CONSERVACIÓN

Misión por la palma de cera

Con una siembra de palmas de cera, el Ministro de Ambiente anunció su apoyo a un programa de conservación de la planta.

27 de junio de 2016

El pasado sábado autoridades ambientales se reunieron en el Valle del Cocora para una siembra simbólica de palmas de cera. Esta ceremonia fue su forma de comprometerse con la planta insigne del país, promoviendo actividades para su conservación. El evento fue organizado por la Corporación Regional del Quindío (CRQ) como lanzamiento oficial de su estrategia para la renovación generacional de la planta.

La CRQ espera adecuar un corredor biológico para que las palmas jóvenes, criadas en viveros cercanos, puedan crecer tranquilamente. El plan contempla sobre todo la reforestación del bosque cercano con árboles que puedan proveer sombra y proteger a las palmas de cera. El crecimiento de estas plantas es extremadamente lento, tardando hasta más de 50 años en producir un tallo fuerte. Se han visto amenazadas por la falta de especies que le den sombra y por la ganadería indiscriminada, pues las vacas acaban con las plantas más pequeñas.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de Parques Nacionales Naturales y el Instituto Humboldt, que han adelantado gestiones para declarar la región como Área Protegida Nacional. La directora de la institución, Brigitte Baptiste, dijo que la declaratoria “busca garantizar la viabilidad de la supervivencia de la palma”. Se pretende que esta nueva área protegida abarque entre seis y siete mil hectáreas de Quindío y Tolima.

Otro gran anuncio fue el del Ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, que se comprometió con aportar 1.800 de los 2.400 millones de pesos que costará el plan de protección de la palma de cera. La Alcaldía de Salento ya ha adquirido 77 predios para recuperar el ecosistema de la región. También hay un plan de acción para formalizar un nuevo ordenamiento turístico de la zona, que promueva la llegada de visitantes sin afectar el medio ambiente. Debido a la gran afluencia de turistas, varios proyectos de hospedaje y aventura han incurrido en daños ambientales graves por no haberse desarrollado con una buena planeación y asesoría de las autoridades.

El emotivo acto también tuvo la participación de Jóvenes de Ambiente, quienes resaltaron la importancia de estos eventos tras la firma del cese al fuego. Tanto ellos como el ministro destacaron que la paz permitirá que haya más atención a los temas ambientales. “El ecosistema ha sido una de las mayores víctimas de la violencia, así que por fin tendremos la oportunidad de repararlo”, concluyó el ministro Murillo.

Este compromiso conjunto es un alivio para las comunidades del Valle del Cocora, pues establece que la prioridad en la región es proteger la flora y fauna. Así, se confirma que se mantendrá la posición de ir en contra de la actividad minera y luchar por la preservación de la endémica y majestuosa palma insigne de Colombia.