Ruptura de dique minero en la localidad de Brumadinho, en Brasil. Foto: AFP | Foto: AFP

IMPACTOS

Los diques mineros tienen sus días contados en Brasil

Construcciones como el Mariana y Brumadinho, cuyas roturas causaron tragedias en los últimos años, deberán desaparecer antes de agosto de 2023 en Brasil, según una resolución de la Agencia Nacional de Minería (ANM). La medida busca evitar la pérdida de vidas y afectaciones al medioambiente.

19 de febrero de 2019

La Agencia Nacional de Minería (ANM) de Brasil hizo entrega de un documento en el que, entre otras cosas, indicó sobre la necesidad de retirar antes del 15 de agosto de 2019 todas las instalaciones humanas de una eventual zona de paso del lodo, en caso de que se registre la rotura de alguno de los diques mineros que existen en Brasil. 

El desmantelamiento de los diques afectará a los 84 construidos con la técnica de montante -por la que los diques de contención pueden ser alzados de nivel sobre los propios residuos almacenados- y a otros modelos de tipo desconocido aún llenos en todo el país, de acuerdo con el registro de la ANM. De ellos, 43 son considerados de "alto daño potencial".

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La mitad de estos depósitos ya no están activos, pero siguen llenos de desechos que deberán vaciarse antes del 15 de agosto de 2021. Los que sigan recibiendo residuos y cumplan con las nuevas normas de seguridad tendrán dos años más para desaparecer totalmente. 

"El modelo de construcción en montante permitía la edificación de diques con menor coste. Sin embargo, los accidentes ponen en jaque la eficiencia de este método de construcción y la estabilidad real de los diques construidos o ampliados en montante", explica la Agencia en una nota técnica que acompaña a la resolución. 

Debido a su peligrosidad, la construcción o ampliación de represas en montante queda igualmente "prohibida" en Brasil. 

De este tipo era el dique propiedad de Vale que reventó el 25 de enero en Brumadinho generando un tsunami de 13 millones de metros cúbicos de lodo y residuos que arrasó con todo lo que encontró a su paso. Bajo un mar de barro ahora seco que ocupa unas 290 hectáreas, los bomberos recuperaron 169 cuerpos, pero 141 personas continúan desaparecidas.

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A 160 kilómetros de allí, en Mariana, otra represa construida en montante había reventado en noviembre de 2015 causando 19 muertes y la peor tragedia ambiental de la historia del país. 

Según la ANM, en Brasil existen 218 diques considerados como de "alto daño potencial asociado", con diferentes construcciones.

Otra disposición ordena retirar las instalaciones humanas de la eventual zona de paso del lodo antes del 15 agosto de 2019.

Así se hubieran evitado gran parte de las muertes en Brumadinho, donde la mayoría de víctimas eran empleados de Vale que se encontraban en el área administrativa de la mina o almorzando en la cantina.

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La resolución establece igualmente estrictos controles para todos los diques del país, que deben actualizarse inmediatamente. 

En tanto, siguen las evacuaciones de familias que viven cerca de minas consideradas ahora de riesgo. Vale trasladó el sábado a 200 personas de la zona de la mina Mar Azul, en Nova Lima, también en la región metropolitana de Belo Horizonte, solo una semana después de que otros 500 vecinos fueran evacuados de sus casas próximas a otras dos represas de la región.