En pequeños grupos fueron amontonados los troncos de madera que pretendían comercializarse. Foto: Cormacarena.

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Incautaron madera producto de la tala de 1.700 árboles en el Meta

Con el material confiscado, proveniente de especies nativas, se podían cargar cerca de 11 camiones. Según las autoridades se trata del decomiso más grande registrado en los últimos 10 años.

24 de junio de 2020

Un duro golpe a las mafias deforestadoras del Meta dieron las autoridades en las últimas horas. Hasta la vereda Pirigua, del municipio de Cabuyaro, en el Meta, arribaron uniformados de la Policía Nacional, funcionarios de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena) y representantes del gobierno local, para adelantar un operativo.  

En el lugar encontraron un aterrador panorama: cientos de árboles de especies nativas como yopo, caucho, macano, cañofistol, entre otros, que son objeto de protección por parte de la corporación, habían sido talados y amontonados en pequeños grupos. Estaban listos para ser subidos a un camión y empezar a ser comercializados. 

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Según las autoridades se trató de una tala equivalente a 1.700 árboles. En el lugar fueron incautados 110 metros cúbicos de madera, que representan cerca de 11 camiones cargados de especies nativas, la confiscación más grande registrada en los últimos 10 años. 


Cerca de 1.700 árboles fueron tumbados en el Meta para comercializar su madera. Foto: Cormacarena. 

"Esto evidencia el fortalecimiento y la articulación institucional para frenar la deforestación en el departamento, ya que este flagelo contribuye a la pérdida de hábitat, biodiversidad y suelo, y aporta al cambio climático, ya que evita la fijación de dióxido de carbono (CO2)", indicaron desde Cormacarena.

El hallazgo permitió establecer, además, que el área afectada fue de 13 hectáreas, las cuales pertenecen a zona de escorrentía del caño Tirriamar. 


La tala se produjo en la zona de escorrentía del caño Tirriamar. Foto: Cormacarena. 

Desde Cormacarena indicaron que duplicarán sus esfuerzos para continuar con los procesos de verificación y control a la tala indiscriminada, articulando las acciones que sean necesarias para combatir este delito que atenta contra el equilibrio de los ecosistemas y fomenta la extinción de las especies que allí habitan.

De igual manera, esta autoridad ambiental advirtió a las personas que realizan actividades de aserrar, conducir o transportar madera, que deben solicitar los permisos respectivos para que no se vean inmersos en delitos judiciales. Así mismo, la corporación instó a la comunidad a denunciar cualquier afectación ambiental en la línea de contacto de Cormacarena (314 295 9081) o a través de las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram (@Cormacarena). 

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El más reciente informe de alertas tempranas por deforestación presentado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), correspondiente al último trimestre del año 2019, reflejó que el departamento del Meta es uno de los más golpeados por este flagelo. 

De las cerca de 28.000 hectáreas de bosque que fueron arrasadas entre octubre y diciembre, alrededor de un 85% se concentró en Caquetá, Meta y Guaviare, sitios donde se identificaron cinco lotes arrasados con más de 100 hectáreas cada uno.


El parque nacional Sierra de la Macarena es uno de los más azotados por la deforestación en el país. Foto: Mauricio Ochoa Suárez/Semana. 

Los municipios más críticos fueron La Macarena, San Vicente del Caguán, San José del Guaviare, Cartagena del Chairá, Puerto Guzmán, El Retorno y Calamar.

Tres de los Parques Nacionales Naturales donde la motosierra hizo sus mayores estragos fueron Tinigua, La Macarena y Picachos, situados en el Meta. 

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En estas áreas protegidas los bosques son convertidos en pastizales por colonizadores con el fin de acaparar tierras y expandir la ganadería. Allí con frecuencia se registran incendios forestales y se ha detectado un crecimiento exponencial de infraestructura vial informal. Adicionalmente, varios grupos armados ilegales hacen presencia en la zona y también se apoderan de los terrenos para poder sembrar cultivos de uso ilícito.