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El caso del bloque petrolero 'El Nogal' en Caquetá

Luego de dos años de resistencia civil en el sur del Caquetá frente al proceso de exploración de hidrocarburos en el Bloque el Nogal de la Empresa Emerald Energy PLC Colombia, se pretende dar inicio a la fase exploratoria del proyecto.

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20 de mayo de 2016

El Bloque el Nogal se ha convertido en un referente de la resistencia a la puesta en marcha de la locomotora Minero-Energética en la Amazonía colombiana, particularmente en el Departamento del Caquetá, en donde hoy se han adjudicado 43 Bloques petroleros. 41 bajo la forma de contratos de Exploración y Producción (E&P), de los cuales 40 se encuentran en proceso de exploración, uno en producción y dos contratos de Evaluación Técnica (TEA)[1]. Todos ellos suman un área total de 43.209 kilómetros cuadrados de los 68.900 habitables[2], lo cual representa un 63% total del territorio.

Esta dinámica acelerada de adjudicación que en el Caquetá en menos de un siglo ha implicado la conversión del territorio amazónico en un territorio estratégico para el sector petrolero, responde a la necesidad de encontrar nuevos espacios, antes vedados, para continuar con la lógica producción para el consumo.

En este contexto, la empresa Emerald Energy PLC Colombia, fundada en 1996 en Inglaterra, fue comprada en el 2009 por la empresa china Sinochem, la cual se hizo a todos los bloques adjudicados en Colombia. Actualmente, Emerald Energy cuenta con 10 Bloques adjudicados, ocho de ellos en el Caquetá (Cardón, Manzano, Nogal, Ceiba, VSM 32, Durillo Ombu, Ombu Capella) y dos en el Departamento del Putumayo (Campo Rico y Matambo).

El Bloque el Nogal sobresale entre las adjudicaciones de la empresa Emerald Energy al ser la zona adjudicada más grande en la Amazonía. Al respecto, el contrato de Exploración y Explotación 03 del 22 de octubre del 2012 señala que este bloque tiene un área de 239.415 Hectareas, comprendiendo los municipios de Florencia, Morelia, Belén de los Andaquíes, Albania, San José del Fragua y Valparaíso.

En virtud de este contrato, la empresa se obligaba a cumplir en la Faseo 0 con los trámites de verificación y certificación de pueblos indígenas y consulta si fuese necesario, los trámites ambientales y de los Planes en Beneficio de las Comunidades (PBCs), así como la compra de servidumbres y propiedades, en termino de un año, con prorroga máxima de tres meses (Clausula 4). En efecto, la empresa solicitó a la Dirección de Consulta Previa el 31 de julio del 2013 se certificara la presencia de Pueblos Indígenas, ante la cual la Dirección con Certificado No. 1274 del 2013 respondió que en efecto en la zona de influencia del Bloque, específicamente en el Municipio de Milan, se encuentran los Resguardos Indígenas Gorgona y Getuchá.

Paradójicamente, el certificado 1758 del 9 de diciembre del 2013 expedido por la Dirección de Consulta Previa para el Programa de Perforación Exploratoria Nogal 2D, 3 meses después, manifiesta que no existe presencia de comunidades indígenas en la zona. Esto se debe a una reducción muy significativa del área sobre la cual se pide certificación, pues mientras en la Certificación no. 1274 responde a los 2394 km. cuadrados del Bloque, la Certificación 1758 supone un área de tan solo 40 km. de longitud, la cual no se encuentra contemplada en el Programa Exploratorio de Exploración del Contrato Anexo C, el cual señala que se realizarán 4 procesos sísmicos 2D con dimensiones entre 60 km a 120 km de sísmica 2D

