomentan las actividades deforestadoras.

Situación crítica en la Sierra 

En cuanto a las áreas protegidas del país, el Ideam informó que las más damnificadas por la pérdida de bosque fueron los Parques Nacionales Naturales Catatumbo Barí en Norte de Santander, la Sierra Nevada de Santa Marta y la Sierra de La Macarena en Meta.

En febrero de este año, la Sierra Nevada fue víctima de los incendios forestales, los cuales acabaron con más de 1.000 hectáreas de bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados en Colombia. Este tesoro nacional fue la segunda área protegida más deforestada durante los primeros meses de 2019. 

“En la Sierra identificamos detecciones tempranas en los departamentos de Magdalena y La Guajira, asociadas principalmente a la ocurrencia de incendios forestales. Terrenos de Santa Marta, Dibulla y el resguardo indígena Kogui-Malayo fueron los más críticos, al igual que sitios cercanos a los ríos Guachaca, Don Dieguito y Don Diego”, menciona el reporte.

Lluvias frenan la hecatombe amazónica

La deforestación en la Amazonia tiene sus principales consecuencias durante los primeros y últimos meses de cada año, época en la que paran las lluvias, incrementa la temperatura y aparecen las mafias para talar y quemar los bosques.

Por eso, durante los periodos más húmedos y lluviosos en la región, como lo son el segundo y tercer trimestre, la deforestación tiende a disminuir. En el reciente informe del Ideam, la Amazonia concentró 11,3 por ciento de las alertas tempranas, cifra que entre enero y marzo superó el 57 por ciento.

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Sin embargo, la región amazónica sí registró una baja al comparar los segundos trimestres de 2018 y 2019, al pasar de una concentración de alertas del 27 por ciento a 11,3 por ciento.

Aunque no lo cataloga como un núcleo de deforestación, el Ideam llama la atención sobre una zona del Guaviare: la Marginal de la Selva, donde identificó alertas en el municipio de Calamar.

En los departamentos amazónicos, la pérdida de bosque en el segundo trimestre fue la siguiente: Putumayo (2.854 hectáreas), Caquetá (1.639 hectáreas), Meta (1.260 hectáreas) y Guaviare (496 hectáreas).


La región amazónica de Colombia registró una reducción en la deforestación al pasar de una concentración de alertas del 27% al 11,3 por ciento. Foto: archivo/Semana. 

El Ministro de Ambiente Ricardo Lozano aseguró que aunque aparecieron afectaciones en Guaviare y Putumayo, es la primera vez que algún sitio de la Amazonia no figura entre los principales núcleos de deforestación en algún reporte de alertas tempranas desde que existe el Sistema de Monitoreo de Bosques.

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“Esto no significa que debamos bajar la guardia. Todo lo contrario, tenemos que redoblar las acciones que el gobierno viene implementado en la lucha contra la deforestación e incrementar los esfuerzos para prevenir los incendios forestales, en particular, para los meses más secos de fin de año, cuando se aprovecha para el tráfico ilegal de especies y la apropiación ilegal de estas tierras”, complementó Lozano. 

Por su parte, el Ideam apuntó que también es la primera vez que solamente se identifican dos grandes núcleos por alertas de deforestación (Tibú y Serranía de San Lucas), lo que para la entidad indica una menor afectación por pérdida de bosque en las áreas forestales del país.