NACIÓN

Los desafíos medioambientales en el postconflicto

Naciones Unidas presentó un informe con recomendaciones frente al manejo del medio ambiente si se firma la paz.

21 de enero de 2015

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó en la tarde de este miércoles el informe titulado: “Consideraciones ambientales para la construcción de una paz territorial estable, duradera y sostenible en Colombia- insumos para la discusión”. El documento de 122 páginas, que espera ser uno de los pilares para el manejo del medio ambiente frente a una eventual firma de la paz, aborda temáticas como el desarrollo rural, la minería ilegal, el desarrollo sostenible, entre otros.

El informe (vea aquí el documento) muestra una radiografía del conflicto y de cómo este ha causado grandes daños al medio ambiente, pero también cómo en algunos lugares ha ayudado a la conservación de los ecosistemas. Situaciones como la siembra de minas antipersona, episodios de violencia en áreas protegidas, deforestación por cultivos ilícitos y el crecimiento de la minería ilegal han contribuido al deterioro de los ecosistemas; no obstante, varios de los lugares mejor conservados de Colombia se encuentran en áreas remotas donde, como consecuencia del conflicto, el desarrollo ha sido limitado.
 
Precisamente, el informe señala que serán estos territorios los protagonistas en la implementación de las acciones para la construcción de paz (desarrollo de infraestructura, apertura de mercados, desarrollo agropecuario, programas de desminado, sustitución de cultivos de coca, creación de un fondo de tierras, etc.,) por lo que es indispensable tener en cuenta una gran variedad de aspectos de la sostenibilidad ambiental, tanto en la planificación como en implementación de los acuerdos.

El documento en su resumen ejecutivo hace cuatro recomendaciones que se consideran cruciales de cara al postconflicto en Colombia. Estas son:
 
1. Avanzar en procesos de ordenamiento territorial que tengan como principal fin la construcción de paz sostenible y la concertación entre los gobiernos, los sectores productivos y las comunidades.
 
2. Ver lo rural más allá de lo agropecuario y desarrollar modelos locales de aprovechamiento sostenible de la gran biodiversidad de Colombia y de los servicios que presta.
 
3. La necesidad de analizar la actividad extractiva –especialmente la minería- y sus implicaciones en la construcción de paz.
 
4. Apoyar a la institucionalidad ambiental en el fortalecimiento de capacidades para la construcción de paz.
 

Otras recomendaciones y cifras

El extenso documento también hace otras recomendaciones entre las que se destacan la redefinición de las relaciones de la ciudad con el campo para que sean más justas; pensar lo rural más allá de lo agropecuario; pensar en un desarrollo local sostenible con alta participación e identificar experiencias replicables de aprovechamiento del patrimonio natural con víctimas del conflicto y excombatientes.
 
El principal objetivo del informe es que no se repliquen los errores cometidos en otros países que experimentaron la degradación de su patrimonio ambiental en períodos de posconflicto. Colombia, al tener una biodiversidad y unos ecosistemas únicos puede llegar a reconocer las oportunidades que se abrirán en esta área si se firma la paz.