Todos los animales habían sido incautados, recuperados o rescatados por las autoridades tanto en plazas de mercado de la capital como en terminales de transporte. Foto: SDA | Foto: SDA

FAUNA

EN IMÁGENES: Más de 400 animales silvestres en camino a la libertad

A través de la Ruta de la Libertad, profesionales de la Secretaría Distrital de Ambiente recorrieron más de 1.000 kilómetros para liberar y reubicar ejemplares como monos, loros, tortugas e iguanas, provenientes de plazas de mercado y terminales de transporte de la capital.

24 de octubre de 2020

En medio de una labor titánica, más de 20 funcionarios de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, emprendieron un viaje hasta la costa Caribe para que 427 animales silvestres, víctimas del tráfico ilegal de fauna, volvieran a la libertad. 

Esta operación llamada La Ruta de la Libertad, empezó el 19 de octubre en la madrugada. El equipo salió del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Bogotá, y desde allí recorrieron un total de 1.100 kilómetros hasta llegar a la costa. 

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Todos los animales habían sido incautados, recuperados o rescatados por las autoridades tanto en plazas de mercado de la capital como en terminales de transporte. Dentro de los ejemplares había loros, monos, tortugas, iguanas, un sapo y hasta una pitón. Además, la ruta reintrodujo al mar caracoles, corales y ostras.

El recorrido duró cuatro días, hasta el 23 de octubre, porque los animales fueron distribuidos a lo largo del camino en diferentes territorios, hasta llegar al destino final de la ruta.

Dentro de los ejemplares había loros, monos, tortugas, iguanas, un sapo y hasta una pitón. Foto: SDA

“La Secretaría de Ambiente lleva cuatro días viajando por el país, haciendo paradas en más de cinco corporaciones autónomas regionales con las que nos hemos puesto de acuerdo para continuar haciendo procesos de liberación y adaptación a otros medios más similares a los de los ecosistemas originales de estos más de 400 animales”, aseguró la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, desde el corregimiento de Gambote, municipio de Arjona, Bolívar, una de las paradas de la Ruta de la Libertad. 

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Todos los ejemplares fueron valorados previamente y muchos tuvieron que pasar por largos procesos de rehabilitación a cargo de profesionales de la Secretaría de Ambiente, las corporaciones autónomas regionales y el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.

Una de las liberaciones más grandes fue en el corregimiento de Cambote, cerca de Cartagena. Allí la secretaria de Ambiente y la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) liberaron a 120 animales. 

Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de Bogotá. Foto: SDA

“Con nuestros aliados de Cardique hemos liberado más de 100 animales entre aves, reptiles y un mamífero, que infortunadamente fueron considerados por algunas personas como mascotas. Estos individuos fueron parte de una cadena de tráfico que además de causar sufrimiento, ocasionó pérdida de biodiversidad y deforestación. Esta conducta causó sufrimiento en los animales y nos obligó a invertir muchos recursos públicos para la recuperación y rehabilitación para liberarlos en su hábitat natural”, explicó Urrutia. 

La Ruta de la Liberación empezó el 19 de octubre y terminó el 23 del mismo mes. Foto: SDA

No obstante, 310 ejemplares regresarán a su hábitat más adelante pues tendrán que estar en rehabilitación en lugares similares a sus entornos naturales por más tiempo. Este proceso, sin embargo, puede que no sea exitoso para todos ya que en muchos casos estos animales están muy improntados por el ser humano y no sobreviven en su ambiente silvestre. El proceso de rehabilitación dependerá de su avance, el nivel de dependencia que tengan con las personas y la gravedad de sus antecedentes.

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Un ejemplo de ello es el caso de 19 ejemplares reubicados en el parque Vivarium de Cartagena y de 130 recibidos por la Sociedad Portuaria de esa ciudad, dentro de los cuales había aves, reptiles y mamíferos. De todos estos ninguno podrá regresar a hábitat natural y deberá permanecer en cautiverio por el resto de su vida por graves afectaciones físicas, comportamentales y su dependencia a los humanos.

Algunos animales deberán permanecer más tiempo en rehabilitación para evaluar su estado de salud y posterior liberación. Foto: SDA

En cuanto a los otros ejemplares aún hay esperanza. Uno de ellos es una pacarana, una especie de roedor perteneciente a la familia Dinomyidae, que está ahora en manos de la Corporación Autónoma Regional de Caldas para su rehabilitación. Así como 120 animales, dentro de los cuales están un mono aullador y loras amazona ochrocephala y amazónica, llegaron a La Guajira, que serán atendidos por la corporación ambiental para hacer todo lo posible por dejarlos nuevamente en libertad. 

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En la parada en Córdoba, por su parte, el equipo de la Ruta de la Libertad entregó cuatro monos nocturnos, un ñeque, seis guacamayas carisecas, dos loros cabeciazules, cuatro cascabelitos, 17 loras alianaranjadas y nueve tortugas hicoteas a la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y el río San Jorge. 

El retorno al mar

En la Ruta de la Libertad, sin embargo, no todas las especies liberadas fueron animales. Los profesionales de la Secretaría de Ambiente también reintrodujeron al mar 200 kilos de material marino. Caracoles, corales y ostras, regresaron al mar Caribe, del cual nunca debieron salir. 

Su ausencia puede traer graves consecuencias para los ecosistemas marinos porque, entre otras cosas, cumplen un papel clave en la nutrición del suelo y sirven de hábitat para cientos de especies marinas. 

“Gracias a la gestión de la Secretaría de Ambiente logramos reintroducir bivalvos, moluscos y crustáceos. Estos especímenes se lograron recuperar en los operativos de control realizados en la capital y con el apoyo de la Policía Ambiental en establecimientos comerciales que venden este material marino sin los respectivos permisos”, afirmó Luisa Moreno, subdirectora de Silvicultura, Flora y Fauna de la Secretaría de Ambiente de Bogotá.