La disminución de dióxido de carbono sería de un 8% este año, según la AIE. Foto: Pixabay. | Foto: Pixabay.

MEDIO AMBIENTE

Emisiones de dióxido de carbono caerán un 8% este año, según estudio

La pandemia del coronavirus provocará una caída en las emisiones de CO2 que, probablemente, sea el doble de todas las disminuciones desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

30 de abril de 2020

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estableció en su más reciente informe que las emisiones de dióxido de carbono (CO2), gas efecto invernadero que contribuye al calentamiento climático, tendrán una reducción seis veces mayor a las registradas en 2009, cuando se presentó la crisis financiera que sacudió la economía mundial, rompiendo, de esta forma, el récord anterior establecido, precisamente, hace 11 años. 

Según la agencia, las emisiones mundiales de CO2 caerán un 8% este año, producto, pricipalmente, de las restricciones promulgadas por los gobiernos para evitar el contagio del coronavirus, con especial énfasis en la movilidad. La cancelación de vuelos y la reducción del tráfico vehicular ha sido fundamental en este proceso. 


El transporte aéreo es el produce más emisiones de CO2 por lo que su restricción contribuyó notablemente en su reducción. Foto: archivo/Semana. 

"Esa sería una tasa sin precedentes", señala el informe, que recalca que la caída probablemente sea el doble de todas las disminuciones en las emisiones de CO2 desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, la AIE advirtió que la disminución de las emisiones no fue permanente, de hecho, sostuvo que luego de crisis anteriores, los rebotes en las emisiones fueron mayores que las disminuciones. Para esta agencia es necesario "reiniciar la economía" a partir de una infraestructura energética más limpia y resistente. 

"La caída en las emisiones de dióxido de carbono se deben a las muertes prematuras y el trauma económico en todo el mundo y, en mi opinión, no es absolutamente nada para animar, pero desde el punto de vista del clima y la energía, lo importante es lo que sucederá el próximo año y si los gobiernos y las empresas privadas continúan invirtiendo en energía renovable", comentó Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE. 

Le puede interesar: 237 millones de toneladas de CO2 emite Colombia

En su informe la agencia indica, además, que la disminución de la actividad económica redujo la demanda mundial de energía en un 3,8% en el primer trimestre del año y explicó que era probable que durante todo el 2020 el consumo cayera un 6%, la mayor caída desde el final de la Segunda Guerra Mundial .

El sector más afectado fue el del carbón, que bajó un 8% en comparación con el primer trimestre del año pasado, en gran medida porque el brote de coronavirus golpeó primero a China, que es la nación que consume más de la mitad del carbón que se produce en el mundo. 


El freno a la producción de carbón fue uno de los factores determinantes para la disminución de las emisiones de CO2. Foto: Getty Images.

Entre tanto, en Estados Unidos el clima cálido permitió una disminución del 18% en el consumo de gas natural residencial y comercial. Por otro lado, los bloqueos en el transporte, tanto aéreo como terrestre, permitieron que se redujera el uso de gasolina en un 5% en el primer trimestre y que la demanda de petróleo en abril fuera 29 millones de barriles menos por día que en 2019. 

"Hemos visto en este choque de demanda, un choque histórico para todo el mundo energético. Esto cambiará la forma en que vemos el sector energético por completo", expresó Birol.  

Le sugerimos: Estos son los 15 países que más CO2 emitieron en los últimos 20 años

Pero algunos expertos en energía y clima es sorprendente que la caída en las emisiones de CO2 no hubiese sido aún mayor dado el confinamiento en casa se dio en todo el mundo. "Esto es un recordatorio aleccionador de lo difícil que es salir del petróleo y descarbonizar la economía global. Esta es la respuesta más extrema del lado de la demanda que cualquiera pueda imaginar", manifestó Jason Bordoff, director fundador del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia al diario The Washington Post.