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La deforestación sigue siendo el mayor problema ambiental de Colombia. Foto: Rodrigo Botero - Colombia hoy. | Foto: Deforestación Macarena

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El Congreso le pone la lupa a la deforestación en Colombia

El Senado creó una comisión accidental para analizar, controlar y efectuar seguimiento a las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para frenar la deforestación en todo el territorio nacional. La participación será un eje fundamental y por eso habrá audiencias públicas.

21 de diciembre de 2020

Antonio Sanguino (Alianza Verde), Gustavo Bolívar (Lista de la Decencia), Guillermo García Realpe (Partido Liberal), Alberto Castilla (Polo Democrático) y Maritza Martínez (partido de La U) integran al Comisión Accidental que fue creada en el Senado de la República para analizar, controlar y seguir las medidas adoptadas por el Gobierno nacional en pro de frenar la deforestación en todo el territorio nacional. 

Durante el desarrollo de la primera sesión, los senadores señalaron que cada día cientos de hectáreas de selvas y miles de árboles están desapareciendo en Colombia, perdiéndose focos de biodiversidad, almacenes de carbono y el ambiente como tal, el cual - según ellos - asegura los modos de vida de indígenas y campesinos. 

Para esta comisión, la participación será un eje fundamental. Por esa razón se adelantarán audiencias públicas y se establecerá una mesa de expertos, integrada por representantes de la comunidad, la institucionalidad y académicos, quienes aportarán los insumos necesarios para la realización de un informe que será presentado el próximo período legislativo en la plenaria del Senado, en un debate de control político. 

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La idea de esta Comisión Accidental es que, a partir de los insumos entregados por todos los actores, se elabore un paquete de acciones legislativas indispensables para la preservación de los bosques y los servicios ecosistémicos que estos ofrecen. Adicionalmente, se propenderá por el cumplimiento de las metas de mitigación y adaptación al cambio climático. 

Aunque aún el Gobierno nacional, a través del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), no ha dado a conocer el balance general de la deforestación en 2020, las perspectivas no son buenas, pues se teme un aumento, a pesar del confinamiento obligatorio y las medidas restrictivas adoptadas para evitar el contagio de la covid-19. Solo entre enero y junio fueron arrasadas cerca de 65.200 hectáreas de bosque en la región amazónica, según el informe de deforestación hecho por el Ideam, correspondiente al primer trimestre de este año, cifra que dista un poco de la entregada por la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS), que señaló, en su momento, que la tala indiscriminada de bosque amazónico ascendía a las 75.031 hectáreas entre enero y el 15 abril de este año. 


Entre enero y junio fueron arrasadas cerca de 65.200 hectáreas de bosque en la región amazónica, según el informe de deforestación hecho por el Ideam, correspondiente al primer trimestre de este año. Foto: Jhon Barros. 

El informe efectuado por esta organización, a partir de mapas satelitales y sobrevuelos a ras de selva de los 10 departamentos que conforman la vasta Amazonia colombiana, coincidió con la alerta lanzada por la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonia), que señaló que las mafias deforestadoras estaban aprovechando el confinamiento del coronavirus para quemar y tumbar más bosque.

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La autoridad ambiental de la Amazonia, basada en los datos del sistema de información del Instituto Sinchi, reveló desde abril que personas inescrupulosas estaban duplicando los daños ambientales sobre las áreas de especial importancia ecológica y zonas naturales protegidas durante el aislamiento obligatorio decretado por la pandemia, en especial en San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá en Caquetá.

Según la plataforma del Sinchi, entre marzo y mayo de 2020 la Amazonia concentró 13.857 puntos de calor, una aproximación a incendios o sitios potenciales de fuego. En el mismo periodo de 2019, esta cifra fue de 7.932 puntos, es decir, que se incrementaron casi el doble durante los días que lleva la medida contra la covid-19.


La deforestación en terrenos baldíos del Estado, es el método más utilizado para acaparar tierras en Colombia. Foto: Rodrigo Botero.  

No obstante, el Gobierno tiene otra versión. Según el Ministerio de Ambiente, el confinamiento ayudó a salvar los bosques de la tala. El reporte de alertas tempranas de deforestación del segundo trimestre elaborado por el Ideam de manera contrarreloj, señaló que los focos de deforestación en Colombia pasaron de 12 a tres y que no se habían registrado puntos durante ese periodo de tiempo en Meta, Guaviare y Caquetá. 

Desde esa cartera  ministerial señalaron que la información acerca de que se había incrementado la deforestación en la Amazonia colombiana no era cierta, aduciendo que el boletín del primer trimestre emitido por el Ideam se refería a hechos que sucedieron en la temporada de sequía, cuando se presentaron incendios forestales en esa región que hicieron incrementar las cifras en ese momento. 

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"Según el Ideam, el informe al que se refieren los medios corresponde al mes más seco del año, que es el mes de febrero, y que gracias a la reacción inmediata y permanente de la fuerza pública fue posible reversar, disminuyendo drásticamente en los meses siguientes", dijeron desde ese ministerio en su momento.  

El Minambiente también informó que "los picos de las alertas por deforestación durante la pandemia disminuyeron drásticamente y actualmente siguen siendo muy bajos".

Una explicación puede ser lo que ocurre todos los años: que los tiempos en los que baja la deforestación corresponden a los meses en los que llueve en la selva.

Habrá que esperar el informe definitivo del Ideam de este año para determinar qué tan catastrófico fue o no este flagelo para el país, entre tanto, se espera que esta Comisión Accidental ayude a la adopción de medidas urgentes para frenar el mayor problema ambiental del país: la deforestación.