Las sequías en Colombia estarán presentes durante el segundo semestre de 2014 | Foto: Foto: Archivo Semana

Medio Ambiente

‘El Niño’ no llegó sólo

El fenómeno de 'El Niño' llegó y prendió las alarmas en el país. Se esperan brotes infecciosos, escasez de alimentos e incendios forestales.

25 de julio de 2014

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) pronostica que hay un 70 por ciento de probabilidades  que a comienzos del segundo semestre de 2014 el fenómeno del Niño golpee buena parte del país.  Según el Instituto los periodos más fuertes serían en octubre, noviembre y diciembre. Se espera que la sequía se extienda hasta 2015 en las regiones Andina, Caribe y norte de la región Pacífica. En contraste, se avizora un incremento en las lluvias en el sur del pacífico colombiano y en la Amazonia.

‘El Niño’ es un patrón cíclico de turbulencia climática reportado desde el siglo XVI. Este fenómeno natural fue documentado científicamente solo hasta 1920, época en la cual los científicos notaron eventos ambientales con una regularidad de cada tres a siete años en el océano Pacífico. Los cambios ambientales, el calentamiento global e innumerables alteraciones ecológicas que ha sufrido el planeta en las últimas décadas, son los causantes que desde los años setenta ‘El Niño’ esté ocurriendo con mayor frecuencia e intensidad.

Estas fluctuaciones en la temperatura ambiental impactan la salud pública, la seguridad alimentaria y la estabilidad de los ecosistemas. Según reportes científicos, un incremento de cinco grados centígrados en la temperatura ambiental ha coincidido con epidemias de diarrea pediátrica en Perú durante ‘El Niño’ de 1997 y 1998, de hantavirus en el suroeste de Estados Unidos durante 1993, y de cólera en Bangladesh en 1998. Es por esta razón que las entidades de salud deben incrementar la vigilancia epidemiológica en aquellas regiones del país que estén sufriendo en mayor medida las consecuencias de este fenómeno. 

La producción de alimentos en el país se podrá ver afectada particularmente en aquellas regiones donde se disminuya de forma dramática el régimen de lluvias. Esta situación ya se hace evidente en la región Caribe, donde los indígenas wayúu se están viendo afectados por la escasez de alimentos y de agua. A nivel nacional, se espera un alza en los precios de frutas, hortalizas, carne y pollo.

Las áreas naturales protegidas deben ser monitoreadas constantemente para controlar los incendios forestales que se produzcan como consecuencia del incremento de la temperatura. De igual forma, el nivel de las represas debe ser notificado para alertar oportunamente sobre eventuales cortes de energía y agua.