“Año tras año se incendian más de 400 millones de hectáreas, una superficie mayor que la de India”, explica Silvia Kloster, del Instituto Max Planck de Meteorología, de Hamburgo | Foto: MPI Für Metereologie

Ecología

Incendios: ¿aumentan el efecto invernadero?

Los incendios no solo son consecuencia del cambio climático además, podrían agravarlo y hasta frenarlo.

Alianza DW
Frank Grotelüschen/ Cristina Papaleo
17 de enero de 2013

El clima es una cuestión complicada, y a los investigadores de esa disciplina les resulta difícil dar pronósticos demasiado precisos. El clima está influenciado por diversos factores como la luz del sol, los gases invernadero o la actividad de los mares, por ejemplo. Y por otro factor que, hasta el momento, se dejaba de lado: el fuego de incendios forestales y de grandes áreas. Hace poco, los expertos descubrieron que los grandes incendios también provocan cambios en nuestro clima, y que ellos también se hallan bajo la influencia del calentamiento global.

“Año tras año se incendian más de 400 millones de hectáreas, una superficie mayor que la de India”, explica Silvia Kloster, del Instituto Max Planck de Meteorología, de Hamburgo. A menudo son los rayos los que hacen que la madera de los árboles se prenda fuego y se destruyan así bosques enteros. Pero también el hombre tiene que ver con eso, ya sea evitando el fuego a partir de su actividad agrícola, o provocándolo para, por ejemplo, ganar tierra para sus cultivos.

A mitades del siglo XIX, explica la investigadora, cuando el hombre comenzó a cultivar cada vez más la tierra y a construir ciudades, no se producían tantos incendios. Luego se llegó a un punto de inflexión, y los incendios, descubrió Kloster, aumentaron. “Nuestras simulaciones demostraron que el año 1960 fue un momento de cambio”, explica la investigadora. “Desde entonces, la superficie afectada por el fuego aumenta año tras año”.

Cambio climático: ¿aumenta el peligro de incendio?

Uno de los motivos de ese desarrollo, según expertos, es el calentamiento global, a raíz del cual en muchas regiones aumentaron el calor y la sequía. Además, el incremento en el contenido de CO2 del aire beneficia el crecimiento de las plantas, por lo cual también hay cada vez más biomasa en la Tierra, es decir, más material combustible. Para descubrir si esa tendencia continuará como hasta ahora, y si el cambio climático hará que se produzcan cada vez más incendios dentro de los próximos 25 años, Kloster y su equipo diseñaron un escenario virtual. El resultado: “A nivel global, vemos un aumento de los incendios”, señala Kloster, “y en algunas de nuestras simulaciones, el número de incendios aumenta hasta cinco veces para el 2040”.

Sin embargo, hay importantes diferencias en las distintas regiones del mundo. “En algunas zonas se producirá un aumento, y en otras, una disminución”, explica. En los bosques tropicales, por ejemplo, los incendios podrían aumentar mucho. En las regiones mediterráneas, por el contrario, podrían disminuir. Dado que allí habrá menos vegetación a causa de la sequía, que va en aumento, también habrá menos superficie que pueda ser presa de las llamas.

Interacciones aún no aclaradas del todo

Pero no solo se trata de que el clima influya en los incendios, sino que el calor del fuego y sus efectos adyacentes también tienen consecuencia en el cambio climático. Lo que salta a la vistaes que, cuando más incendios se producen, llega una mayor cantidad de CO2 a la atmósfera. Pero se trata, en realidad, de un efecto transitorio, ya que en las tierras incendiadas vuelven casi siempre a crecer plantas, capaces de ligar otra vez CO2. “Pero hay muchos otros factores”, dice Silvia Kloster.

“Los incendios no solo liberan CO2, sino también otros gases”. Es así como surgen, por ejemplo, grandes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero más perjudicial aún que el CO2. Aparte de eso, son lanzadas al aire partículas de hollín. Como es sabido, son de color negro y absorben la luz del sol de manera muy eficaz, con lo cual aumentan aún más el calentamiento de la atmósfera”.

Pero la cosa es aún más compleja: algunas partículas de hollín podrían frenar incluso el calentamiento global al actuar como formadoras de nubes. Esas nubes podrían, a su vez, enfriar nuestra atmósfera al reflejar los rayos del sol hacia el espacio exterior. Es decir que, aunque haya más incendios de grandes superficies en el futuro, no se sabe aún si ese fuego calentará aún más el clima o lo enfriará. Según Silvia Kloster, “esa es una cuestión acerca de la cual investigamos de manera permanente”.