Los investigadores encontraron en Providencia, rebrotes en el bosque seco y dos especies de reptiles emblemáticas de la isla. Fotos: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt).

MEDIOAMBIENTE

Dos meses después del paso de Iota, la biodiversidad renace en Providencia

Así lo determinaron los Institutos Humboldt y Sinchi en el primer día de Cangrejo Negro, expedición que busca iniciar la restauración ecológica de la isla. En el bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más afectados por el huracán, aparecieron rebrotes en varias especies.

19 de enero de 2021

Dos meses después de que el huracán Iota pasara con toda su fuerza por el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la biodiversidad ha empezado a dar muestras de resiliencia y capacidad de adaptación.

Según Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt, el bosque seco tropical ya está renaciendo en Providencia, a pesar de ser uno de los ecosistemas más afectados por los fuertes vientos registrados por este fenómeno climático, que superaron los 230 kilómetros por hora.

“Hace 60 días, cuando realizamos los primeros recorridos por la isla, nos encontramos con un panorama dramático y doloroso. El bosque seco se vio afectado en un 90 % y lucía como una mancha café con árboles caídos y partidos, una imagen que está empezando a cambiar”, dijo García.

El gecko Aristelliger georgeensis fue otro de los reptiles registrados en la expedición Cangrejo Negro. Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt).

En el primer día de la expedición Cangrejo Negro, en la que más de 30 investigadores del Sistema Nacional Ambiental construirán la hoja de ruta para la restauración ecológica de la isla, García evidenció rebrotes en varias especies de la vegetación del bosque seco.

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“En varias especies de árboles y arbustos ya aparecen rebrotes en diferentes formas, como sobre los troncos en pie e incluso los caídos. Esto indica que el bosque seco tropical está respondiendo positivamente y cuenta con una gran capacidad de respuesta a perturbaciones de alto impacto como el huracán Iota”.

La aparición de vegetación y especies endémicas después del paso del huracán evidencia la resilencia de la naturaleza. Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt)

Expedicionarios de los Institutos Humboldt y Sinchi también evidenciaron que diversas semillas de este ecosistema ya están empezando a emerger, de especies clave dentro de la estructura del bosque seco. “Esta información es la que nos va a ayudar a dirigir las acciones de restauración en la isla”, mencionó García.

En el único fragmento de bosque seco tropical que no sufrió por los embates del huracán, los investigadores en botánica y restauración del Humboldt y el Sinchi rescatan las plántulas más representativas para ubicarlas en viveros, donde luego de crecer serán reubicadas en las zonas más afectadas.

Hernando García, director del Instituto Humboldt, recorre las zonas de bosque seco tropical. Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt).

“Se les llaman bosques cuna o referentes para el programa de restauración de Providencia y Santa Catalina. La idea es no traer a la isla material de otras regiones”, precisó el director del Instituto Humboldt.

En los primeros recorridos por el bosque seco de la isla, los investigadores evidenciaron que una de las plantas que más soportó los impactos del huracán fue la palmicha de Providencia (Coccothrinax argentata).

“Es una palma que identificamos como muy resiliente a los impactos de Iota. Aquellas que están en establecimiento serán rescatadas para luego trasladarlas al vivero en donde acelerarán su proceso de crecimiento; por último, las llevaremos de nuevo al bosque para así enriquecerlo”, informó Andrés Barona, experto del Instituto Sinchi.

Especies emblemáticas

Cangrejo Negro, expedición que irá hasta el 23 de enero, también realizará un muestreo de los reptiles que habitan en la isla para conocer el estado actual de sus poblaciones.

 Anolis pinchoti, un lagarto endémico de Providencia, apareció durante el primer día de la expedición Cangrejo Negro.  Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt).

En el pimer día de la expecición, los investigadores encontraron dos especies de reptiles: el lagarto de Providencia (Anolis pinchoti?) y el gecko pestañudo (Aristelliger georgeensis).

Anolis pinchoti es una lagartija endémica de Providencia, es decir que no habita en ningún otro sitio del planeta. Esta especie, que es un patrimonio natural de la isla y del país, es una buena controladora de insectos como algunos mosquitos que pueden ser dañinos para la salud humana por ser portadores de enfermedades”, afirmó José Rancés Caicedo, investigador del Instituto Sinchi.

Según Rancés, esta lagartija ayuda a mantener esas poblaciones de insectos estables, evitando que se conviertan en plaga. “Además, son presas de otros animales como las aves rapaces. Las lagartijas son un componente muy importante del medio natural, ya que se encuentran en la mitad de la cadena o red trófica”.

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El gecko Aristelliger georgeensis, el otro reptil registrado es nativo del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y también se encuentra distribuido en algunas islas de las Antillas y Centroamérica.

El lagarto de Providencia es un patrimonio natural de la isla y del país, ya que no habita en ninguna otra parte del planeta. Foto: Ruby Marcela Pérez (Instituto Humboldt).

Según Wilson Ramírez, coordinador del programa de gestión territorial de la biodiversidad del Instituto Humboldt, esta expedición estará concentrada en evaluar todos los grupos biológicos de la isla, especialmente la flora y fauna terrestre.

“El ideal es poder tener una idea muy clara de cómo se encuentran las poblaciones de algunas especies que son determinantes en términos biológicos y por el uso que les dan los raizales, como es el caso del cangrejo negro”, concluyó el también coordinador de la expedición.