Además de la incertidumbre sobre las razones que motivaron la solicitud de dos certificados sobre un mismo bloque por parte de la misma empresa, con áreas de referencia tan distintas, entre las cuales no existe relación con respecto al contrato E&P suscrito el 22 de octubre del 2012; existe otra incoherencia con los términos contractuales del E&P relacionada con la construcción de un pozo estratigráfico, el cual no aparece mencionado en ninguna parte del contrato, pero si aparece referenciado como parte de un contrato TEA en el Plan de Manejo Ambiental

La duda se va resolviendo, se hace evidente entonces que deben existir dos contratos sobre el mismo bloque, un contrato TEA en dónde se propone un proceso exploratorio con sísmica 2D de 40 km. y la construcción de un pozo estratigráfico en el municipio de Valparaíso, y por otro lado, un contrato E&P en donde se proponen 4 fases de producción mediante sísmica 2D o 3D, todas superiores en longitud y área a la antes mencionada.

La coexistencia de estos contratos se hace evidente en la incompatibilidad de la información, pues por un lado el mapa de tierras de la ANH muestra el Bloque el Nogal como una TEA, la tabla de Bloques de la ANH lo muestra como E&P en fase exploratoria, la existencia de dos certificados contrarios con 3 meses de diferencia y un Plan de Manejo Ambiental (PMA), presentado por la empresa el 15 de diciembre del 2014, en virtud del contrato TEA, en donde se realiza análisis ambiental y se toman medidas en virtud del pozo estratigráfico Nogal-Est-1

El acta del 28 de junio del 2015 pone de presente que los estudios y planes de manejo ambiental que se presentan a la comunidad corresponden al Proyecto Exploratorio el Nogal 2D, mientras el PMA, antes mencionado, corresponde a un pozo estatigráfico, los cuales no son contemplados en el Programa Obligatorio de Exploración del contrato E&P. En virtud de ello, lo que se estaría adelantando en definitiva es el contrato TEA y no el E&P.

Ahora bien, la coexistencia de estos contratos es permitido por la ANH, pues “una porción de las áreas cobijadas por las TEA podrá convertirse en contratos E&P cuando su titular presente programas exploratorios aceptados por la ANH”, la lógica de esta convivencia de contratos se debe a que una empresa puede hallar dentro de un área de TEA una zona de alto potencial con un alto nivel de confianza, para lo cual pediría que se le adjudique esta zona dentro del área para explorar y producir (Contrato E&P), mientras sigue evaluando otras zonas del área de la TEA. Sin embargo, en el caso del bloque el Nogal, éste no ha sido objeto de evaluación técnica, por lo cual no es clara la razón para suscribir un contrato E&P casi al tiempo.

Así, el E&P parece estar detenido, no hay evidencia de realización de Consulta Previa con las comunidades indígenas del Pueblo Coreguaje luego de tres años de expedición de la certificación, ni procesos de socialización de todo el bloque y el proyecto, y mucho menos un PMA para las características y el área que menciona el contrato. En este caso la Fase 0 del contrato E&P que tenía por termino 1 año con posibilidad de prórroga de tres meses, debió haberse dado por inconclusa y por tanto el área debería estar disponible para la celebración de otro contrato de este tipo. Sin embargo, hoy el contrato sigue vigente y se encuentra en proceso de exploración.

Así las cosas, la pregunta que cabe hacerse es por qué Emerald Energy suscribió un contrato E&P en el 2012, si realizó sus estudios y planes de manejo ambiental, así como su socialización con los términos de referencia de dos actividades no contempladas en el mismo. La pregunta sería mejor, ¿para qué lo hacen?

Además, de las irregularidades contractuales y en la información, la empresa ha estado inmersa en serios conflictos sociambientales, en los cuales la comunidad afirma que los estudios no se han hecho con rigurosidad, que no existen serios estudios del subsuelo y que no existe un estudio exhaustivo de especies nativas[3]. A esto se suma que los estudios y el Plan de Manejo Ambiental se han hecho en virtud de información insuficiente y desactualizada, como son los Determinantes Ambientales de Corpoamazonía del 2011, los cuales, según la entidad en el documento “existe un insuficiente conocimiento para caracterizar satisfactoriamente una región heterogénea, en la cual pueden existir dinámicas de origen externo, determinantes para su devenir” (pág. 8).

