Más de 60 mineros fortalecen sus capacidades y conocimientos a través del Sena. Foto: AngloGold Ashanti

MINERÍA

La formalización es el camino

En San Roque, un municipio tradicionalmente minero ubicado en el nordeste antioqueño, AngloGold Ashanti a través del proyecto Gramalote se la juega por formalizar el trabajo de los mineros artesanales.

23 de julio de 2019

Ferry Antonio Viana un padre de familia que se dedicó a la minería artesanal, por más de 21 años,  y que vive en el corregimiento de Providencia recordó cómo empezó su trabajo abriendo un socavón prácticamente con las uñas junto a su amigo, Alirio Martínez.

Ferry confiesa que eran muy confiados, la seguridad era nula y no usaban cascos, arneses o líneas de vida. Con tristeza recuerda como un día la muerte llegó a las puertas de la mina, cuando un compañero de trabajo falleció intoxicado porque no tomaron la precaución de oxigenarla antes de entrar.

La persecución por parte de la fuerza pública era otra de las preocupaciones permanentes en su trabajo, y la zozobra hacía parte de su cotidianidad, Ferry no dejaba de pensar que en cualquier momento podía perder la inversión económica de su vida y su estabilidad familiar.  “Acá nos jugábamos el todo por el todo, sin tener seguro nada”, aseguró.

El uso de mercurio también dejó una huella imborrable en su vida y la de su familia. Se enteró que este elemento era causante de enfermedades y de malformaciones genéticas cuando uno de sus hijos nació sin un riñón. “Los especialistas lo primero que preguntaron fue: ¿usted trabajaba con mercurio? y les dije sí. Esto fue una lección de vida para mí”.

Después de vivir en carne propia todas las consecuencias de trabajar de manera ilegal, este minero tomó la iniciativa de enviar una carta a la empresa con el fin de legalizar su actividad. A los cinco días recibió una respuesta positiva. “Mostraron interés en apoyarme y desde ese momento iniciamos los trámites para la formalización”.

Ferry  reconoce que el proceso no fue fácil, “hubo muchas reuniones y muchas veces salí enojado, menos mal hubo entidades mediadoras como la Secretaría de Minas, el Ministerio de Minas, la Alcaldía de San Roque y la Personería; quienes nos asesoraron bien y gracias a eso puedo decir soy un Minero Formalizado”.

Ferry hace parte de uno de los 60 mineros de la sociedad La María, quienes el pasado mes de marzo en Gramalote, firmaron junto con las autoridades gubernamentales un compromiso que busca formalizarlos y hacer minería responsable. Esto a través del  subcontrato de formalización minera. Este compromiso  tendrá una vigencia inicial de 7 años y beneficiará indirectamente a más de 250 personas.

Así mismo, AngloGold Ashanti y la  Gobernación de Antioquia construirán una planta comunitaria de beneficio de oro en la población, para darle un impulso a la minería de pequeña escala y a las cadenas de producción limpias.

De esta manera, la compañía confirma su apoyo y compromiso con la política nacional de formalización minera, que busca que quienes tienen un título vigente y hacen esta actividad a pequeña escala adquieran una formación teórica y práctica que les permita mejorar sus estándares técnicos, ambientales y legales.

 “Invitamos a que más mineros manifiesten su interés de formalizarse, para que trabajemos juntos de la mano de la institucionalidad (Estado-empresa) en el fortalecimiento de este programa que nos va a permitir tener un territorio libre de mercurio y de los peligros que genera la explotación de minerales sin las mínimas condiciones de seguridad”, afirmó  Ingrid Suárez, gerente proyecto.

Capacitación, la base

El proceso de formalización le permitirá a los mineros mejorar tanto sus condiciones de trabajo como de vida, ya que podrán acceder a procesos de capacitación en áreas técnicas y ambientales.

Este fortalecimiento de capacidades es impartido por el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y sus temáticas se enfocan en seguridad de las labores mineras y en las precauciones a la hora de trabajar en espacios confinados.

Según Hugo Gómez, instructor del Sena, “en la minería somos grandes causantes de accidentes laborales y fatalidades, por esto es importante empezar a trabajar para que estos índices se reduzcan. Así que hagamos las cosas bien”, afirmó.

Una vez, los mineros reciben las respectivas certificaciones ya pueden desarrollar las actividades de explotación de minerales de manera legal, y se espera que con estas medidas los accidentes derivados de las malas prácticas se conviertan en cosa del pasado.

El impacto que ha tenido el programa en San Roque lo está convirtiendo en un municipio modelo, y cada vez es mayor el número de mineros artesanales que quieren capacitarse para así  mejorar sus labores.

Robert Montoya Ochoa, un minero en proceso de  formalización, aseguró que “todos los mineros debemos acogernos a la formalización,  que no nos de miedo porque esto es un beneficio para todos”.

Gana la salud y el ambiente

Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la minería de oro artesanal de pequeña escala constituye la mayor fuente de liberación de mercurio a nivel mundial.

Este elemento no solo afecta la salud del minero expuesto, también pone en riesgo a las comunidades cercanas a las fuentes hídricas aledañas que se alimentan de los peces contaminados por el mercurio.

Los efectos de esta contaminación pueden durar varios años después de que terminan las actividades mineras, y los principales afectados son los niños y las mujeres en edad reproductiva. Por tanto, una de las principales condiciones para formalizarse en San Roque es comprometerse a no utilizar mercurio en sus procesos.

“Estoy feliz de no tener que volver a usar este elemento tóxico y evitarlo en nuestra salud. Me siento positivo, con la mirada puesta en mejorar cada día y hacer las cosas como se debe”,  expresó Jesús Antonio Chavarría, un minero formalizado.

El proceso no se detiene

Gracias al Liderazgo de la Alcaldía de San Roque, de las distintas entidades gubernamentales y al apoyo de Usaid, se están identificando nuevas Unidades de Producción Mineras (UPM) que tienen altas probabilidades de comenzar el proceso de formalización y ya existen varios principios de acuerdos en El Búcaro, El Caimo, El Manantial, El Diluvio, La Bonanza 3 y Los García.

La comunidad minera cada vez es más consciente de los beneficios de trabajar en la legalidad, ya no le teme a la fuerza pública y no quiere seguir contaminando su vida y la de sus familias con mercurio. El cuidado del medio ambiente ahora es una prioridad y se están recuperando los terrenos intervenidos.