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Se necesitan estilos de vida que permitan construir hábitos de consumo sostenibles.

Hábitos sostenibles...¿Irreal?

El reporte llamado ‘estilos de vida sostenibles’ realizado por el Ministerio Alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo junto con la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), evidenció que a pesar de que tanto las empresas como los ciudadanos colombianos pretenden comprar y fabricar productos certificados en prácticas sostenibles, la verdad es que aún se está lejos de llegar a esa realidad.

15 de marzo de 2013


Las conclusiones señalan que aunque el país tiene un gran potencial para cambiar sus hábitos de consumo y generar emprendimiento sostenible, la falta de inclusión de todos los sectores de la sociedad, la inequidad, el desconocimiento de la importancia del cuidado del medio ambiente y un mercado poco verde no permiten que la tendencia cambie.

De acuerdo con el reporte, “los consumidores basan sus decisiones en precio y cantidad dado su falta de interés en el medio ambiente, esto se debe en gran parte a los factores que se consideran más importantes para el desarrollo social (erradicación de la pobreza, educación, economía estable”.

Según el informe previo al reporte, los colombianos asumen su estilo de vida sin pensar en los otros y esto se debe, en gran parte, a la falta de seguridad en el país que ha sido la regla durante los últimos 50 años. Así, este reporte se vuelve un llamado de atención para impulsar soluciones emprendedoras y empezar a planear una agenda social incluyente y relevante para todos los colombianos.

Al discutir cuáles pueden ser estas ideas, algunos empresarios que participaron de la elaboración del reporte,  se centraron en cinco temas: el papel del sector financiero en la posibilidad de construir un estilo de vida sostenible; el papel del sector educativo; la importancia de los emprendedores; la innovación social como motor de tendencias sostenibles y  la necesidad de una mayor responsabilidad social corporativa.

De estos cuatro factores  tres fueron identificados como clave: educación, emprendimiento  e innovación social, todos entendidos como puntos de partida hacia un cambio de actitud en la sociedad.

La gran conclusión es que si Colombia quiere montarse en el tren de la sostenibilidad  tiene que  asumir un compromiso real con la innovación social para permitir estilos de vida sostenibles y no quedarse solo en la filantropía.