Las irregularidades procedimentales en la socialización del proyecto mostraron desde el inicio que los estudios ambientales y el Plan de Manejo Ambiental no fue realizado, ni evaluados con rigurosidad, pues, aunque la empresa Emerald Energy se comprometía a visitar finca por finca para evaluar los posibles impactos, solo estudió una parte del territorio, para su beneficio la zona más deforestada y de menor presencia de fuentes hídricas (Acta 28 de junio), lo cual daba como resultado un impacto mínimo y por tanto medidas de mitigación insuficientes.

Vale la pena resaltar, particularmente, el papel que jugó la Vicaría y la Universidad de la Amazonía, tanto en la formación a cerca de impactos ambientales y mecanismos de participación, como en el acompañamiento del proceso de socialización, convirtiéndose en el principal veedor y garante del respeto al debido proceso y los derechos de las comunidades, ante la total ausencia de las autoridades ambientales e instancias de control.

El 11 de diciembre del 2014 se realizó una reunión de socialización en el municipio de Morelia a la que asistió población de los cinco municipios del Bloque, haciendo frente a la estrategia de la empresa de dividir las comunidades por municipio, para facilitar con ello que se llegaran a acuerdos municipales que presionaran sobre los otros. En esta reunión, que también asistió Corpoamazonía como invitada de la empresa, la comunidad exigió que se presentara un Plan de Manejo Ambiental ajustado a las características ambientales.

A partir de esta reunión se empezó a consolidar una postura en contra de la explotación petrolera en el Caquetá, enarbolando la bandera de la protección de la Amazonía y la defensa del territorio bajo el nombre de Comisiones por la Vida del Agua, en los municipios del sur de Caquetá. Desde esta plataforma se dio inicio una resistencia que tiene hoy a la empresa en jaque, pues luego de cuatro años el proceso de exploración no ha iniciado, ello con un alto costo para la comunidad, pues sus líderes han sido estigmatizados y amenazados por grupos legales e ilegales.

En este sentido, cabe señalar como ejemplo de la violencia de la que han sido víctimas la población, el despeje violento, por parte del ESMAD el 31 de julio del 2015, de la vía que conduce a las veredas la Florida y Curbinata, donde se pretende realizar el proceso de exploración, luego de que esta vía estuviera cerrada 2 meses a causa de la resistencia pacíficamente que la comunidad de Valparaíso emprendió contra la empresa. El resultado fue la entrada de la maquinaria de la empresa y tres personas heridas de gravedad a causa de los impactos de los cartuchos del Escuadrón Antidisturbios. Además, la comunidad denuncia que han recibido amenazas de personas armadas que han llegado al municipio de Valparaíso, quienes se han identificado como Aguilas Negras.

Por todo esto, la preocupación de la comunidad es grande, pues las amenazas siguen en aumento, mientras las entidades encargadas de proteger a la población y dar garantías en todo el proceso de exploración siguen inertes. Aunado a ello, el Gobierno Nacional muestra una amplia determinación por seguir apoyando la entrada de la empresa, en contravía de los intereses de la comunidad.

*Investigadora- Asociación Ambiente y Sociedad

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[1] La diferencia esencial en los tipos de contratos está en los objetivos que buscan, por una parte, los contratos TEA buscan evaluar y mejorar el conocimiento del potencial hidrocarburífero, mientras que en el contrato E&P se busca es producir hidrocarburos en la zona. Los términos de duración, garantías, derechos y obligaciones son muy distintos en cada uno de los contratos, siendo la TEA un tipo de contrato de menor duración y menores obligaciones para las partes que los contratos E&P

[2] El área total del Departamento es de 93.768 Km2, a los cuales se les resta los 24.868 correspondientes a Parques Nacionales Naturales.

[3] Revisar Comunicados Comisión por la Vida del Agua