La carta que espera frenar el fracking en Colombia

El fracking continua generando discusión en Colombia, a las numerosas voces internacionales que se oponen a la polémica práctica se unieron este lunes un grupo de notables le pide a las carteras de Minas de Energía y de Medio Ambiente, y a los directores de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y la Agencia Nacional de Hidrocarburos; una moratoria en la implementación del uso de fracturamiento hidráulico o fracking.

La misiva firmada por Manuel Rodríguez Becerra, Presidente del Foro Nacional Ambiental; Mary Lou Higgins, directora de WWF, César Rodríguez y Diana Rodríguez, de Dejusticia; es un llamado a evitar el uso del fracturamiento hidráulico con base en el principio de precaución sobre los posibles riesgos de la práctica para la salud humana y el hecho que tal daño sería "grave e irreversible”.

En el documento se aboga por la moratoria hasta que se cumplan ciertas condiciones como: estudios independientes, sobre los posibles impactos ambientales, sociales y de salud pública; que se hagan análisis independientes sobre la situación de las aguas superficiales y subterráneas en los sitios donde se planea hacer la exploración; y que un tercero verifique que las entidades encargadas cuentan con la capacidad técnica para evaluar los estudios de impacto ambiental.

Esta carta se da luego de que el viceministro de Energía, Orlando Cabrales, dijera el pasado primero de septiembre que el gobierno daba luz verde a la técnica de extracción petrolera. Cabrales señaló que después de dos años se logró establecer un marco regulador para realizar la controvertida práctica de extracción en Colombia. El viceministro también señaló que las empresas interesadas empezarían a presentar solicitudes de licencias medioambientales para iniciar actividades de "fracking" para el 2015. (vea Colombia da luz verde al fracking)

Sin embargo, los firmantes de la carta se escudan en que existen serias dudas sobre el accionar del Ministerio de Minas en la estructuración de los términos de referencia bajo los cuales se reglamentaría la medida. 

Dentro de las inconsistencias está la inexistencia de requerimientos de escalas adecuados a la eventual contaminación de acuíferos, además se permitiría realizar operaciones de estimulación hidráulica en pozos que se encuentran a tan solo 200 metros de pozos de agua con fines de consumo, irrigación y uso agropecuario.

La carta pretende incentivar un diálogo directo con el Gobierno para que esta práctica prohibida por numerosos países no se implemente en Colombia. Asimismo extiende una invitación para que en vez de adoptar practicas tan controvertidas se estimule la implementación de “formas de generación de energía no convencionales.

El Fracking o fraccionamiento hidráulico es una forma de explotación de hidrocarburos en la que  una mezcla de agua, arena y productos químicos es inyectada al subsuelo a alta presión con el fin de fracturar la tierra y liberar los hidrocarburos en forma de gas que están en los esquistos que son la parte más profunda de este subsuelo. Esta práctica ha sido condenada por su impacto en la salud humana que es fruto de los gases que emana, por los efectos que tiene sobre el medio ambiente que se ven, sobre todo, en las fuentes de agua que quedan contaminadas por elementos radioactivos, por contaminar la atmósfera y por alterar las placas tectónicas generando temblores.

Aunque los defensores de esta actividad han dicho que estos son mitos, el Servicio Geológico de Estados Unidos, donde más de 15 millones de personas viven a menos de un kilómetro de un lugar donde se hace fracking, encontró que el número de temblores ha pasado de 20 a 100 desde octubre de 2013 en estados como Oklahoma y Ohio debido a la reinyección del agua no reciclable en la tierra que se hace en esta actividad.

Según Emily Brodsky, física especializada en terremotos de la Universidad de Santacruz en California, la rapidez con se pierde el agua en los procesos de fracking es lo que estaría causando estos temblores.