Niños del Valle del Cauca hacen huertas durante la cuarentena

La pandemia por el coronavirus llevó a los estudiantes de colegio a permanecer en sus casas recibiendo clases a través de las pantallas de los computadores. Durante muchas de esas clases virtuales, la concentración se ve interrumpida, ya sea por una conversación de sus padres o por simple esparcimiento mental.

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Esto ha llevado a que los profesores saquen su ingenio e imaginación para continuar nutriendo las mentes de los niños y jóvenes. Tal es el caso de los docentes de la Institución Educativa de Desarrollo Rural La Selva, sede Antonio Ricaurte, ubicada en una zona montañosa del municipio de Ginebra, Valle del Cauca.

_{Acompañados por sus padres, los niños y jóvenes construyen huertas en sus viviendas durante la cuarentena. Foto: cortesía CVC.} 

Durante los días de aislamiento preventivo obligatorio, los profesores vieron el momento propicio para que los niños de primaria y los jóvenes de bachillerato construyan huertas caseras en sus viviendas, por medio de las clases virtuales.

Plantas de café, cebolla, perejil, yuca, plátano, banano, frijol, pimentón y lulo, son cultivadas por los estudiantes, “quienes a su vez adquieren valores y conocimientos como el respeto por el medioambiente y los campesinos, así como la importancia de una alimentación variada y saludable”, dijo la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, que apoya este proceso de educación ambiental.

_{Luego de las clases virtuales, los niños aplican lo aprendido en sus huertas. Foto: cortesía CVC.}

Agua es montaña y bosque es el nombre del Proyecto Ambiental Escolar (Prae) de la institución apoyado por la CVC, con el que los docentes fortalecen el sentido de pertenencia para que los estudiantes ayuden en la protección y preservación de su entorno a través de diferentes técnicas.

“Es muy gratificante para los docentes ver cómo los estudiantes se apropian de estos conocimientos en sus casas, siempre con la ayuda de sus padres, pues aprenden a sembrar y se empoderan de los procesos. De manera virtual, les enseñamos la importancia del cuidado del agua y a construir un riego por goteo, técnica que permite regar el campo y cuidar el recurso vital”, expresó María Fernanda Beltrán, docente del plantel.

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Para la profesora, las huertas son espacios que facilitan que los niños y jóvenes concentrarse en una actividad concreta, “sitios donde aprenden a adquirir responsabilidades y refuerzan su autoestima. El mejor ejemplo es hacerse cargo de un semillero o de una planta, regarla y cuidarla, hasta que se le lleve al punto de la cosecha y por último beneficiarse de los frutos o de las mismas plantas”.

_{Los patios y jardines de las casas son ahora las aulas de los niños de Ginebra. Foto: cortesía CVC.}