Bosques para el futuro: soluciones en vez de sanciones

La disminución del conflicto armado en Caquetá y las negociaciones de paz en La Habana han abierto camino para que una de las zonas más peligrosas de los noventa y principios del 2000 florezca a la par que sus bosques lo hacen. A inicios del 2013, Corpoamazonía estructuró un proyecto para detener los altos índices de deforestación en este departamento, que alcanzan el 25 por ciento del total nacional. 

Así nació Bosques para el futuro. Una iniciativa que encontró apoyo en el Programa Colombia Responde y en las alcaldías de los municipios de Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y La Montañita.

El proyecto combate la tala indiscriminada y la degradación de suelos y lo integra con la planeación participativa en las comunidades y la generación de ingresos para los pequeños agricultores.

[Conozca más datos de la iniciativa en la plataforma Alclima]

La estrategia de Bosques para el futuro incluye la implementación de sistemas silvícolas y agroforestales con el apoyo a cerca de 300 productores con la siembra de varias especies endémicas, caucho y plátano; jornadas de capacitación ambiental para niños, jóvenes y adultos; y la instalación de estufas ecoeficientes. Actividades que han beneficiado a cerca de 350 familias.

“Esta iniciativa resuelve problemas de cambio climático pero a su vez atiende la necesidad de ingresos, fortalece la asociación en gremios y genera unas bases sólidas de educación ambiental en todas las generaciones” asegura Nelson Enrique Andrade, Director Regional Caquetá de Colombia responde.

Bosques para el futuro logró la articulación interinstitucional y permitió que la comunidad recupere la credibilidad en las entidades públicas. “A Corpoamazonia lo veíamos como un ente sancionador y castigador, ya que como campesinos no teníamos otra alternativa que ir al bosque por recursos. Ahora la vemos como una organización que da soluciones”, asegura Oliva Tovar, Beneficiaria del proyecto en la vereda Carbonel en San Vicente del Caguán.

El proyecto, que finalizará en mayo, está en una segunda fase que inició en septiembre de 2014 y extenderá la experiencia a otras 450 familias de los municipios de Puerto Rico y El Doncello.