Los osos andinos que se encuentran en el centro administrado por la Fundación Bioandina fueron trasladados allí por diferentes corporaciones autónomas regionales desde hace varios años. Foto: Parques Nacionales Naturales. | Foto: Oso de anteojos - PNN

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Por maltrato animal cierran dos centros de recepción de fauna silvestre

Las autoridades basaron su decisión tras las denuncias hechas por varias personas que trabajaron en esos lugares ubicados en Cundinamarca y luego de una inspección técnica realizada. Ahora se busca refugio para nueve osos de anteojos.

28 de enero de 2021

La justicia para los animales que se encontraban en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) en Mesitas del Colegio y el Centro de Rehabilitación de Especies de Alta Montaña (CREAM), en Guasca, operados por la Fundación Bioandina Colombia, por fin llegó. 

Luego de varios meses de investigación, las autoridades ambientales, lideradas por el Ministerio de Ambiente, decidieron cerrar estos dos centros por incumplir con las normas y la reglamentación ambiental colombiana. 

Las denuncias sobre maltrato animal y manejo antitécnico de la fauna silvestre que era trasladada a estos lugares, tras ser recuperada de los traficantes de fauna, los tenedores ilegales, en decomisos o por atropellamientos, fueron dadas a conocer en septiembre de 2020 por el portal Natural Press y el representante a la Cámara, Juan Carlos Losada. 

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Producto de estas acusaciones, el Ministerio de Ambiente, liderado en ese entonces por Ricardo Lozano Picón, ordenaron realizar una visita técnica de seguimiento a mencionados centros, encontrando, entre otras cosas, encierros en malas condiciones, casos de crueldad animal, repartición de comida en descomposición y hacinamiento, hechos que venían siendo reportados por personas que habían trabajado en estos dos lugares manejados por la Fundación Bionadina, organización que durante más de 12 años percibió millonarios aportes por parte de entidades como las Corporaciones Autónomas Regionales de Cundinamarca (CAR) y Corpoguavio. 


En la inspección realizada se encontraron encierros muy pequeños, que no cumplían con las normas ni brindaban bienestar a los animales. Foto: Natural Press.

En la inspección también se pudieron corroborar irregularidades como, por ejemplo, que solo existía un veterinario para los dos centros de recepción, pese a que las normas obligan a que cada uno tenga un veterinario, un biólogo y personal técnico para atender las eventualidades de los nueve osos y otros animales, entre aves, reptiles y mamíferos, que habitaban en dichos lugares. Esto, a pesar de que, por ejemplo, Corpoguavio le había asignado más de 245 millones de pesos en 2020 a esa fundación para que le prestara servicios adecuados. 

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Así las cosas, tras los malos manejos en la tenencia, cuidado y rehabilitación de la fauna silvestre que les había sido entregada a la fundación por diferentes autoridades ambientales, Corpoguavio decidó formalizar en diciembre del año pasado un convenio por 900 millones de pesos con la CAR Cundinamarca para garantizar la atención y rehabilitación de animales en el nuevo Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de esa última autoridad ambiental, ubicado en la vereda Las Mercedes en el municipio de Tocaima. A ese lugar fueron trasladados la totalidad de los animales que se encontraban en el CAVR Mesitas del Colegio. 

Entre tanto, Corpoguavio adelanta actualmente las gestiones necesarias con las demás Corporaciones Autónomas Regionales que dejaron en manos de Bioandina Colombia, nueve osos andinos, para determinar cuál será su futuro, ya que estableció que esa fundación no podrá seguir recibiendo animales en el Centro de Alta Montaña de Guasca. 


Monos, pumas y tortugas eran otros de los animales que se encontraban en el CAVR de Bioandina, en Mesitas del Colegio. Foto: Natural Press.

Enviamos derechos de petición a nueve entidades solicitando hacer control y seguimiento a la situación que denunciábamos con Natural Press; ahora Corpoguavio anunció la reubicación de los animales que estaban a cargo de Bioandina y la terminación de los contratos que sostenían con dicha fundación, una noticia que nos llena de alegría”, indicó el congresista Juan Carlos Losada. 

Marcos Urquijo Collazos, director general de Corpoguavio, señaló que la decisión fue tomada después de la visita técnica realizada por esa entidad y el Ministerio de Ambiente en septiembre de 2020, en la que se confirmaron las condiciones de deterioro y el mal estado de los animales manejados por Bioandina.

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"Hoy lo único que queda en Bioandina son los osos y debemos saber qué hacer con ellos, tenemos que hacer las cosas bien. Pero es responsabilidad de las corporaciones saber lo que harán con sus animales porque el CREAM no está operativo. Hicimos un llamado a las Corporaciones Autónomas y en el marco de ese trabajo técnico, varias autoridades ya están programando las visitas técnicas para evaluar lo que harán. Los osos que se puedan liberar, volverán a la vida silvestre, pero los que no, las corporaciones tendrán que decidir", manifestó Urquijo al portal Natural Press. 

Esta decisión marca un precedente y pone en manifiesto la necesidad de que las Corporaciones Autónomas Regionales realicen un seguimiento más riguroso a los centros de fauna silvestre donde son llevados los animales que logran recuperar en los distintos operativos, pues, además de ser su deber, podrían verse inmersos en problemas jurídicos por omisión y detrimento.