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En el embalse del Muña inicia la cadena de generación de energía que beneficia a más de 2,4 millones de personas. Foto: CAR. | Foto: Muña - CAR

GRUPO RÍO BOGOTÁ

Ordenan mitigar impactos de la generación de energía en la cuenca del río Bogotá

Enel-Emgesa deberá poner en marcha un plan de compensaciones ambientales que incluya restauración, recuperación y manejo de humedales, reforestación, abastecimiento hídrico y rehabilitación en ocho fuentes hídricas de la cuenca del río Bogotá.

17 de julio de 2020

Con las aguas del río Bogotá contenidas en el embalse del Muña, la empresa Enel-Emgesa genera más de 4.000 gigavatios/hora cada año, una cifra que le brinda energía a 2,4 millones de bogotanos y la cual representa entre 6 y 8 por ciento de toda la demanda energética de Colombia.

Para esta generación de energía, la empresa hace uso de siete centrales eléctricas. Las aguas del embalse del Muña, ubicado en el municipio de Sibaté, surten a las dos más grandes: Paraíso y Guaca, que hacen parte de la cadena hidroeléctrica Pagua, encargada de generar 600 megavatios.

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La historia del río Bogotá como fuente de energía en el Muña empezó en 1967, cuando el Grupo de Energía de Bogotá empezó a bombear las ya lastimadas aguas del río Bogotá hacia el embalse. Esta acción puso fin a las actividades de uso recreacional en el embalse, que por años fue utilizado por los colombianos para realizar deportes náuticos.

En la década de los 60, las aguas del río Bogotá fueron bombeadas al embalse del Muña. Foto: CAR. 

Metales pesados, solventes, grasas, aceites, materia orgánica, residuos y plaguicidas del río Bogotá, causaron que el embalse del Muña empezara a llenarse con plantas acuáticas como el buchón, lo que dio paso a los olores nauseabundos, zancudos y otras plagas. 

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Aunque Enel-Emgesa trabaja en mejorar las condiciones ambientales de la zona, con acciones como el retiro de 10.000 toneladas de residuos, 6.000 llantas y 570.000 toneladas de buchón en el embalse, contempladas en el programa Plan de vida Muña 2000, la zona sigue afectada por los impactos ambientales.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) le acaba de imponer una serie de medidas de compensación ambiental a la empresa generadora de energía, con el objetivo de resarcir los impactos ambientales en las áreas intervenidas para la generación energética y garantizar que la biodiversidad recupere y mantenga su oferta de servicios ecosistémicos.

Las aguas del río Bogotá sirven como combustible para la generación energética. Foto: CAR.

Enel-Emgesa deberá ejecutar las actividades correspondientes a la compensación ambiental por el uso de las aguas derivadas de ocho fuentes hídricas en la cuenca del río Bogotá, una generación de energía que parte de una concesión otorgada por CAR que fue modificada y ampliada, “por lo cual se establecieran, entre otras obligaciones, la presentación de un plan de compensaciones”, señaló Camilo Ferrer, director jurídico de la CAR.

La concesión de aguas superficiales otorgada por la CAR a Enel-Emgesa no sólo incluye la zona del embalse del Muña, ubicada en la cuenca media del río Bogotá.

Según la CAR, abarca las fuentes hídricas de la quebrada El Rodeo (Soacha- Central Canoas), quebrada Obasas (San Antonio de Tequendama- Central El Salto), quebrada Vitelma (San Antonio de Tequendama-Central El Salto), quebrada Santa Marta (El Paraíso), quebrada La Junca (Darío Valencia), río Tominé (embalse Tominé-Guasca), río Bogotá (Termozipa, Canoas, El Salto, Laguneta, Darío Valencia, El Paraíso, La Guaca, El Colegio) y río Muña (El Paraíso).

En el embalse del Muña, ubicado en Sibaté, inicia una de las cadenas de producción de energía más grande del país. Foto: Enel-Emgesa.

El nuevo plan de compensaciones deberá cubrir 3.974 hectáreas de la cuenca del río Bogotá, donde Enel-Emgesa pondrá en marcha programas de restauración, recuperación y manejo de humedales, reforestación, conservación de áreas de importancia hídrica, abastecimiento hídrico y rehabilitación de la ronda del río.

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Estas medidas tienen como objetivo resarcir los impactos ambientales de proyectos, obras o actividades que conlleven pérdida de biodiversidad en las áreas intervenidas que no pudieron ser evitados, corregidos o mitigados en el ejercicio de la concesión, lo que arrojará un gran beneficio ecosistémico para la cuenca del río Bogotá al garantizar el abastecimiento hídrico y el sostenimiento de la ejecución de dichas acciones en el tiempo”, informó Ferrer.

La cuenca del río Bogotá es de suma importancia para la generación de energía. Foto: CAR.

El director jurídico de la CAR mencionó que las compensaciones ambientales deben ser ejecutadas teniendo un horizonte para su cumplimiento al 100 por ciento en el año 2037. “Las acciones derivadas de este plan se deberán ejecutar en el corto, mediano y largo plazo. Para monitorear el estricto cumplimiento y ejecución, se integrará un equipo técnico especial por parte de la corporación”.

En los próximos dos meses, Enel-Emgesa deberá presentarle a la CAR un documento donde se indique el desarrollo del plan de compensaciones establecido, resaltando la adopción del cronograma, plan de inversiones, programa de monitoreo y seguimiento a los indicadores.

*Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.