Las nubes son impulsadas por el viento y, al ser bloqueadas por la Cordillera de los Andes, riegan con lluvias buena parte de América Latina. Foto: Anadolu. | Foto: Anadolu

CURIOSIDADES

¿Cómo impacta la lluvia en la Amazonia el vaso de agua que se sirve en Bogotá?

Los ríos voladores riegan con lluvias buena parte de América Latina. Estos ríos del cielo transportan el agua y causan lluvias a miles de kilómetros de distancia. Le contamos sobre este fenómeno y su relación con el país.

17 de diciembre de 2020

Existen grandes y majestuosos ríos que llevan humedad a diferentes regiones del continente. No se trata de ríos comunes, se trata de los llamados “ríos voladores”.

Estos afluentes son flujos masivos de agua, procedentes del océano Atlántico, que viajan en forma de vapor y son nutridos por la humedad que evapora la vasta región de la Amazonia. También causan lluvias a más de 3.000 kilómetros de distancia en el sur del continente, en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

En este proceso, las nubes son impulsadas por el viento y, al ser bloqueadas por la Cordillera de los Andes, riegan con lluvias buena parte de América Latina.

Le sugerimos: Chocó y Norte de Santander, las nuevas víctimas de la deforestación en Colombia

Según explicó el explorador Gerard Moss a la AFP, “los árboles de la Amazonia son capaces, a través de la evaporación, de lanzar a la atmósfera una cantidad excepcional de agua, más de 1.000 litros en un día. También se estima que el total de agua lanzada a la atmósfera desde la Cuenca Amazónica son 20 millones de toneladas por día”, dijo. 

En entrevista para la Agencia Anadolu, Linithd Aparicio Blackburn, directora de la Fundación Ficamazonía, aseguró que este fenómeno no es muy conocido por muchas de las personas de la región. “Es algo que mucha gente no entiende y no comprende cómo se conecta, por ejemplo, la Amazonia con Bogotá. ¿Cómo impacta que llueva en los páramos y que esa agua, tú la puedas servir en casa hasta en Bogotá?”.

Por eso, a renglón seguido explicó que “gracias a la biodiversidad, a la condensación que generan los árboles en todo el piedemonte amazónico y en la Amazonia en general, el agua va a las nubes y esas nubes viajan por el mundo y puedan llevar agua a otros territorios, en formas distintas”Por esa razón, son fundamentales para el ciclo hídrico no solo en el país, sino en Suramérica.

Papel crucial de la Amazonia

La selva amazónica, que es víctima contínua de incendios y talas, juega un rol esencial, no solo para hacer posible estos fenómenos, sino también en la regulación del clima de la región y del mundo, pues, entre otras cosas, sus bosques albergan más de 600.000 millones de árboles. Su destrucción, incluso si es parcial, puede tener graves consecuencias en la biodiversidad y la temperatura.

Asimismo, se estima que, por el momento, la Amazonia absorbe entre 500 y 1.000 millones de toneladas de carbono por año en las zonas intactas, según el especialista en selvas Philippe Ciais, integrante del Laboratorio de ciencias del clima y medioambiente en Francia (LSCE).

La deforestación

La Amazonia perdió 500.000 kilómetros cuadrados -una superficie equivalente a la de España- por causa de la deforestación entre 2000 y 2018, según un estudio de una red regional de investigadores y organizaciones de la sociedad civil, presentado el pasado 8 de diciembre.

Esa ‘poda‘ representaba el 8 por ciento de la mayor selva tropical del mundo, compartida por nueve países -Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa-, precisó el informe "Amazonía bajo presión", realizado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg). La deforestación es el principal síntoma de deterioro de la selva de más de 8,4 millones de kilómetros cuadrados, hogar de unas 47 millones de personas, incluyendo a las comunidades indígenas.

La deforestación de "el pulmón del mundo" se aceleró en los últimos meses, a pesar del coronavirus. Foto: Minsiterio de Ambiente. 

Le puede interesar:  Sucumbe la Amazonia colombiana: 75.000 hectáreas deforestadas este año

"Aunque 2003 sigue siendo el peor año para la selva amazónica desde 2000, con una pérdida de 49.240 kilómetros cuadrados, la deforestación se ha acelerado desde 2012 y el área perdida anualmente se triplicó entre 2015 y 2018. Sólo en 2018, 31.269 kilómetros cuadrados fueron deforestados en toda la Amazonía", indica el reporte.

Respecto a esta situación y, con el fin de generar conciencia en los colombianos, Aparició explicó que “la Amazonia es el 42 por ciento del territorio nacional, o sea, que en Colombia todos podemos decir que somos muy potencialmente amazónicos y que nos impacta y nos importa de manera muy trascendente lo que pase en esa región. Uno de los fenómenos más importantes para mitigar es la deforestación. Si no hay árboles, no hay ríos y sin ríos no hay agua”, agregó.

*Con información de Anadolu y AFP.