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Ni la cuarentena ha evitado que los animales silvestres sigan recibiendo los golpes de los humanos. Fotos: CAR. | Foto: Animales CAR Cun

GRUPO RÍO BOGOTÁ

Alarmantes agresiones contra los animales silvestres en Cundinamarca

Aves con las alas fracturas, zarigüeyas atacadas por perros y atropelladas y mamíferos encerrados en jaulas, hacen parte del lamentable balance de las autoridades ambientales y policivas del departamento en los últimos días.

27 de julio de 2020

Aunque es conocida como un epicentro de la contaminación, la cuenca hidrográfica del río Bogotá, conformada por 589.143 hectáreas del departamento de Cundinamarca, es un emporio de biodiversidad que ha permanecido oculto ante los ojos humanos.

Según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), en los antiguos terruños ancestrales de los muiscas y los panches hay registros de 542 especies de animales, que habitan en ecosistemas como páramos, bosques andinos y secos, humedales, lagunas, ríos  y sabanas. 

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El ramillete animal de la cuenca, que abarca territorios de 46 municipios de Cundinamarca y la capital del país, está conformado por 322 especies de aves, 76 de mamíferos, 66 de reptiles, 55 de anfibios y 23 de peces, un atributo biodiverso que lo hace vulnerable a las embestidas de los humanos y a la cadena del tráfico ilegal de fauna silvestre.

Las aves son las grandes damnificadas del comportamiento humano. Fotos: CAR.

En las últimas semanas, la CAR y las autoridades policivas han evidenciado alarmantes agresiones contra los animales silvestres del departamento, casos que abarcan aves con las alas fracturadas y disparos en sus cuerpos, zarigüeyas atropelladas en las carreteras o atacadas por perros y nutrias y primates encerrados en jaulas.

“En varios municipios del departamento hemos encontrado búhos currucutú de la especie megascops choloba golpeados, con fracturas en sus alas y lesiones en sus articulaciones. Sospechamos que estas heridas son causas de intentos fallidos para cazarlos. Las aves fueron trasladadas a las unidades de rehabilitación URRAS donde reciben atención médica y les toman de radiografías”, dijo la CAR.

Las aves son atacadas con disparos o ahuyentadas de sus nidos. Fotos: CAR.

En Tocaima y Girardot, municipios de la cuenca baja del río Bogotá, la autoridad rescató tres animales silvestres: una garza (Ardea alba) con alto grado de deshidratación e hipotermia, que fue entregada por unos pescadores del río Magdalena; un garza de la especie Nycticorax Nycticorax con un alto deterioro en su plumaje; y una zarigüeya atacada por perros adultos.

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Un habitante de la vereda Capote, ubicada en el municipio de Viotá, denunció un caso de maltrato contra una guacamaya aliverde (Ara chloroptera). “El ciudadano nos informó que el ave estaba en cautiverio y fue agredida por su captor. La guacamaya tenía un alto grado de picaje y automutilaciones sobre su plumaje, comportamientos derivados del encierro, razón por la cual es trasladada al centro de atención y valoración de fauna para su recuperación”, indicó la entidad.

Las guacamayas y loras son capturadas para venderlas en sitios como plazas de mercado. Fotos: CAR.

Una garza pico de zapato y un cuy silvestre fueron encontrados deambulando por la zona urbana del municipio de Mosquera, una situación de vulnerabilidad que podría desencadenar ataques por la población. “Al encontrarse en óptimas condiciones, estos animales serán liberados en el embalse Mancilla”, afirmó la CAR.

En Fusagasugá, Mosquera, Tena y La Mesa, las autoridades rescataron del cautiverio a seis loros frente amarillo (Amazona ochrocephala), aves que fueron capturadas y luego vendidas como mascotas. Los loros pasarán un tiempo de cuarentena en el centro de atención para luego ser liberados en su hábitat natural.

“En coordinación con el Cuerpo de Bomberos y la Alcaldía de Sopó, rescatamos a un búho orejudo (Asio stygius) con una herida abierta en el miembro superior izquierdo y una posible fractura. Por la gravedad de sus lesiones, fue traslado a la unidad de rescate y rehabilitación de animales silvestres”, anotó la CAR.

Aves y zarigüeyas lideran el listado de animales más afectados en Cundinamarca. Fotos: CAR.

En los últimos días, dos zarigüeyas fueron rescatadas en el municipio de Cota. Una estaba herida por ataques de perros y presentaba lesiones en su cabeza, y la otra contaba con múltiples heridas abiertas y fractura de cola, posiblemente por el atropellamiento de una motocicleta.

En Cota, una torcaza (Zenaida auriculata) fue hallada con dificultades para volar, pérdida del equilibrio y un cuadro diarreico, y en Pacho apareció un águila negra con alarmantes lesiones en el ala izquierda.

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“Estar en libertad y a salvo son características fundamentales de la fauna silvestre. Toda acción contraria puede afectar al equilibrio ecosistémico y además es un delito. Le hacemos un llamado a los ciudadanos para que no sigan atentando contra la biodiversidad, no hagan parte de la cadena del tráfico de fauna y manejen con prudencia en las vías, sitios que son transitados por varios animales silvestres”, apuntó la CAR.

Las zarigüeyas son víctimas de atropellamientos y ataques de perros. Las aves son encerradas en jaulas. Fotos: CAR.

Monos y nutrias como mascotas

En Caparrapí, un mono nocturno pequeño fue rescatado en una vivienda de la vereda El Tostado. En Saboyá, Boyacá, reportaron a nutria juvenil en una vía pública de la vereda Monte de Luz, con signos de depresión y laceraciones en su cuello por un alambre. Al parecer, el mamífero estaba en cautiverio y logró escapar.

En Fúquene, un mono cariblanco deambulaba de forma errante en cercanías de la vereda Nemoga. El primate, que fue hallado con un bajo peso corporal y signos de maltrato, al parecer escapó de alguna finca donde lo mantenían en cautiverio, pues tenía una laceración en la parte abdominal con rastros de atadura para disminuirlo y evitar su fuga. 

Primates y nutrias no se salvan de las agresiones humanas. Fotos: CAR.

Otro mono de la misma especie fue rescatado en un operativo realizado en Gachancipá. El primate permanecía en un predio semi urbano ubicado en la vereda Santa Bárbara, caso que fue reportado por un vecino de la zona.

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“Por fortuna, en este caso no se evidenciaron signos de maltrato al animal, pero sí un alto grado de improntación. Ambos primates fueron trasladados al centro de atención de Tocaima, donde recibirán la atención pertinente para ser retornados a su hábitat natural. Los ciudadanos deben dar aviso cuando conozcan sobre estos casos de cautiverio y maltrato a la fauna silvestre”, puntualizó la CAR.

El mono cariblanco es uno de los animales más traficados en Colombia. Foto: CAR.

* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana