Claudia Patiño Castañeda, Socia de Value4Chain | Foto: Juan Carlos Sierra

Opinión

El desarrollo sostenible también es un asunto de las PyMEs

Para comenzar cabe mencionar lo que significa ser una empresa sostenible, pues hasta hace un tiempo se consideraba como una empresa sostenible aquella cuyos recursos económicos eran suficientes para garantizar su rentabilidad en el tiempo, sin embargo esa definición es incompleta.

Por Claudia Patiño
21 de abril de 2014

La sostenibilidad involucra así como los temas económicos, los temas ambientales y sociales, y es falso que esto es un asunto exclusivamente de grandes empresas y enormes corporaciones, al pensarse que son los que tienen los recursos para invertir en estos temas, y que son los únicos que pueden tener beneficios de gran magnitud al mostrar estos resultados.

El desarrollo sostenible resulta ser uno de los retos más complejos de la gestión empresarial a los que se puede enfrentar los negocios en la actualidad,  sin embargo todos los esfuerzos que realice una empresa para incluir estos temas en la agenda cotidiana, estableciéndolos no solo como parte de sus políticas y normas sino como los lineamientos para llevar a cabo las actividades diarias de cada empleado directo o indirecto, se verán reflejados en la generación de valor a clientes, a proveedores, empleados, socios, entidades financieras y a la comunidad, entre otros.

La pregunta que busco responder de cierta manera es, ¿qué ventajas tiene para las PyMEs gestionar los temas de sostenibilidad?, para ello quiero mencionar tres aspectos principales en los cuales se ve reflejado:

1. Reducción de costos operativos: esto puede lograrse si se comienza con implementación de buenas prácticas, desde las más sencillas hasta más adelante las que requieren mayor inversión, algunas de ellas pueden ser la renovación de las instalaciones de iluminación por unas más eficientes y de menor precio, la implementación de un sistema de eficiencia energético que permite una reducción del gasto total importante en este rubro, comenzar a transformar la flota vehicular de gas natural en lugar de gasolina que permite ahorrar hasta un 40% de combustible, e identificar mejoras en los procesos productivos para disminuir y reutilizar los residuos de materiales que permiten procesos más limpios y ahorros considerables.

La anteriores prácticas y las que cada empresa de acuerdo a su actividad económica pueda implementar pueden reducir significativamente tanto los costos como el impacto ambiental.

2.Mejoramiento de la imagen: incluir en el portafolio productos y servicios verdes afecta positivamente la imagen de una empresa, y demuestra el compromiso con la sociedad, sus colaboradores y sus clientes.  Hoy en día nosotros como consumidores exigimos más conocer las condiciones en las cuáles se esta desarrollando un negocio, y las implicaciones y responsabilidades que asumimos al comprar a una marca.

Cuando una empresa cuenta dentro de su sistema de gestión con temas éticos y de responsabilidad también permite disminuir la probabilidad de verse afectado por incumplimientos o por un mal proceso que puede terminar posiblemente en una sanción o un desprestigio en los medios o las redes sociales.

Sin embargo no basta solo con tener en cuenta lo anterior, también se vuelve indispensable que la empresa comunique adecuadamente estos resultados para que cada día se consolide como una empresa sostenible, socialmente responsable y con buena reputación.

3.Diferenciación en el mercado:  Gestionar el desarrollo sostenible en una empresa puede convertirse en una ventaja competitiva, como se mencionó puede ser un diferencial para los clientes pero también para las grandes empresas, a las que cualquier PyME le quisiera venderle sus productos, ya exigen el cumplimiento de ciertos criterios, la mayoría de ellos relacionados con las buenas prácticas. Adicionalmente, a largo plazo la gestión empresarial adecuada estos temas puede ser un diferencial en la internacionalización de los productos.

Lo anterior no parece algo muy complicado de cumplir, y seguramente muchas PyMEs ya han comenzado a incluir algunas de estas buenas prácticas o incluso otras que de acuerdo a su actividad económica son más relevantes y generan mayor impacto.

Pero, ¿cuales son los principales retos a los que se enfrenta una PyME para comenzar a gestionar los temas de sostenibilidad?

1. La inclusión de la sostenibilidad dentro de la estrategia de la empresa, es una tarea difícil si la alta dirección no ha contemplado estos temas dentro de sus políticas y objetivos estratégicos. Para ello se requiere que la dirección de la empresa esté a cargo de personal con conciencia de responsabilidad social, ambiental y ética.

2. La participación y el apoyo de todos los niveles jerárquicos de la organización, puesto que para implementar buenas prácticas se requiere además de una gran concientización al interior de la organización respecto al compromiso que supone incluir estos temas en las decisiones del día a día de los empleados.

3. El presupuesto destinado para estos temas tiende a ser muy bajo e incluso a ser nulo, sin embargo es posible identificar buenas prácticas que no requieran una gran inversión de dinero pero que ayuden a construir un camino para la implementación de mejores prácticas en un mediano plazo.

4.La implementación de todos los mecanismos de control para los diferentes procesos con el fin de monitorear el cumplimiento en estos temas, pues difícilmente se cuenta con una planificación de procesos y un seguimiento que garantice el cumplimiento de estas buenas prácticas dentro de toda la organización.

Twitter: @claudia_patino