MUNDO

Punk a favor de la naturaleza de Bali

“Superman is Dead” es la banda de punk rock más seguida de Indonesia. El grupo utiliza su fama para detener un gran proyecto, que representa una amenaza para la naturaleza de Bali.

Alianza DW
2 de marzo de 2017

Unos 3.000 estudiantes se apiñan en un campo de fútbol de Singaraja, una pequeña ciudad al norte de Bali. De repente, estallan, rugiendo y agitando sus puños y banderas, mientras la banda Superman is Dead (SID) pasea por el escenario. El trío viste camisetas con la imagen de una excavadora cavando tierra empapada de sangre y las palabras “Tolak Reklamasi” (Rechaza la Recuperación, ganar terreno al mar).

El grupo de punk rock de Bali – compuesto por Jerinx en la batería, el vocalista y guitarrista Bobby Kool y el bajista Eka Rock – es una de las bandas más populares y solicitadas de Indonesia, siempre de gira. Y como corresponde a un grupo de punk, luchan contra el sistema.

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Durante los últimos cinco años, SID ha estado liderando el Foro de Bali contra la Recuperación (ForBALI), un movimiento dirigido por artistas para salvar la bahía de Benoa, un ecosistema vulnerable de manglares y vida marina cerca de la capital de la isla, Denpasar, al sur. El grupo se opone a un enorme proyecto de recuperación (ganar terreno al mar) y desarrollo, arriesgando su reputación y oponiéndose a los poderosos intereses creados.

“La policía y el gobierno nos dicen que no podemos decir esto o aquello en el escenario”, confiesa Jerinx a DW después del concierto. “Tenemos por ello todo tipo de enemigos: los inversores, el gobierno, el ejército, la policía. No se van a dar tan fácil por vencidos”, exclama.

Desarrollo igual a destrucción

En los últimos años, el sur de Bali ha experimentado un auge turístico sin precedentes y un desarrollo desenfrenado, que se ha visto acompañado por un aumento masivo del tráfico y de la infraestructura. Según la banda, esta situación ha destruido la belleza natural de la zona.

“Vivimos en el sur de Bali, una zona hermosa devastada por el turismo”, cuenta Jerinx. “Crecimos conectados con la naturaleza y espiritualidad de este lugar. Hoy en día, ya no es así, sino que todo es de plástico e industrial, falso en cierto modo”, critica.

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Sin embargo, el gobernador de la isla, I Made Mangku Pastika, quiere aumentar el número de visitantes de 4,5 a 30 millones por año para 2029. El plan es convertir la isla en la nueva Singapur, que recibe a 37 millones de visitantes al año. Parte de ese plan es un proyecto de 3 mil millones de dólares (2,8 mil millones de euros) en la bahía de Benoa, respaldado por los grandes promotores PT Tirta Wahana Bali Internacional (TWBI).

 TWBI planea robar 700 hectáreas de terreno al mar – aproximadamente el 75% del tamaño de la bahía –para construir una red de 12 islas artificiales con casas de lujo, centros turísticos, centros comerciales y posiblemente un hipódromo.

El Foro de Bali contra la Recuperación (ForBALI) es un movimiento comprometido con la conservación de la bahía de Benoa, en Bali, un ecosistema vulnerable.

Desarrollo vs. medioambiente

Los oponentes del gran proyecto argumentan que destruirá lugares hindúes sagrados, incluyendo templos, arroyos y el llamado muntig – pequeñas parcelas de tierra, que surgen durante la marea baja, y donde los balineses realizan ofrendas santas. También temen que podría erosionar la playa, dar lugar a inundaciones y dañar los hábitats. Hasta 2014 la zona estaba reconocida como área protegida, pero ese año el ex presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, revocó ese estatus para dar paso al desarrollo.

Y es que no todo el mundo cree que el ganar terreno al mar se vaya a traducir en un desastre ambiental. “El desarrollo de Bali será correcto ecológicamente, con un uso responsable del agua y una gestión verde de los residuos y de la energía”, afirma el científico costero I Made Mangku.

Otros ven el proyecto como una oportunidad tanto para el medio ambiente como para la economía. Dewaing Sri Putu Gunawati, una activista que apoya el plan, afirma que se necesitarán 250.000 personas para trabajar en la construcción. De todos modos, Bali tiene la tasa de desempleo más baja de toda Indonesia con solo un 1,89%.

“Controlaremos y nos aseguraremos de que este proyecto de ganar terreno al mar mantenga y proteja el área de manglares y la cultura local. Este proyecto no pertenece a individuos, pertenece a todos los balineses”, aclama Gunawati.

Por el contrario, Made Wijaya, representante de la comunidad de Benoa, refuta las afirmaciones de quienes apoyan el plan. “La comunidad, incluidos nosotros los líderes, estamos en contra del propósito de TWBI porque el área de recuperación no es compatible con el tamaño de la bahía de Benoa y causará muchos problemas”, afirma Wijaya.

De hecho, la población local tiene razones para no creer las grandes promesas. En 1994 se inició un proyecto de ganar terreno al mar en la isla de Serangan, a solo una milla de las propuestas actuales, prometiendo también puestos de trabajo. Pero el proyecto fue abandonado a mitad de camino, después de causar daños importantes a playas y arrecifes.

Los oponentes a la recuperación temen por la erosión del suelo e inundaciones. Los partidarios esperan empleo y desarrollo.

Sensibilización

La población de Indonesia es muy joven. Con más de 250 millones de personas, el país está entre los mayores usuarios de redes sociales. Tanto es así que ForBALI y SID aprovechan su fama en las redes para propagar el mensaje. Solo la banda tiene casi seis millones de seguidores en Facebook.

Tal es su influencia, que las autoridades les han advertido no mencionar el proyecto, según miembros de la banda. La policía incluso ha detenido e interrogado a miembros de ForBALI.

“ForBALI comenzó con seguidores de SID y algunos activistas”, cuenta Rudolf Dethu, escritor, activista de ForBALI y biógrafo de SID. “Se trata de los chicos y nosotros. Los fans de SID también son militantes. Las autoridades lo saben y a ser posible evitan no cancelar sus conciertos. Si SID pide a sus fans que actúen, lo harán”, explica Dethu.

“Cuando vemos algo que no nos gusta, normalmente nos lo guardamos y lo hablamos en privado. Pensamos que eso está bien”, explica el músico. Pero cree que eso debería cambiar. Quiere que la gente “hable, se levante y cambie las cosas”.

“Si partimos de un grupo pequeño, ¿podemos detener la acción de ganar terreno al mar?” Se pregunta Jerinx. Y responde: “Sí, por supuesto y es realmente muy sencillo”.

Pese a las protestas, TWBI planea seguir adelante con el proyecto ya que no existe ninguna base legal en contra. Asimismo, aunque los fans de SID encarnaran la furia del punk contra el sistema, la mayoría de los balineses permanecería en silencio y acrítica, según Jerinx.